14 (Especial)

3.7K 666 257
                                    

Holi, lamento la tardanza :c ahora de recompensa publicaré muchos capítulos ❤️
~~~

Theo pensaba.

Pensaba en muchas cosas, algunas importantes, otras sin sentido.

Como el caso de que haya sido expulsado sin merecerlo. El muchacho sin duda estaba enojado, seguía sin entender cómo rayos había gente tan injusta en este mundo; seguía sin entender el porqué de muchas cosas.

¿Por qué las personas buenas son las que más sufren? ¿Por qué los malditos hijos de puta siempre quedaban impunes? ¿Por qué los inocentes siempre pagaban?

¿Por qué él no podía ser feliz?

Theo se liberó, tuvo que decir la verdad. Caroline por obvias razones le pidió explicaciones, y él no pudo más.

Se desahogó, lloró, y soltó todo.

Caroline también lloró, se sintió estúpida al no darse cuenta de lo que su sobrino estaba viviendo, se sintió una mala compañera de hogar, una mala tía, una mala mamá.

¿Qué diría Rose, su verdadera madre, si viera que su hijo sufría?

Caroline prometió cuidarlo y hacerlo sentir bien; ella debía hacerlo, porque lo amaba, amaba a su sobrino. Para ella, Theo era el hijo que nunca pudo tener, y se prometió a quererlo como tal, por eso mismo sintió una enorme opresión en su pecho cuando notó que se había equivocado.

Escuchó toda su historia, el cómo lo comenzaron a tratar, la famosa pandilla de Mike y sus amigos, las miradas indiscretas que le dedicaban, pero sobre todo... Sintió una enorme indignación al escucharlo hablar sobre ese tal Jordan.

Le dolió, le dolió verlo tan vulnerable, Theo ya no lloraba como antes, y verlo nuevamente hacerlo fue lo peor que pudo haberle pasado en mucho tiempo.

Le contó lo que sintió cuando lo vio, lo jodidamente hermoso y prohibido que era, lo maldito y homofóbico que era, lo estúpido y ciego que era.

Porque , las personas que solo se dedican a criticar a otras sin conocerlas son simplemente gente estúpida y sin corazón.

Caroline sintió un gran rencor.

Theo era un ángel, merecía el mejor de los tratos, de verdad que lo merecía; pero no, lo único que recibía del mundo eran maltratos, críticas, gritos, golpes... ¿Por qué? ¿Por qué?

¿Por qué?

Al final, ambos se dieron un gran abrazo y después de miles de "Perdón" por parte de la mujer, y miles de "No te preocupes, no es tu culpa" por parte de Theo, ambos quedaron en contarse absolutamente todo, sin secretos, sin nada oculto.

Ellos mejorarían su relación, porque así es como debería ser una familia.

Theo parpadeó, se había perdido nuevamente en sus pensamientos.

Ahora no tenía mucho que hacer, salió de su casa dispuesto a caminar, mas no pudo hacerlo, se quedó pasmado al ver a ese chico que logró confundirlo en tan poco tiempo.

Jordan.

Sabía que ellos no eran vecinos, sin embargo, Theo siempre lo veía pasar, probablemente su casa quedaba cerca.

Desde aquel incidente que tuvieron, no habían vuelto a hablar. Ambos se encargaron de eso, sin embargo, ahora estaba viéndose frente a frente.

Jordan no pudo evitarlo, no había visto a aquel "chico marica" en más de una semana, debía admitir que verlo repentinamente hizo que su cerebro se desconectara por un segundo. Estaba desconcertado.

No podía dejar de mirarlo, ninguno podía dejar de hacerlo, era como un juego de miradas, un juego muy fuerte, potente.

Un repentino reto, en la cuál, ninguno de los dos estaba dispuesto a perder.

Theo fue el primero en reaccionar, sacudió su cabeza haciendo que el otro muchacho repitiera su acción, ¿en qué demonios estaba pensando al quedarse viendo a ese estúpido gay de mierda por tanto tiempo? ¿Cuánto fue? ¿Cinco? ¿acaso diez minutos?

¿Qué demonios?

Jordan quería insultarlo, de verdad quería, pero sencillamente las palabras no salían de su boca, no podía decir nada.

Theo decidió arriesgarse una vez mas, decidió ser tonto una vez más.

- Hola... - saludó.

Jordan abrió la boca y volvió a cerrarla, luego sacudió nuevamente su cabeza en un fallido intento de aclarar sus ideas, frunció el ceño y volteó a mirarlo con desprecio.

- Déjame en paz - e hizo un intento de seguir su camino.

Nuevamente todo explotó.

- ¿Se puede saber por qué me odias? ¿Qué demonios te hecho? - Jordan calló - ¡Joder, contesta!

- ¡No eres nadie para gritarme, maldito marica! ¡Das asco! - y ahí Theo comprendió.

- ¿Todo esto es por mi orientación sexual? ¿Es en serio? - Jordan asintió sin remordimiento alguno.

El muchacho avanzó unos cuántos pasos hacia Jordan, el otro por instinto retrocedió.

- Jordan, mírame - fue ignorado. - ¡Mírame!

- ¿¡Quién demonios te crees para hablarme de esa manera!? - Jordan alzó la mirada, y nuevamente aquel juego de miradas volvió, solo que esta vez nadie voltearía.

Ambos muchachos con el ceño fruncido, y ninguno estaba dispuesto a dejarse ganar.

- Jordan... - habló Theo - Tengo dos brazos, al igual que tú. Tengo dos ojos, al igual que tú. Tengo dos manos, al igual que tú. Tengo una nariz, una boca, dos orejas. Soy igual a ti, joder, soy un humano igual que tú, ¿por qué no puedes entender eso?

(N/A: Joder, esto me ha llegado hasta a mí)

- Porque al igual que todo lo que acabas de decir, también tienes un pene igual que yo, y el que te gusten, no es algo normal. - Theo pasó sus manos por su cara con frustración y algo de vergüenza.

- Dios, que manera tan estúpida de decir las cosas.

- Siempre he sido directo, con todos, incluyendo mi propia familia. Tú no eres la excepción.

- Dime Jordan, ¿si yo fuera heterosexual, si no me gustaran lo hombres, te caería bien?

El nombrado calló por unos segundos, pero al final optó por responder:

- Puede ser... Theo.

Theo se enojó.

- Eres una mierda de persona.

Y posiblemente, solo posiblemente, Jordan se haya sentido herido.

Se alejó y comenzó a caminar rápidamente, dejando a Theo con un nudo en la garganta.

Querida mamá. [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora