Shadow The Hedgehog, llevaba dos semanas viviendo en casa de la eriza rosada. Durante numerosos días, ambos estuvieron buscando un sitio en el que él pudiera quedarse a vivir, pero tras numerosos fracasos decidieron rendirse. De todos modos, disfrutaban la mutua compañía y el estar juntos a pesar de las diferencias les llenaba.
Durante ese tiempo, la jovencita de ojos esmeralda había tomado como costumbre el levantarse más temprano que el azabache, para así poder preparar el desayuno para los dos.
El despertador irrumpió en el silencio que predominaba en el cuarto de la rosa, que perezosamente se incorporó para poder apagarlo. -Un nuevo día... Muy bien, en marcha. -Se dijo para sí misma con una reluciente sonrisa.
Dirigiéndose a la cocina, consiguió percibir que de esta salía un aroma realmente alarmante. Sin dudarlo, aceleró su paso esperándose lo peor.
Al entrar de golpe por la puerta, se encontró con un erizo de vetas rojas bañado de pies a cabeza en harina. -Pfff... -Sin permitirle expresarle la gracia que esto le causó, el señalado le frenó en seco con un tono más serio del que acostumbra utilizar.
-Ni se te ocurra... Amy... -Ella sin prestarle atención, se le acercó riendo a carcajadas.
Tomando un paño, la niña se ubicó enfrente del huraño y posó suavemente una de sus manos en la mejilla de este. -No pidas imposibles, tontito. -Con delicadeza, comenzó a limpiar el rostro de Shadow con cuidado, dejando escapar una que otra risilla muy por lo bajo.
-Yo limpiaré todo. -Soltó el chico a lo que se sacudía la suciedad de su pecho.
-Si eso quieres está bien. -Consintió la pequeña Amy, a lo que plantaba un suave beso en los labios del azabache. -Y a la próxima vez, te aconsejo que comiences por algo más fácil, ¿Te parece?
Él con una leve sonrisa, se cruzó de brazos captando el porqué del mensaje. -¿Desde cuándo te volviste tan analítica, niña? -Le cuestionó de manera socarrona.
-¿Y tú desde cuándo te volviste tan considerado, gruñón? -Preguntó esta a manera de reto.
Despeinando el cabello de la niña, musitó. -También soy de utilidad.
Aquella frase, hizo que la rosa se le quedase mirando a los ojos con una expresión desorpresa esbozada. Él le miró fijamente a los ojos, las palabras en ese instante no se necesitaban y esto lo comprendió la pequeña sintiendo una agradable calidez en su corazón.
FIN.
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ShadAmy - After days
FanfictionHistorias cortas, basadas en la ahora vida en conjunto que se encuentran compartiendo Shadow y Amy. (Para entender la línea de tiempo, es necesario escuchar primero "Shadamy The Week" en Youtube )