Por los días oscuros del dios caído
-Ahora solo tenemos una opción, sin embargo me faltan 10 minutos antes de llegar ¿Puedes entretenerlo un poco más?
-No.- respondió Chuuya, escuchando el suspiro de Dazai en su oído por el audífono de su oreja derecha.- lo he estado entreteniendo por mucho tiempo. Ya solo queda usarlo y esperar a que llegues a tiempo.
Chuuya era consciente de lo que decía, sabía que era la única opción. Había estado peleado contra el enemigo con todo su poder, sin llegar a utilizar corrupción, y aun así este permanece sin ningún rasguño.
Sintió como aquel ser se comenzaba a mover en su interior, esperando ansioso por ser liberado, pero él no dejara que ese demonio tomara el control de su cuerpo tan rápido.
-Puedes por favor quedarte quieto, aún no estoy muerto.- susurra con los labios apretados.
-No, aún no, pero siempre estas rozando la muerte.- respondió una voz en su mente. Sonaba tan fría como siempre- Tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero algún día llegara tu momento. Y hablando de momento ¿Dónde está tu otra mitad? ¿Tú sombra? La que llega en el momento preciso para arrancarte de mis garras.
-No está aquí, pero no por eso te confíes, aun no es mi tiempo.
-Para un dios caído, el tiempo no significa nada. Pueden pasar un año, diez años, cien años, y aun así para mí no será nada más que un suspiro, un simple segundo insignificante.
Chuuya suspiro, siendo consiente que las palabras del demonio eren ciertas, sin embargo no por eso iba a dejar de pelear contra lo inevitable.
****
La oscuridad le rodeaba, haciendo que en cada segundo se sintiera cada vez más sofocado. No tenía ni idea donde estaban, pero aun así mantuvo su postura recta (como Kyoduo-anesan le había enseñado) y mirada al frente, donde se encontraba la única fuente de luz, la cual apenas iluminaba lo que parecía ser algún tipo de celda.
Ya sin soportar el silencio, pregunto lo primero que se le vino a la mente a la persona que se encontraba adentro de esa celda, oculto por la oscuridad.
-¿Quién eres?
Primero hubo silencio, y luego una respuesta fría y rasposa.
-Soy Corrupción.
-¿Disculpa?- pregunto sorprendido el pelirrojo. Ese en verdad era un nombre muy raro.
-Soy Corrupción. Soy el prisionero y el carcelero.
Otro silencio. Chuuya se preguntaba si seguir su curiosidad o volver a preguntar quién era ese sujeto, ya que su nombre en verdad le sonaba muy fantasioso. Era un niño, así que se llevó por su curiosidad.
-¿Cómo puedes ser el prisionero y el carcelero a la ves? Eso es imposible.
-No para la muerte.
-¿Eres la muerte? Porque si es así, te has equivocado de persona. Es Dazai quien quiere morir, no yo.
-Soy tu muerte.
****
Y tenía razón, si no hubiera sido por Dazai, hubiera muerto cuando libero a Corrupción por primera vez, y la segunda y la tercera.
Pero esta vez era diferente.
Dazai seguía siendo un traidor, así que incluso en una misión propuesta por ambos líderes, él no podía confiar en el bastardo suicida le salvara nuevamente la vida. Y ahora Dazai se encontraba muy lejos, intentando pasar los obstáculos de sus contrincantes para llegar a su lado, no lograría salvarlo. No cuando Corrupción está cada vez más inquieto para llevárselo al infierno.
Y sin embargo, aun sabiendo que el moreno no vendría, pronuncio esas palabras;
-¡Oh!, Otorgantes de la Oscura Desgracia. No me despierten de nuevo.
Sintió como el poder comenzaba a quemar su piel, y antes de tener un pensamiento al respecto, todo se volvió negro.
****
Dazai se escondió entre los escombros, intentando que el demonio que poseía el cuerpo de su ex compañero no lo viera.
-¿Dónde estás Dazai Osamu? ¿Acaso has perdido la esperanza?- pregunto una voz que no era la de Chuuya- Sal de donde estés y enfrenta la realidad. ¡Es su momento y ambos lo sabemos!
La oscura persona que tenía la apariencia de Chuuya libero más poder, destruyendo todo lo que tenía a su alcance. Dazai al ver que el ser se daba vuelta y le dejaba la espalda desprotegida, aprovecho ese instante y se acercó a Chuuya, tomándolo del brazo.
-Lo siento, pero hasta que yo muera, el momento de Chuuya no llegara.
-Siempre se encuentra rosando la muerte, estando tu a su lado o no. Pronto, muy pronto, su cuerpo ya no soportara mi poder y por fin seré liberado. Aquellos que me encerraron en el débil cuerpo de la madre de este niño, lo pagaran, y tu, por entrometido, serás el primero que aplastare.
En todo momento los ojos azules sin brillo lo miraron, y la sonrisa que se formó mientras hablaba, no le agrado a Dazai, era la sonrisa de una persona que saber que tiene razón y que tiene todo el tiempo para esperar.
Cuando la criatura se fue, las marcas rojas que tenía el pelirrojo en sus brazos y cara, se desvanecieron, sin dejar rastro alguno. Al volver Chuuya se tambaleo, sin poder soportar el peso de su cuerpo, cayendo en el pecho de Dazai. Apenas logro abrir los ojos.
-Dazai...- suspiro dolorosamente.
-Tranquilo Chuuya, yo estoy aquí.- con estas palabras vio como cerraba los ojos y perdía la conciencia. Dazai se arrodillo en el suelo y acaricio el cabello de Chuuya.- Descansa compañero.
Fin del Capítulo Cuatro
Sé que puede resultar un poco confuso, pero básicamente es que el poder de Chuuya viene de un dios caído que esta sellado en su cuerpo, y que al ser liberado, toma control del cuerpo de Chuuya, consumiendo su cuerpo.
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Week Soukoku By Azuki Tsukiyomi
Random~~Primera vez en un Week Soukoku (bueno, en cualquier Week en realidad), así que espero que disfruten mucho de estos 7 días~~