IV

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"Frío, hace tomar bebidas cálidas por temor a no sentir nada,

Ayuda y hace ser realista, pero el dolor es demasiado,

Frío, hace mirar álbumes de fotografías y pensar en lo que se está cambiado,

Es la melancolía, tan azul como la tristeza a la que fríamente conlleva. "

CAPÍTULO IV

—Evan, cariño...

—He llegado —anuncio lo obvio a mi abuela. Entro a la casa, dirección a la cocina para servir café en aquella taza de color negro.

—¿Estás bien? —pregunta mientras camina hasta entrar a la cocina detrás mío.

—¿Lo dices por qué estoy completamente mojado? Si, estoy bien.

Sujeto la taza y sirvo el magnífico líquido que sale de la cafetera hasta introducirse a la taza, creando un sonido relajante, al igual que el olor que emana.

Salgo de la cocina con la taza casi llena de café, miro a la sala, me percato de que en el sofá principal se encuentran Tyler y Helen, a la vez que Héctor les lleva un tazón de palomitas.

Los dos conversan sobre algo mientras miran a la televisión, seguramente una película.

Camino hasta llegar a las escaleras, las cuales subo rápidamente hasta que en unos segundos estoy entrando a mi habitación.

Desde la ventana puedo ver que la lluvia ha aumentado. Siento en mi interior una especie de destello que me recorre al mirar el cielo. ¿Por qué asemejo la lluvia con mi tristeza?

Me acerco al cristal, doy un trago al café mientras me encuentro con mi reflejo levemente borroso a causa de las gotas de lluvia que se deslizan verticalmente en el cristal de la ventana donde levemente puedo ver el nublado cielo.

Tal como el cielo en tonalidades grises me provoca algo en mi interior, el color de mis ojos lo interpreto igual a la tonalidad del café.

Doy otro trago al líquido, observo de nueva cuenta el cielo y una sensación aparece... Melancolía.


Abro los ojos, la habitación ha oscurecido. Las 7:45 pm. En unos minutos comienza el encuentro con Tom en el parque.

Me coloco una sudadera color verde oscuro mientras abro la ventana, las escaleras en estado de oxidación creciente mojadas por la leve lluvia que hay brillan debido a la lámpara que hay del otro lado de la calle y por el rastro de gotas.

Con cuidado bajo los peldaños, hasta que comienzo a avanzar a la cerca, la cual en diez segundos ya he escalado para ahora estar del otro lado de la calle... En donde una silueta se encuentra sentada en la banqueta mientras fuma un cigarrillo.

—Tom —digo. No es la posición que el adoptaría, así como tampoco el lugar al donde vendría. Al menos no desde hace tiempo.

---No —responde la voz de Tyler mientras se levanta y me observa.

Molesto por su presencia, me doy la vuelta y empiezo a caminar, queriendo estar alejado de ese tipo.

Evan Woods.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora