El primer día

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Y sonó el despertador a las 7:00 de la mañana dando paso a un nuevo viernes de instituto. Gracias a dios, este era mi ultimo año de instituto, o eso esperaba, aunque gracias a historia y filosofía, no estaba muy segura de ello. Me desperecé y me dirigí al armario para elegir lo que me pondría. Opté por una jersey largo y negro que me quedaba algo grande, lo que hacia que me colgara hacia un lado y dejase mi hombro derecho al aire, lo que sinceramente me encantaba, después me coloqué unos short vaqueros y una botas militares negras Entré al baño de mi habitación y me dispuse a hacer de mi media melena morena y rizada, un moño alto desenfadado, que hacia que me colgase algunos rizos a los lados de mi cara. Saqué mi neceser de maquillaje y dibuje una larga linea negra con delineador negro en mi parpado móvil, después utilicé una gran cantidad de rime en mis pestañas, un poco de colorete y un toque de gloss. Salí de la habitación y me dirigí a la cocina para desayunar y , para mi sorpresa, mi madre estaba alli. Era una mujer de media estatura y buen cuerpo para su edad. Tenía una melena de tonos anaranjados, debido al tinte, y liso. Me sorprendió que estuviese allí ya que desde que me tuvo, bo trabajaba. Cuenda era joven solía trabajar como enfermera, pero despues de quedarse embarazada de mí, dejó el trabajo para dedicarse al completo a su famila.

-Quien eres tu y que has hecho con mi madre??- pregunté sobreactuando.

-Ja ja ja... Muy graciosa tú...- dijo irónicamente.

-Que haces levantada tan temprano?- pregunté.

-Tu padre se ha resfriado y lleva toda la noche roncando. No he pegado ojo- dijo pasándome una taza de café caliente.

- Mmm...- asiento mientras le doy un sorbo a mi café.

- Bueno, ha terminado la primera semana del ultimo trimestre, como lo llevas?-pregunto.

-Miento o digo la verdad?

-Mmm...-dudó- la verdad??

-Me cortaría las venas...- dije dramatizando.

-Joselin!- gritó- No digas esas cosas.

Madre mia! Pues si que se ha enfadado, nunca me llamaba por ni nombre completo, siempre me llamaba Sely, como todos los demás.

-Lo siento...- dije poniendo los ojos en blanco- Bueno, voy un poco tarde me dejas que me lleve el coche?-puse carita de perrito.

-No- dijo sonriendo de medio lado.

Abrí mucho los ojos haciéndome la indignada.

-A caso no confías en mis artes de conducción???

-Pues no...

-Marceline, deja que se lo lleve- dijo mi padre apareciendo en pijama de detras de la puerta de su habitación- yo no voy a trabajar hoy, me cogeré el día libre, puedes llevartelo- dijo mientras me lanzaba las llaves y las cogí el el aire.

-Gracias papi!!!- grité corriendo para darle un beso bastante sonoro en la mejilla.

-Jake, te estas haciendo viejo. No puedes consentirla tanto.- le contestó mi madre mientras le acariciaba la barriguilla cervecera que le estaba saliendo últimamente.

Aceleré el paso hacia mi habitación para coger la mochila y la carpeta, antes de que se arrepintiera de su decisión, y salí de casa dando un portazo sin querer.

Me subí al mini rojo y puse las llaves. Saqué el pendrive de la mochila y lo conecté para poner música a toda voz, eso era lo único que conseguía evadirme del mundo. Cuando Timber de Kesha y Pitbull comienza a sonar, arranqué y me incorporé al tráfico. Parada en el semaforo en rojo, le mando un whatsapp a mi amiga Sarah:

" Rubia, paso a recogerte en 5 min"

A los diez segundos recibo su respuesta:

"Vale nena estoy saliendo a esperarte"

Paré en su calle y en seguida se montó en el asiento del copiloto revolviendo su larga melena rubia.

-Buenas guapa- dijo dándome un beso en la mejilla.

- Hello hermosa!!- le grité cantando.

Ella comenzó a reír y pasó de canción hasta poner One way or another de Blondie, siempre que íbamos juntas en coche la cantábamos.

- Anda deja de berrear y mandale un mensaje a Roxy y dile que la recogemos.- dije sacándole la lengua.

-Muak- me guiñó un ojo, antes de mandar el mensaje.

Tres minutos despues estábamos delante del bloque de pisos donde vivía Roxy. Mi amiga entró a la parte trasera del coche, poniendo sus negros rizos detras de la oreja.

- Y esa cara?- le preguntó Sarah mirándola por el retrovisor.

- Mejor no hables, que llevo toda la noche estudiando para el examen de composición del coservatorio y estoy pero que un zombi de The Walking Dead.- dijo tumbandose a lo largo de los asientos traseros.

- Yo de ti moriría... No se como eres capaz de llevar ese estilo de vida- dije iniciando la marcha otra vez.

Al fin llegamos al instituto, aparqué en los estacionamientos y salimos del coche.

Mientras cruzabamos el camino entre el cesped de la entrada, nos preguntábamos con qué estupidez nos sorprendería hoy nuestra profesora de filosofía, la señora Adams, ¿casualidad ? No lo creo... La teníamos a primera hora, así que nos encaminamos al aula de filosofía o el aula de la tortura. Nos colocamos en una serie,de tres mesas en la ultima fila, las tras juntas como siempre. Cuando pasó media hora de clase, yo ya estaba perdida en mis pensamientos cuando llamaron a la puerta de clase y se abrió. Detrás de ella apareció el director seguido de un chico que no habia visto nunca. Yo no era muy popular, por lo que no me relacionaba con los demas a parte de Sarah y Roxy, pero no me sonaba la cara de aquel chico, por lo que supuse que seria nuevo.

El director comenzó a cotillear unas cosas con la señora Adams, y aquel chico se quedó en la esquina mirando al resto de la clase con aire de suficiencia. No lo conocia pero ya me caia mal... No me gustaba la gente que tenia el ego mas grande que su cabeza y ese chico tenía toda la pinta.

Comenzó a inspeccionar la clase con la mirada como si buscase algo, y de repente sus ojos se posaron en los mios. Fruncí el ceño ante aquella mirada azul y fría.

-Sely... Lo conoces?-dijo Roxy dandome un ligero codazo.

-No te quita el ojo de encima...- susurró Sarah con una sonrisa pícara.

-No se ni quien es, ni por que me mira así pero no me gusta- comenté bajando la vista a mis manos, cediendo ante aquella batalla de miradas.

-Bueno queridos alumnos... - dijo el director después de una charla con la señora Adams- os presento a vuestro nuevo compañero el señor...como dijo que se llamaba?- preguntó volviéndose hacia él.

-Kian... Kian Rosse- dijo con una pequeña sonrisa sin apartar la vista de mí.

-Eso...Kian Rosse. Espero que le acojais y le ayudeis a incorporarse a las clases. Y ahora, contunuen con la clase.- dijo despidiendose de la profesora y saliendo del aula.

-Bien, pues sigamos con Descartes... Ah! Señor Rosse siéntese aquí- dijo señalando un pupitre en primera fila.

El chico se dispuso a sentarse y cuando sentó su musculoso cuerpo en la silla, se giro y me miró, lanzándome una sonrisa como si me estuviese retando.

Cuando al fin se dio la vuelta, pude observarlo con detenimiento. Era un chico bastante alto, musculoso, de pelo negro que le caía suavemente en la frente y unos ojos azules muy claros, que al mirarte parecía que podia descubrir hasta tus secretos mas oscuros.

Cuidado con tus sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora