Advertencia: Sad
Lo sé, y lo siento pero esque vivo enamorada de Draco Malfoy y necesito hacer un imagina de él para que mi ser pueda seguir existiendo.⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺⏺
Imagina ser la novia de Draco Malfoy en su sexto año, pero, el te oculta la verdad todo el tiempo...
- Draco por Dios... ¡Soy tu novia!
- Tn, ya lo sé... ¡Pero yo no te estoy... Ocultando nada...!
- Draco, veo la inseguridad que tienes a kilómetros, solo dime qué te está pasando. - Pero Draco solo se giró y se fue por la puerta de la sala común de Slytherin. Tú soltaste un chillido y te cruzaste de brazos mientras te dejaste caer sobre los acolchado sillones debajo de la tenue luz verde. Crabbe y Goyle, los grandes amigos de Draco te miraban, tú solo les dirijiste una mirada asesina.
-¿!Que!? - Dijiste haciendo que ambos se giraran notablemente asustados.. . .
El día afuera del castillo no parecía demasiado acogedor, millones de nubes acoplabam el cielo estrellado. Tú estabas sentada en la mesa de Slytherin, miraste tu plato de patatas asadas y esbozaste una mueca de asco apartaste el plato hacia delante y escondiste la cara entre los brazos cruzados. Era extraño que el profesor Dumbledore no estuviera en su silla como de costumbre, de hecho, nadie le había visto en toda la tarde, y la porfesora McGonagall estaba algo preocupada. Desde la discusión de aquella misma mañana no habías tenido noticias de Draco, y aunque te costaba asimilarlo, estabas preocupada por el. Te levantaste de la mesa sin haber probado bocado, y te dirijas a la sala común de Slytherin para arreglar las cosas con Draco, pero para tu sorpresas el no se encontraba allí. Blaise Zabini se encontraba molestando a unos niños de primer curso.
- ¡He Blaise! - dijiste gritando y el se giró.
- Recordad niños, vigilado vuestras espaldas... O el Barón Sanguinario podría aparecer!!! - dijo haciendo que los niños salieron corriendo hacia los dormitorios. Se giró y pude ver una expresión triunfal en su cara.
- ¿Que pasa Blodge? - pregunto mirándome de arriba abajo.
- ¿Has visto a Draco?
- Si lo vi cuando me dirigía hacia aquí, decía que iba a ver a Dumbledore a la torre de Astronomía, pero no me dijo porque.
- Vale, gracias Blaise. - dijiste apurada pues ya estabas corriendo por los pasillos para salir al exterior del castillo. El aire frío te golpeó la cara como una buena bofetada pero lo ingnoraste y seguiste corriendo hacia la torre de Astronomía, que se levantaba por encima de la penumbra y estaba pobremente iluminada por la tenue luz de la luna. Subiste las escaleras pero te sobresaltaste al encontrarte con Harry bajo ellas, el te miro asustado y te cogió de la muñeca para que te unieras a el.
- Potter, pero que...? - no pudiste decir nada porque la voz inconfundible de Draco te erizo la piel.
- ¡No lo entiendes! ¡Tengo que hacerlo! ¡Tengo que matarle! ¡O el me matara a mi! - dijo levantándose la manga de la camisa negra dejando ver... La marca tenebrosa. La sangre se me heló en las venas, deseaba que todo aquello fuera una horrible pesadilla.
- Draco... Tú no eres ningún asesino. - decía la calmada voz de Dumbledore. Pero entonces aparecieron por la escalera Snape, Dolohov, Bellatrix... Y una infinidad de mortífagos que ignoraba como habrian conseguido entrar a Hogwarts. Snape se interpuso entre Draco y Dumbledore hechando a este primero hacia atrás, cayéndose, entonces me vio. Con los ojos llenos de lágrimas y la cara pálida. El esbozo una cara de preocupación y comenzó a negar desesperadamente con la cabeza.
- Snape... Debes ser tú quien me mate. - dijo Dumbledore.
- Avada Kedavra. - dijo la fría voz de Snape. De su varita brotó una luz verde que golpeó a Dumbledore dejándolo sin vida. Snape y los demás se llevaron a rastras a Draco bajando las escaleras. Harry y yo los seguimos hasta la cabaña de Hagdrid, que estaba siendo incendiada por Bellatrix quien saltaba y gritaba de alegria.
- ¡DRACO MALFOY! - Dijiste gritando al borde de la locura. El se giró y te miro con ojos desesperados, comenzó ha acercarse a ti pero tú lo apuntaste con la varita. - ¡DESMAIUS! - gritaste aún llorando y Draco se lanzó por los aires cayendo a unos centímetros. El se levanto aun con intención de volver a hablar contigo, hablar, al contrario de lo que tú pensabas, no parecía tener intención de atacarte. Pero, la ira de comía por dentro, no entendías porque, después de entregarle toda tu confianza, el no había sido capaz de contarte lo que le tenía tan preocupado. Le apuntaste con la varita y gritaste.
-¡CRUCCIO! - Draco se cayó de inmediato al suelo y comenzó a retorcerse de dolor en el suelo, lanzaba desgarradores gemidos pero tú te habias quedado petrificada, incapaz de mover la varita, y derramando lágrima tras lágrima
- ¡No! - comenzó a gritar Snape acercándose a ti, iba a lanzarte algún hechizo pero Harry se interpuso y grito apuntándole con la varita.
- ¡Expelliarmus! - la varita de Snape salió disparada y Harry la agarro al aire. Luego se volvió hacia ti.
- tn, para, déjalo no te reconfortara. - pero al ver el estado en el que te encontrabas, le dio un golpe a tu varita desviando la de Draco y partiéndola en dos, tú solo miraba a Draco, que sollozaba desesperadamente mientras te miraba con ojos vidriosos.
- Tn... ¡Cómo has podido hacerme eso! - dijo gritando mientras lloraba aún más fuerte. Tu te acercaste lentamente hacia Draco, quién retrocedía lentamente, una vez enfrente de el, le tendiste la mano en frente de su cara.
- Tu varita. - dijiste tranquilamente. El puso cara de confusión, parecía no entender nada. Pero era tan sencillo a tus ojos.
- ¿M... Mi varita? - dijo con voz temblorosa.
- Si, Draco quiero tu varita. - con la mano temblorosa te entrego su varita. Te desplazaste unos pasos hacia atrás sin girarte mientras disfrutabas de tus últimos minutos de vida. Lentamente, te apuntaste a ti misma con la varita.
- TN... ¿Qué haces? - dijo Draco asustado.
- No... Ya lo comprendo... ¡Tn, no! - grito Harry.
- ¿No lo entiendes? - preguntaste mirando a Draco. Suspiraste y comenzaste a explicar. - Draco, el último hechizo que Voldemort tiene que ver un tu varita es la maldición asesina, solo así no te castigará y confiara en ti. Pero, para que eso pueda suceder, alguien tiene que morir. - dijiste llorando.
- No... ¡NO! - pero ya era demasiado tarde, lo último que oíste fueron las palabras "Avada Kedavra" pronunciadas por ti misma, un rayo de luz verde te golpeó directamente en la cara y sentiste como tu cuerpo caía al suelo, luego, la oscuridad se apoderó de todo lo sé te era querido. La muerte, se apoderó de tu alma.
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Imaginas De Harry Potter [EN PAUSA]
FanfictionJuro solemnemente que mis intenciones no son buenas.