Izquierda, derecha, izquierda

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En medio de la sala, los dos discutían sin ceder terreno. Uno quería poner el portarretratos en la parte izquierda de la chimenea, mientras que el otro deseaba colocarlo en la parte derecha de la misma.

Un par de días atrás, mientras daban uno de sus ya acostumbrados paseos, se toparon con un pequeño zorro amarillo, quien llevaba un reluciente aparato nuevo en manos.

-Hola chicos, ¿Qué hay? -Les saludó cortésmente el niño de las colas gemelas.

Amy quien iba colgada del brazo de Shadow, correspondió el saludo de manera alegre. -¡Hola Tails! Pues ya ves, salimos a caminar un poco. -La mirada de la chica, se desvió del rostro del de ojos zafiro, para centrarse en el dispositivo que llevaba este consigo. -¿Y eso? ¿Un nuevo invento?

-Se podría decir que sí. Knuckles me encargó la reparación de una vieja cámara fotográfica que tenía, pero he aprovechado para hacerle algunas modificaciones extras. -Se explicó de manera orgullosa. No cabía duda alguna, de que ese chiquillo era todo un genio.

El azabache esbozando una leve sonrisa, musitó. -Deberías tener cuidado, niño. Cuando menos te des cuenta, el G.U.N va a terminar arrastrándote con ellos.

-¿Eso es un cumplido? -Cuestionó bastante divertido el pequeño.

La chica abrazándose al erizo de vetas rojas, exclamó entre risillas. -Cosas como estas, sólo pasan una vez en la vida Tails. No lo preguntes, ¡Disfrútalo!

La confianza entre el huraño y la expresiva, se había afianzado aún más con el pasar de los días. Se notaba a simple vista, que disfrutaban la compañía del otro.

Sin perder el tiempo, el joven zorrito aprovechó para capturar el momento que presenciaba en esos instantes.

-¿Pero qué demonios...? -El flash de la cámara llamó la atención del erizo azabache, quien había quedado un poco aturdido por la luz.

-Vamos, sin enfados. -Poniendo la fotografía en manos de la pareja, el pequeño se excusó. -Lamento la indiscreción, pero sentí que no podía dejar pasar esto. Tómenlo como un obsequio, ¿Les parece? -Sin esperar respuesta, el zorrito alzó el vuelo perdiéndose así en el horizonte.

Todo aquello, nos lleva al predicamento actual. En aquella sala de tonos rosas, dos erizos enfurruñados, continuaban discutiendo sobre el mejor sitio para colocar su primera fotografía como pareja.

-Izquierda. -Reclamaba de manera infantil la jovencita.

-Derecha. -Demandaba de manera seria el huraño.

-Izquierda.

-Derecha.

-¡Izquierda!

-De re cha.


FIN.

ShadAmy - After daysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora