Días en solitario

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Hoy es uno de esos días... Me siento tan aburrida sin él en la casa. –La pequeña rosa, se encontraba recostada en el sofá de su sala mientras contemplaba el techo.

Desde muy tempranas horas se encontraba sola, pues el erizo azabache había salido a trabajar para el G.U.N desde altas horas de la noche anterior, y no se notaba señal de que fuera a llegar pronto.

–Qué tonta eres Amy Rose, sentirte dependiente de ese amargado. –Se reprochaba la chiquilla, al darse un par de golpecillos despejantes en sus mejillas. –Ahora que tienes tiempo libre, lo puedes aprovechar para hacer varias cosas o aprender otras, ¿No? –Se cuestionó a sí misma de manera animosa, sin duda monologaba de forma motivadora. –Hace tiempo que tengo ganas de cocinar un "Ajiaco", así que creo que le avisaré a Cream para que me ayude con eso. Después de todo, mamá Vanilla fue quien me pasó la receta y seguro que ella me puede enseñar mejor la preparación.

Con su humor vigorizado, la chica se levantó del sofá disparada con dirección a la cocina, pues lo primero que debía hacer, era asegurarse que tuviese todo lo necesario a mano.

Abriendo el refrigerador, sacó una a una las gavetas. En su interior, pudo encontrar papas de todo tipo, maíz más que suficiente, ajo y cebollas.

–Perfecto. Los condimentos ya los tengo también, así que tengo todo lo que necesito utilizar. La sopa quedará deliciosa, espero y sobre para que Shadow la pueda probar. –En ese instante, el rostro alegre de la chica cambió de golpe. Nuevamente y sin querer, evocó el recuerdo del erizo huraño. –Hmmm... Supongo que, aunque lo intenté, no puedo evitar pensar en él.

–¿Pensar en quién? –Le cuestionó una voz masculina a sus espaldas.

–En mi amargado novio. No sé porqué, pero no puedo evitar pensar en él cuando no lo tengo cerca... Supongo que será porque... ¿Eh? Espera un momento. –Al girarse, se encontró con aquel azabache cruzado de brazos, quien le sonreía muy divertido. –Shadow...

–Nunca dejas de actuar raro, niña. –Posando una de sus manos sobre la cabeza de la rosa, despeinó suavemente su cabello. –Lo peor de todo, es que me has contagiado tu rareza...

Esbozando una mueca de confusión, la chiquilla le cuestionó de manera inocente sobre lo que este había acabado de afirmar. –¿Qué quieres decir con eso...?

–En todas partes veo tonos color rosa, ¿Esa es suficiente respuesta? –Respondió con una ligera nota de molestia en su voz. De todos modos, el erizo huraño aún no conseguía acostumbrarse a abrirse al cien por ciento acerca de sus sentimientos.

Obsequiándole una tierna y comprensiva sonrisa al azabache, la chica se separó de este. Tomó un banquito y subiéndose en él, se dispuso a sacar los condimentos de la alacena. –Shadow, por favor pela las papas que están en la segunda gaveta del refrigerador. –"Ordenó" con suave voz. –Me alegra que... No sea la única dependiente después de todo... –Susurró para ella misma muy por lo bajo.

FIN

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2017 ⏰

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ShadAmy - After daysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora