▶Fred y George x2◀

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Continuación de la primera parte.

No fue una buena idea... Fred estaba recostado en su acolchada cama con Angelina encima, y como es de esperar, ambos se estaba besando apasionadamente, pero ninguno de los dos se había percatado de que yo había irrumpido en su preciada intimidad. Me quedé congelada en la puerta, quería correr pero parecía que mis piernas estaban clavadas en el suelo con unos gruesos tornillos. Mi ojos comenzaron a humedecerse y lágrimas corrían por mis mejillas para morir en mis labios, nunca me había sentido tan desgraciada. Angelina giró la cabeza de Fred para comenzar a besar su cuello mientras el la sujetaba por la cintura. Entonces me vio, y sus ojos se abrieron como platos. Se quedó inmóvil con Angelina encima.
- Tn...- susurro haciendo que Angelina también mirada hacia donde yo estaba. Para aquel entonces yo ya estaba llorando a mares y sollozando como nunca. Agache la cabeza escondiendo mi pálida cara entre mi pelo y cerré con suavidad la puerta. Comenzé a bajar lentamente las escaleras hasta que escuché unos fuertes pasos detrás de mi. La madera crujía haciendo un gran ruido. No había nadie en la sala común puesto que era horario de clases.
- Tn!!!! - Gritaba Fred desesperado pero para mi era como escuchar llover, mi nombre en sus labios ya no había el efecto mágico que solía hacer sobre mi. Seguí caminando hasta que la fría mano de Fred tomo contacto con mi muñeca. Yo solo me gire lentamente aún mirando al suelo.
- Esto... Yo... No quería, tn, yo te quiero, de verdad. - Se excusó pero yo no dije nada, seguía mirando mis viejos zapatos mientras las palabras de Fred se esfumaban en el aire.
- Tn, por favor, di algo. - Dijo cogiendo con su otra mano mi otra muñeca y juntando mis manos en su cálido pecho. Pero yo no dije nada, no quería gritarle, ni decirle todas las cosas que me ha hecho todo este tiempo, yo creo, que el mejor castigo para Fred, es no volverle a hablar nunca más, y fingir que nunca formó parte de mi.
Mis manos se deslizaron suavemente por las frías mano de Fred soltandome de su agarre, y comenzé a caminar hacia la salida con aire decaída.
Pasaron los meses, y yo seguía sin hacer caso a Fred, ninguno de los gemelos Weasley le dirigía la palabra a Angelina, ni entre ellos. Yo había dejado de asistir a las clases que tenía con Gryffindor. Pero Fred no era el único que lo pasaba mal, yo también añoraba su aroma y su calidez. Fue anunciado que habría un baile de Navidad para el Torneo de los tres magos. Obviamente en ningún momento tuve intención de ir, pero, Seamus Finnigan, me lo pidió tan desesperadamente que al final decidí aceptar. No fue difícil escoger un atuendo, un vestido rojo de estilo francés y unos altos tacones negros fueron lo que lleve aquella noche.

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A pesar de ser el traje más sencillo de todo el curso, las chicas de mi casa, Ravenclaw, afirmaban que estaba guapísima

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A pesar de ser el traje más sencillo de todo el curso, las chicas de mi casa, Ravenclaw, afirmaban que estaba guapísima. Baje algo indecisa las escaleras que conducían a la sala donde se celebraría la fiesta. Seamus me esperaba al pie de las escaleras y esbozó una sonrisa segura en cuanto me vio. Yo, al contrario que el, esbozé una tímida sonrisa. Entramos de la mano en la gran sala, que estaba decorada de hielo por todas partes y millones de luces que brillaban en los maravillosos ojos de Seamus. Pero eso no fue lo que me llamo la atención, si no un cabello largo y pelirrojo que destacaba entre la multitud, acompañado de... Angelina? Mi irá en aquel momento despertó después de haberla tenido enterrada durante todos estos meses. Fred no tardo en darse cuenta de mi presencia, y juraría que se le iluminó la cara al verme. Se excusó de Angelina y se dirigió hacia mi, Seamus, que lo había visto todo, decidió escaparse con la excusa de ir a hablar con Dean Thomas. Fred se paró enfrente de mi con una sonrisa en la cara, pero yo solo miraba a cualquier parte menos a el.
- Tn. - dijo esperanzado. Yo me gire bruscamente hacia el.- permíteme que te diga que eres la chica más guapa en esta habitación.
- Ya, por eso has venido con Angelina. - Fred me miro con expresión triste y bufo mirando hacia Angelina quien hablaba alegremente con George.
- ¿Ahora os llevaís todos bien? - pregunté aunque ya sabía la respuesta.
- Si, hablemos y llegamos al acuerdo de que seguir enfadados era una estupidez. - solo asentí con el entrecejo fruncido. - Tn... No lo entiendes.
- No entiendo, que. - No pudo responderme porque Angelina apareció por detrás y se llevó a Fred quién me miro triste. El baile comenzó con bailes lentos, Seamus me invitó a bailar pero le negué, ya que no estaba de ánimos para bailar, me senté en una mesa y mire como las parejas bailaban agarradas al compás de la canción. Suspiré, me sentía muy sola. En aquel momento alguien se paró enfrente mío, al principio pensé que era Fred, pero después de mirarlo mejor vi que era George. Me tendió la mano y me regaló una hermosa sonrisa.
- No es posible que la chica más guapa de esta noche este sentada y sola. - sonreí, George nunca había sido malo conmigo. Le tendí mi mano y él me alejo a una punta de la sala, al contrario de lo que me esperaba, comenzó a mover las caderas alegremente mientras sus brazos acompañaban las caderas, nada acordé con la canción. Yo sonreí confusa y él me cogió la mano y comenzó a darme vueltas sobre mi misma. Pero en unas de esas vueltas, me dio la sensación de que se fue y alguien vino rápidamente. Quién suponía que era George, me agarró de la cintura y me apegó a su cuerpo lo más que pudo, esta vez comenzó a bailar al son de la música, lentamente.
- Quédate conmigo. - susurro la voz de Fred en mi oído. - lo siento, lo siento por todo y más pero... Tn, me atrevo a jurar que eres la única persona de la que me he enamorado en mi vida, te amo más que a mi mismo, y ya es decir. - intenté separarme pero Fred me apegó más fuerte a el. - Porfavor, quédate conmigo hasta el final. - solo me relajé y baile con el. Aquel era, mi pelirrojo favorito.

 Aquel era, mi pelirrojo favorito

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