Fuera de Foco [Showkiho]

Descubriendo el mal

Yoo Kihyun es ni más ni menos que un chismoso de primer nivel. Trabaja para la compañía de televisión, diario y revista más conocida de Seúl. Lo son por sus programas y novedades que siempre descubren primero que todos y arman grandes escándalos, destapando las verdades más bochornosas de la "alfombra roja". Y él es uno de los mejores fotógrafos. Lo sabe y le encanta. ¿Qué decir? Es una persona feliz por trabajar de lo que le gusta. Su sueldo es perfecto y lleva una vida saludablemente divertida con unos cuantos amigos y algunos pocos enemigos: su competencia, que le sigue como si él fuese un ídolo. Sin contar que es lo suficientemente guapo para serlo. Kihyun simplemente nunca se aburría de su vida.

—Tienes que descubrir lo que sea de Son Hyunwoo. Hay rumores cada vez más sospechosos. Se lo ha visto en lugares inhóspitos. Solo tú puedes descubrirle, los que hemos mandado vienen siempre con las manos vacías o demasiados asustados para seguir. ¡Asustados! ¿Puedes creerlo? — Kihyun tenía la mirada ida en una foto, el tipo era realmente alto, sexy, jodidamente sexy, tenía los ojos de un depredador y con solo verlo en la foto el peli rosa podía entender por qué el miedo. Él era una pulga a su lado, bueno, eso le servía para meterse por muchos lugares a tomar fotos. Pero igualmente había algo en su interior que le traía inseguro. El único problema era que su orgullo le impedía rechazar la oferta.

Esa misma noche decidió empezar. Terminó de recopilar la información que le habían dado de base y se puso manos a la obra. El chico estaba filmando una película en las afueras de la ciudad, el fotógrafo se manejaba en moto por lugares lejanos y en bicicleta de ser cercanos. No es que no tuviese un auto, pero lo demás era más fácil de ocultar.

Una semana entera le estuvo siguiendo. Había algo que no tenía sentido. Hyunwoo siempre desaparecía de su radar a la misma hora y en el mismo lugar. Era como si se esfumara. Al octavo día decidió que iría al lugar antes de tiempo, intentaría con diferentes puntos hasta dar con el lugar exacto.

Una hora lo estuvo esperando, metido entre mil ramas, ramitas y arbustos, se mimetizaba con el entorno por completo. Cuando le vio llegar no dudó en empezar a tomar fotos, el chico hablaba por teléfono con alguien y su risa de bobo hizo que Kihyun se derritiera un momento. Él era abiertamente bisexual, aunque solía inclinarse por las mujeres, muy pocas le gustaban. Su estatura le impedía bastantes cosas. Pero no trabajar, no señor, estaba tan acurrucado que nadie lo notó. Sin embargo sintió de repente que algo caía sobre él, la misma atmósfera para ser francos.

Cerró los ojos con fuerzas y lentamente puso la cámara para que sacara fotos en modo automático. Se sentía mareado. En algún momento genuinamente se desmayó. Para cuando abrió los ojos seguía en el mismo lugar, sumamente incómodo. Miró la hora, habían pasado sesenta minutos luego de que el chico desapareciera. Ni mierdas, Kihyun no era un temeroso, pero estaba asustado como bebé. ¿Se había desmayado una hora de pura casualidad? Su corazón latía como loco. Miró a todos lados y no había nadie, apenas tomó coraje estaba sobre la moto yendo a su casa.

Se encontraba tenso y tardó en acomodarse para ver el producto. Con una lata de cerveza en su mano fue conectando a su pc portátil la cámara, las vio una a una. Estaba orgulloso, se había desmayado firme en su lugar, sosteniendo la cámara en ángulo. Junto con el morocho alto había un rubio platinado de orejas puntudas, atractivo. Pero, ¿quién era? No estaba en sus registros de amigos o conocidos. Suspiró frustrado, siguió viendo fotos y en algún momento ellos se fueron de foco. Bueno, era algo bastante bueno para un primer rumor. Después de todo estaban cuchicheando, se pasaban algo en un sobre, droga, dinero, información, podía ser cualquier cosa. Kihyun sonrió victorioso, primer día de la segunda semana y ya tenía algo bueno. Las envió enseguida luego de editarlas, para la mañana siguiente estaría en todos lados. Esa noche durmió como un ángel.

Una pena que su felicidad estaba a punto de romperse en mil pedazos.

La mañana siguiente cuando llegó a la empresa recibió felicitaciones de todos lados, se regodeó. Había podido sacar información del que nadie podía. Ahora el chico iba a saber que lo estaban vigilando pero no importaba, siempre era así de todos modos y nadie podía evitarlo. Y las fotos, aunque estaban con su derecho de autor, salían bajo el nombre de la empresa. Pasó una semana más, el pequeño chico de pelos color rosa le tomaba fotos hasta en los lugares más recónditos. Pero sentía que algo iba mal. El chico no estaba esfumándose, parecía ir tranquilo por la vida, aunque hacía algunas cosas raras, eran lo normal para una celebridad. No fue hasta el fin de la segunda semana que se sintió lisa y llanamente extraño.

El actor estaba en la puerta de su casa, cruzado de brazos mirando a todos lados. Kihyun estaba hecho un ovillo en una esquina de un árbol, estuvo tentado a irse pero otra vez su orgullo le obligó. Hyunwoo observó hacia donde él estaba, pero sin mirarlo exactamente, sino que veía atrás. Kihyun miró sobre su hombro y ahí estaba el chico rubio, caminando en su dirección, tenía una sonrisa extraña en el rostro.

El peli rosa se levantó como si estuviese frente a un demonio y empezó a trotar en dirección contraria a ambos, mirando hacia abajo y aun así disparando con la cámara pequeña que tenía en el borde de la manga de su campera. Él era un profesional. Uno que ahora estaba asustado como la mierda. Y tembló de pies a cabeza cuando sintió una mano en su hombro, enseguida empezó a correr sin mirar atrás. Le estaban siguiendo. Sentía los pasos detrás suyo, queriéndole volver a agarrar. Movió la mano y sacó fotos mientras corría por su vida o al menos eso sentía. Enseguida sintió un agarre en su cintura que le alzaba por el aire y unos ojos azules se le plantaron en el rostro. Estaba en sus brazos como si fuese un saco de plumas. Abrió los párpados llenos de miedo y tembló.

Después de eso todo se tornó oscuro.