II

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"Frío, hace inhalar té o café para sentir un poco de calor,

Trato de mantener ambos en equilibrio, aún cuando las sensaciones son muy fuertes,

Frío, hace cubrirse con una cobija y recordar cuando se abrazaban esos oso de peluche,

Es sinceridad, sintiendo sensaciones predominantes. "

CAPÍTULO II

—¿Tu nombre?

Comienzo a dudar en cuanto aquella persona me pregunta. Estaría a punto de darme la vuelta, pero Tom está detrás mío.

—Es Evan Woods —responde por mi—. Y yo soy Tom Parker, ambos participaremos en el concurso de poesía.

—Bien, en dos semanas deben entregar una colección de poemas, y dos semanas después anunciaremos al ganador. Suerte a ambos.


—¿Lo ves? Puede que ganes Ev...

—Como anteriormente te he mencionado, no lo sé —interrumpo a mi acompañante.

Caminamos rápidamente dirigiéndonos a la salida del instituto.

—Bien, algún día leeré uno de tus poemas —afirma.

—Seguro —contesto, dudando de si aquello pasará.

Eso fue una las partes en las que más dudé al momento de inscribirme. Cuando llegue el día de entregar mi colección, las personas que la lean serán las primeras en conocer algo mío. La idea me resulta incómoda, pero es mejor haberlo hecho para después no escuchar incontables ocasiones a Tom diciendo que tengo que concursar.

Salimos del instituto, miro a la parte más alejada del estacionamiento, en donde se encuentra Helen besando a aquel bravucón.

Más vale que sepa que clase de relaciónn tiene, por más que cuide de ella, no me puedo entrometer y decirle con quién debe estar y con quién no. Eso es algo que debe aprender.

Es una lección que aprendí, pero no fue conociendo a personas, supongo que es algo que aprendí de niño.

Ni siquiera me molesto en esperar a que ella llegue a la parada del autobús, me dedico a observar el cielo desde mi lugar, con Tom adelante conversando con alguien por teléfono.

Despego mi mirada del nublado y gris cielo y ahora solo observo en distintas direcciones, hasta que mi concentración desinteresada ubica a aquella chica de la libreta de color negro.

Su mirada está en el suelo, el viento ocasiona que su cabello cubra parte de su blanquecino rostro. Se dirige hacia este lugar hasta que se forma en la fila, al menos diez personas detrás mío.

Es una suposición obvia pensar que es probable que también participe en el concurso de poemas...

—¿Entonces Evan? —miro a Tom, supongo que estaba preguntándome algo.

—¿Qué decías?

—Oh, vamos. Decía que si quieres ir a mi casa un rato. Hoy no trabajo en la tienda de tatuajes así que podríamos ver algún maratón de películas o salir a algún bar.

Evan Woods.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora