-Andy- murmuro, tratando de quitarme su brazo, que ahora tiene aferrada mi cintura.
Así ha sido estar con él los últimos dos meses.Es genial tenerlo conmigo, pero a veces está demasiado cerca, sobre todo por la farsa del noviazgo.Yo no sabía que también los ángeles tenían erecciones cuando recién despertaban.Pues, muy santos no son.
-¿Qué?- se queja.
-Hoy debo ir a trabajar- me retuerzo.
-No- gime en mi oído- no vayas- me aprieta a su cuerpo mucho más.Cosa que esta lejos de molestarme, pero yo debo trabajar.
-Suletame- uso mis manos para tratar de apartar su brazo lleno de tinta.
-Tendrás que hacerlo tú- se ríe.
Maldito.
Jaloneo, lo que parece no hacerle ni mierda.Vamos Carolyn, piensa...Bien, lo tengo, pero utilizare de zorreria para esto.
Deslizo mi mano hasta rozar con su miembro, lo que logra que quite el brazo, pero no gané, me volteó hacia abajo y se posiciono sobre mí.
-Juegas sucio- susurra con su maldita voz de seductor, la cuál hace que me dé escalofrios.
-No soy yo la que juega sucio- murmuro con la mejilla pegada a la almohada.
-Claro que si- siento como sus labios besan todo mi cuello, se que él no debe hacer esto, pero no puedo con su puta fuerza.Además de que usa algo que usan todos los ángeles para encantar.Maldito y mil veces maldito.
-Si llego tarde, te ahorcare- le amenace.Él soltó una risa y por fin me dejó ir.
Como una desesperada entré al baño, quitandome la ropa y entrando a la regadera, no faltaba mucho para que llegara tarde, adiós desayuno.Gracias Andrew.Terminando me puse el uniforme del establecimiento, que consta de una camisa de rayas amarillas y verdes horizontales y un pantalón blanco.
¿En dónde trabajo?, en una pastelería, un lugar al que van muchas niñas pequeñas a ver los cupcakes.Es un lugar muy lindo, pacífico, me gusta estar ahí, sobre todo por que asi no debo estar aquí, escuchando la música de los vecinos.Oh si, música del asco.
-Alguien volvió a olvidar que hay un chico aquí- se oyó esa voz melodiosa.
Rayos, me vesti con él mirándome.Ya es la segunda vez que me pasa.
-Pues...tuviste suerte- murmure, poniéndome los tenis blancos.
-Sí, mucha- suspira, saliéndose por la ventana como siempre.
Bufo.Que pesado es a veces, en momentos quisiera ahorcarlo, si creen que es muy drástico, las reto a estar más de un día con él.
No, no podría desearles cosas tan fuertes.
Bajo la escalera y entró a la cocina tan sólo para darle un beso de despedida a mamá.No podré desayunar gracias a... ¿para qué les digo?.
Salgo y me apuro a subirme a Julie, quien ya después de varios paseos me hizo sentir más cómoda.
-¿Apurada?- preguntó, sonriendo de lado.
-Cállate y arranca- dije molesta.
*
-Me gusta tú novio, Carolyn- habló Katya, una niña que viene a clases de reposteria aquí.La nena tan sólo tiene trece.
-¿Ah si?, pero es muy grande para ti- le susurre, manchando su nariz con un poco de chocolate, ella ni se inmuto.Estaba tan concentrada mirando a Andy, que ahora está afuera fumando.Ay, no la culpo, se ve realmente apuesto con esa pose de chico malo.
-No importa si es más grande...lo veo y es como ver a un ángel, a comparación de los niños de mi escuela, son horribles- suspira.
-Ya veo- murmuro- Vamos, debes ir atrás con la jefa para que sigas lo que empezaste.
Asiente con la cabeza y se va, dejándome a mí sola en el mostrador.
Le mando un mensaje a Andy.
"Hey, Katya dice que le gustas"
Pulso enviar, me fijo en él y al verlo, me mira por el ventanal, sonriendome.
"Que mal, yo tengo novia ;)"
Alzo la mirada a él y le muestro mi dedo medio.Se que está afuera pero puedo escuchar su risa.
Bruto.
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|Carolyn| - Andy Biersack.
Fantasy"Yo vengo,te protejo, alejo la soledad y trato de darte una mejor vida, ya no estarás sola Carolyn"