63 (Especial)

1.5K 293 124
                                    

Preparen la insulina.
•••

-Jordan. -llamó Theo por centésima vez con el ceño fruncido. Y una vez más, fue ignorado por el nombrado, quien solo estaba recostado en su asiento fingiendo dormir.

Sí, fingiendo.

-Sé que estás escuchándome... y no sé cuál es la razón por la que ahora parece que estuvieras evitándome, pero creo que si me lo explicaras, tú y yo podríamos buscar una solución. Yo... bueno... creí que eramos amigos, y aunque los amigos no deben contarse precisamente todo, pienso que merezco una explicación del porqué ahora te comportas así. Jordan, yo... estoy preocupado por ti, demasiado. Por la mierda, ¿por qué no eres capaz de entender algo tan sencillo como eso? ¿Eres idiota o qué?

Jordan por su lado, seguía con los ojos cerrados, intentando controlar- sin obtener buenos resultados- los latidos de su ahora acelerado corazón. ¿Por qué Theo lograba colocarle de esta manera? ¿Por qué él? ¿Por qué tenía que ser él?

Theo era alguien que no podía definirse con palabras. Tan fuera de este mundo, tan indescriptible, tan... él.

Y es que Jordan se maldecía completamente al haberse dado cuenta de eso justamente ahora.

Se dio cuenta que no había sido nada cuidadoso. De la nada, lo que sentía por Theo dejó de ser desprecio, dando paso a la amistad y de paso, dejando entrar sentimientos que jamás creyó que obtendría. Anteriormente, decir que él comenzaría a ver a Theo con otros ojos, era totalmente absurdo.

"Él no podía estar sintiendo atracción hacia otro chico." pensaba.

Entonces, ¿por qué ese pensamiento parecía desvanecerse a medida que pasaba más tiempo con el menor?

Theo le gustaba, mucho, más de lo que le gustaría admitir.

Pero no podía darse el lujo de gritarlo a los cuatro vientos para luego ir y tener una relación amorosa que ni siquiera sabía si tendría futuro. Las cosas no funcionaban así.

Ya no quería sentirse presionado, ya no quería sentirse vigilado, ya no quería sentir golpes en su piel ni recibir gritos que parecían insertarse en su mente con el único fin de hacerlo caer a un abismo del que no parecía haber salida.

Jordan no culpaba a Theo por los maltratos que ahora recibía de su padre, pero sí tenía en mente que la única manera en la que lograría detenerlos, es actuando a su merced.

O al menos en su mayoría.

Jordan tenía planeado alejarse de Theo por una temporada, al menos hasta que las cosas se calmaran y su padre al fin se convenciera de que no era gay y que él y Theo jamás serían pareja o algo similar. Y no solo eso, temía por la seguridad de su amigo, conocía a su papá lo suficiente para saber que era capaz de hacer cualquier cosa por lograr lo que quiere.

Un completo loco.

Y ahora, con Theo hablándole así de cerca, con sus labios a punto de rozar su oreja, y su voz sonando sumamente baja, solo lograba que su pobre corazón tuviera miles de mini ataques y que en su estomago se desatara un gran huracán de mariposas. Así de jodido estaba.

Pero no podía permitirse ceder, debía ser fuerte. Por él. Por Theo.

Por ambos.

Y eso lo haría, así sea que al final su corazón terminara roto en el proceso.

Theo mientras tanto, seguía mirando a Jordan casi con pena. No sabía qué más hacer para que su amigo hablara con él. Se sentía demasiado impotente.

Al parecer solo había una salida.

-Jordan. -llamó una vez más, y una vez más, fue ignorado.

Querida mamá. [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora