Jeongyeon no había podido dormir desde entonces.Tras haber ido con aquellos 3, no había pasado por su hogar para nada. Ya no solo se trataba de ella, ya que tras haberlo reflexionado con más calma, concluyó que también su madre sería afectada. Al ser tan inestable temía que lo de la castaña con su padre se lo tomará a mal y quien sabe que terminará haciendo.
No quería que su mamá pasara por lo mismo que ella, aunque Jinwoo ya hubiera hecho sentir así a la mujer con anterioridad. Además arruinaría la relación entre la mamá de Momo y la suya. Tantas cosas de las que preocuparse con solo una cabeza que ya ni estaba consciente de lo que hacía.
Ya no podía llorar más, después de aquellos días (ya ni recordaba cuanto tiempo se la pasó lamentándose) su mente había puesto un candado en aquel suceso.
Jeongyeon era nueva en esto. La primera vez que se enamoraba genuinamente y la primera vez que le rompían el corazón. Todo al mismo tiempo. Tan instantáneo.
¿Así siempre son los primeros amores?
Ya no quería pensar en eso.
Y no lo hizo.
....
Pasaron unas semanas cuando el muchacho activista que conoció en aquel bar, Doyoung, se comunicó con ella.
"¿Qué opinas de venir a una marcha que hemos planeado?"
Recordó cómo le había dicho aquello con un brillo en los ojos, tan esperanzadores que se lo contagió a la rubia.
Accedió a ir.
La joven ya se encontraba en el punto de encuentro, sin embargo había demasiada gente que no pudo encontrar a Doyoung. Afortunadamente, el muchacho si la encontró a ella.
—¡Hola! Que bien que nos acompañes.
— Claro que vendría, ¿Qué no lo hacemos para tener un mejor futuro? —comentó con alegre desgano.
— Así se dice. Pues ahora ven.
La rubia siguió al muchacho entre la multitud y se ubicó al frente de toda la masa de gente que se encontraba en la calle.
Después de varios minutos, la protesta empezó.
La euforia de la gente, los gritos y cantos, los carteles, el sonido de las pisadas: todo aquello inspiró a la rubia y la alegría llegó a ella como no había llegado desde lo que había pasado con Momo.
Caminaron por lo menos una hora, cuando un grito se escuchó. Jeongyeon lo pudo escuchar, pero mucha gente a su alrededor no lo hizo. Al ver aquello lo ignoro, sin embargo tras unos minutos, más gritos se escucharon. Y esta vez la multitud si se detuvo.
La joven pudo observar cómo varios policías habían llegado al lugar. No le preocupo pero vio cómo uno levantaba su bastón y lo estrellaba en la cabeza de un muchacho.
Antes de que la rubia pudiera reaccionar, un policía lanzó algo al aire y calló al suelo. De un momento a otro todos a su alrededor empezaron a correr y más policías aparecieron, corriendo tras los que habían empezado a huir.
Se mantuvo estática por varios segundos, cuando Doyoung la jalo de la mano.
— ¡Corre! ¡Han lanzado gas lacrimógeno!
No pudo ni reaccionar, cuando ambos empezaron a correr junto con más personas. Algunos tropezaban y caían, mientras otros gritaban y lloraban a causa del gas. La rubia solo veía como los caídos eran atrapados por los policías.
Corrió con todas sus ganas, pero al momento de dar otro paso, una bomba de gas lacrimógeno cayó a sus pies.
No supo ni como, cuando ya se encontraba tirada en el suelo, sin poder respirar correctamente y con lágrimas en los ojos. Observó como más gente corría y caía. Abrió aún más sus ojos al ver rojo y con las pocas fuerzas que le quedaban, posó la mano en su frente. No pudo abrir más los ojos y lo ultimo que percibió fue su mano cubierta en sangre, los gritos de la gente huyendo y los de los policías persiguiéndolos.
Y cayó completamente.
se nota que tengo mucho tiempo libre
Ojalá siga así jeje