Historia ganadora de los Wow Awards 2017 7v7
Emily es mala mentirosa, por el simple hecho que no puede hacerlo pues está maldita.
Cada vez que Emily miente, besa a la persona a la que le mintió.
Así Emily ha perdido amistades y ganado admiradores.
...
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Los voy a matar.
Los voy a matar a todos esos engendros del diablo que se hacen llamar mis amigos.
Me dejaron plantada, llevaba media hora esperando, entonces me tranquilicé y le escribí a cada uno. Nadie contestó.
Okey, okey, me calmé, no los insulté aunque tuve muchas ganas de hacerlo, solo llamé a Sarah, con quien tengo más confianza.
Contestó, agitada, con la floja excusa de que "surgió algo" y a Lee también le "surgió algo".
Ella se cree que nací ayer.
Luego le escribí a Xael y me dijo "no estoy de ánimo" y Jean ni siquiera me contestó.
La música se escucha fuerte, mi estrés y mi dolor de cabeza crecen a medida que suben el volumen. Ya ha pasado casi una hora y tres jugos de limón desde que estoy aquí sentada esperando.
Mantengo mi mirada en la mesa, ésta tiembla cuando se pone sobre ella el brazo grande y peludo de un hombre, subo la mirada y lo primero que veo es su rostro sudoroso sonriéndome, no evito hacer una mueca de disgusto.
—Hola, linda —su voz es rasposa y me asusta un poco.
No respondo, miro a mi al rededor como si no tratase de mí.
El hombre vuelve a insistir.
— ¿No hablas? —acerca su mano a mi muñeca y la agarra con fuerza, no reacciono, mi corazón late acelerado en mi pecho.
Me imagino mil situaciones y ninguna es buena.
Miro a todos lados esperando que alguien se percate de la situación y a nadie parece importarle.
—Suéltame —mi voz sale extraña.
—Una chica como tú no debería estar sola aquí —otra vez hace esa sonrisa que da miedo y de repente siento frío.
El hombre se levanta aún agarrándome, la mesa en donde estoy está casi al fondo de todo el lugar, oscura, sola, la música ahogaría mis palabras si grito, ¿pensarían si estoy loca si echo a correr? ¿Tendré la fuerza suficiente para soltarme de su agarre?
La muñeca me empieza a doler.
El hombre me comienza a jalar y entro en pánico.
—No estoy sola, mi novio está en el baño, vendrá a buscarme —no pienso mis palabras, ni las consecuencias.
