6. Correr el riesgo

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Ha pasado una semana, una semana desde la muerte de Andrew, una semana en la que he sentido hundirme y me he arrepentido de todo el mal que mis decisiones causaron, he reflexionado sobre tantas cosas en estos siete días y me he dado cuenta de que la vida es nada, un día estas aquí y al otro estas tres metros bajo tierra, un día lo tienes todo y al otro no te queda nada, el tiempo corre y lo único que nos quedan son los recuerdos plasmados en nuestra memoria, eso es la vida, recuerdos de cada cosa que hacemos, de lo que comemos, de lo que una vez sentimos y de todo lo que vemos.

Andrew y yo fuimos tantas cosas que a final de cuentas no me quedan palabras para describirnos, porque de todo lo que vivimos juntos solo me quedaron recuerdos, por eso no le busco mas sentido a mi dolor y he decidido no llorar mas su muerte, aunque todavía tengo el sentimiento vivo en mi corazón, detrás de todo esto tal vez mañana haya un mundo infinito lleno de cosas grandes, de cosas mejores, y no quiero que mis sueños se amontonen en una esquina de mi corazón, ahora que ya paso todo me toca seguir viviendo sin miedo en el alma.

Kyle, a pesar de que ya se fue nuevamente a su departamento, ha ido a visitarme todos los días a la casa y me ha ayudado a entender que no todo fue mi culpa, pero aun así ni mis propios pensamientos me dejan en paz, en el fondo yo todavía sigo sintiéndome culpable, Evelyn ha estado conmigo constantemente, hablándome de cualquier tipo de chisme con tal de entretenerme y alegrarme el día, por otro lado Kimberly y Sophia han estado presentes en todo momento, me han acompañado a llorar, me han apoyado, gracias a la insistencia de ellas fue que hoy, viernes, tome la decisión de salir de casa por primera vez en toda la semana. He faltado a la universidad, no he ido a trotar a Central Park, ni siquiera he salido a mi balcón, pero hoy decidí venir a una repostería que queda cerca del edificio en donde vivo. 

Me encuentro sentada en una de las mesas del local con la mirada perdida, pensando en Andrew, en lo que hubiese pasado si lo hubiese apoyado cuando me lo pidió, si hubiese dejado mi orgullo de lado, las cosas hubiesen sido diferentes, estoy segura de eso.

Le doy un ultimo bocado a lo que queda de mi pastel de chocolate y luego me levanto de la silla, salgo del local para ir devuelta a casa, al pisar la acera inmediatamente el viento choca contra mi pelo, camino a paso apresurado y miro todo a mi alrededor, el cielo esta levemente nublado y, no obstante a que estamos en primavera, el día esta mas frío que nunca.

Entro mis manos en los bolsillos de mi suéter, miro al fondo de la calle y puedo divisar el edificio en donde vivo en el fondo, mi mayor anhelo en este momento es llegar a casa, subir a mi habitación y quedarme ahí, leyendo, y descansar por el resto de la tarde. 

***

El sonido de la puerta de mi habitación al ser tocada hace que pierda la concentración, pongo el libro que estaba leyendo a un lado y con pereza me levanto de la cama, abro la puerta y veo a Susan tras esta—. Ciara, acaban de mandarle un arreglo de flores. 

—¿Flores? ¿De parte de quien?—pregunto confundida. 

—Las flores tienen una pequeña carta al igual que las ultimas que le enviaron, tal vez ahí tiene el remitente. 

Susan empieza a caminar para guiarme hacia las flores, camino detrás de ella, bajamos las escaleras y al pasar de largo por la sala, asumo que estas están en el recibidor, como las flores de la ultima vez. 

Cuando llego al recibidor veo un ramo de peonias rosadas sobre el mueble de entrada, me acerco al arreglo y tomo el pequeño sobre entre mis manos ansiosa por saber quien me ha mandado el arreglo, abro el sobre, saco la pequeña carta que se encuentra dentro de este y la leo mentalmente:

"No me castigues por haberte besado y déjame volver a verte. -A.

Pienso en mil cosas, pero lo primero que me llega a la mente es que no puede ser posible que estas flores vengan de parte de quien estoy pensando, es que no, esta carta esta impresa en el mismo papel que la carta de las flores que me envió Andrew, tiene la misma letra, pero ya Andrew no esta y no se ni que pensar...

EpifaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora