La mirada de Hoseok era sumamente profunda, Kihyun se había perdido en ella mientras gritaba. Le parecieron horas, días, su garganta dolía horrores y se encontró odiosamente llorando. Cuando el dedo del chico salió de su frente tenía las uñas completamente normales, pero en su carne escocía un dolor profundo y se sintió más cuando la sangre le resbaló a la nariz. El peli rosa miró al ajeno por un segundo y cerró los ojos. Pronto cayó rendido en su propio peso, pero sin dejar su conciencia. Simplemente había perdido las fuerzas para sostenerse. Sintió dolor en sus muñecas pero nada comparado con su cerebro.
Unas manos le cargaron la cintura, notó sus piernas libres, pero como gelatinas no las podía mover. En un instante estuvo sobre unos brazos. Tenía las muñecas libres y ya no cargaban su cuerpo. Empezaba a arderle la herida. Para cuando volvió a abrir los ojos, estaba sentado arriba del actor, de costado sobre sus muslos, en uno de los sillones anteriores, el rubio tenía la mirada sobre su piel, sentado en frente y desconcertado.
— Temerle a la muerte infligida es bastante certero. Supongo que no te gustó sentirlas, creo que gritaste más cuando te ahogaban. — Kihyun estaba transpirado, agitado y su rostro reposaba en un pecho, lo sabía porque estaba subiendo y bajando, intentó mirarlo y se quejó del dolor de cuello, sabía que era Hyunwoo, intentó moverse y le sujetaron la cintura. Maldijo, balbuceando, porque apenas podía hablar y cuando lo hacía dolía como el infierno, temía que sus cuerdas vocales se le hubiesen lastimado. Su mirada perdida paseaba en la de ojos azules y luego alrededor, se tambaleaba con cada intento que hacía. Al final dejó caer su conciencia cuando su cuerpo ya no le dio tregua.
No supo cuánto tiempo pasó, pero se despertó de repente, asustado, como en una pesadilla y se removió en el lugar. Estaba sentado sobre una mesada larga, su cuello estaba agarrado de un collar que mediante una cadena iba directo a la pared. Sus extremidades estaban libres y una venda le cubría las muñecas. Sintió frio y estiró la remera contra sus piernas.
— E-esto es enfermo. ¡Esto es violar la ley de periodismo libre! ¡Y-y... esto es un puto secuestro. — le dolió horrores gritar y se cubrió el rostro con ambas manos cuando terminó la oración. No era tan grave lo que había hecho. ¿Qué les pasaba? ¿Y cómo es que le habían hecho tanto mal tan fácilmente, sin casi tocarle? Kihyun estaba más asustado por el hecho de estar sufriendo tanto sin tener grandes heridas, las muñecas eran lo de menos, realmente no le dolían tanto como el interior. Sin contar que no entendía, ¿cómo se supone que esa venganza iba a ayudarlos?
El peli rosa estaba enojado, frustrado. Apoyó la cabeza en la pared y se acurrucó en sí mismo. El suelo estaba a menos de un metro pero si intentaba ir se ahorcaría. Miró a los lados, observó que tenía una aguja en el brazo que iba a un suero. ¿Siempre estuvo ahí? No estaba seguro si debería sacárselo o no. Aun así lo hizo y lanzó todo al suelo, haciendo que un chirrido metálico hiciera eco. Cuando miró a su otro lado había una jarra de agua con un vaso. Suspiró, tenía demasiada sed para negarse. Había gritado y transpirado lo que en una vida. Bebió y pronto se quedó con la cabeza apoyada en una rodilla. Era sumamente inteligente, pero no tenía idea qué hacer en esos momentos. ¿Hacerse el amigo? ¿Pedir perdón? Ni mierdas, su orgullo no se lo permitía. Al final sus pensamientos se callaron con el sonido de unos zapatos.
— Hyunwoo... — susurró, deslizando las palabras, el otro sonrió y asintió, alzó una mano y la pasó por su mejilla y luego por su cuello, tironeando del collar hacía arriba.
— Eres un chico muy fuerte. Solo han pasado diez horas. Veinte desde que estás en mis manos. No recuerdo que alguien haya despertado tanto. Es bueno que avises con ruidos. — se acercó y empezó a olerle el rostro, el pequeño chico chasqueó los dientes y clavó un puñetazo en el rostro ajeno, pateándole con fuerzas el estómago para alejarlo lo más posible.
— Te juro, vuelves a olerme o morderme otra vez y voy a enterrarte los dedos en la cabeza. Maldita sea. ¡Esto es violación a los derechos humanos! — el morocho, que había dado pasos hacia atrás cuando sintió los golpes, se relamió los labios y se le escapó una risa. Le miró a los ojos y se acercó, sujetándole los tobillos para separarlos y meterse entre sus piernas, le golpeó con sus caderas y el menor dejó salir un gemido, seguía desnudo y sus genitales se golpearon.
— Esto iba a ser solo una advertencia. Pero te crees muy listo. Voy a romper ese orgullo tuyo. Te había traído a tus amigas. — apuntó a un lado con el pulgar, sus cámaras estaban en una bandeja sobre un carrito. El pecho del peli rosa se contrajo y se mordió los labios. El más alto sonrió y asintió.
— Iba a dártelas luego de que borraras todo. Pero hiciste algo muy malo. Haz las cuentas. — Kihyun le miró, molesto y levemente sonrojado, sus labios se sellaron al instante. Sus cámaras estaban conectadas por transmisión de datos. Para ese entonces todas deberían estar en la empresa. Solía mandarlas luego de filtrarlas, pero por cualquier inconveniente, si se perdían o rompían siempre se auto enviaban luego de doce horas. O sea que probablemente, teniendo en cuenta el horario anterior, las fotos acababan de salir a la luz.
Mierda.
Tragó duramente y se quedó estático. Pronto se escucharon golpes en la puerta.
— Hoseok seguro tiene muchas ganas de verte. — más golpes y la puerta se cayó, era de metal y, joder, parecía de hierro fundido y ahora estaba toda doblada.
— Déjame matarlo como sacrificio. — los pelos del chico ahora estaban con las puntas azules y brillantes como si fuese fuego de color. Los dedos del más chico se hundieron en la ropa del morocho tan rápido como le dio la destreza, intentando usarlo como escudo.
—Mi cara se ve casi perfectamente, con suerte no se me ven las marcas. Shownu, ¿qué se supone que haré ahora? — el peli rosa se quedó mirando, no entendía a quién le hablaba pero eran tres y claramente no se dirigía a él. Así que, ¿Shownu? Se mordía los labios, notó la mirada del de piel tostada sobre él y cómo le recorría como queriéndoselo comer.
— Supongo que la única solución es usarlo y que sirva como bloqueo hasta que pase el año. Sería una buena barrera hasta que seas libre. Su sangre es lo suficientemente fuerte. — los ojos de Kihyun se iban abriendo más cada vez y empezó a forcejear, removiéndose a un lado, tironeando de su cuello con las manos. Estaba silenciosamente desesperado por escapar de ahí. Hyunwoo le sujetó las muñecas y le golpeó un poco contra la pared, aplastando sus caderas que seguían entre las piernas.
— Tranquilo pequeño, no vas a poder irte a ningún lado y es mejor que no te sigas lastimando. Aparte, voy a terminar violándote si te sigues moviendo contra mí. — le reprendió como si fuese un niño, con una tonada paciente. Por su lado Hoseok parecía completamente preocupado y se mordía un dedo, dudoso al respecto.
— Prepáralo entonces. —
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Fuera de Foco [Showkiho]
FanfictionLa vida de Kihyun es perfecta, un balance entre diversión y seriedad. Es uno de los mejores fotógrafos de una de las marcas más reconocidas de la industria del entretenimiento. Todo iba bien hasta que tiene la misión de descubrir la vida del actor S...