| Dress. |

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Ambas chicas habían ido a probarse vestidos para la boda, pero obviamente lo habían hecho por separado.

Lauren había ido con su madre, hermana y Normani, mientras que Camila había ido Dinah, Ally y su madre.

—¿Cómo me queda este?— Preguntó la morena a las otras tres mujeres que la miraban atentamente.

—No me gusta.— Respondió Dinah.

—Que directa eres.— Le dijo Ally a la polinesia.—A mí sí me gusta Mila.

—Opino lo mismo que Dinah mija, esa vaina te queda fatal.

—¡Este es como el décimo vestido que me pruebo!— Exclamó Camila.—Las odio ahora mismo.— Murmuró mientras entraba nuevamente a los vestidores. 

Mientras tanto, Lauren ya había elegido su vestido, ya lo habían pagado y todas decidieron ir a comer algo ya que morían de hambre.

El vestido de Lauren era algo largo, podría decirse que un poco menos de lo normal, pero eso no quitaba el hecho de que el vestido era completamente hermoso.

—¿Pizza o hamburguesas?— Se cuestionó Lauren a sí misma mientras miraba el menú del restaurante.

—Pide las dos cosas mejor.— Sugirió Normani, mientras la miraba.—Y de paso me das un poco de tu pizza, sí.

—Uhm.. bueno.— Aceptó la hispana.

Ya todas habían hecho su pedido, y justo después de unos quince minutos les llevaron la comida, Lauren al ver su comida en frente de ella, comenzó a comer con rapidez, ya que tenía un hambre infernal.

—Alto ahí vaquera.— Taylor paró a su hermana.—Vas a vomitar si sigues así.

—Ed que edta muy rifo.— Trató de decir Lauren, pero no logró decirlo bien porque su boca estaba llena.

—¡Michelle!— Le reprendió su madre.

—Perdón.— Se disculpó mientras se limpiaba con una servilleta.—¿Dinah te ha llamado, Mani?

—Hace un rato, dijo que aún no elegían el vestido ya que obligaban a Mila a cambiarlo cada 2x3.— Lauren rodó los ojos divertida.

—¿Ya pensaron donde será la boda Lauren?— Preguntó Taylor de repente.

—No pensamos mucho en eso, la verdad, pero Camila piensa que podríamos hacerlo en México.— Admitió la ojiverde, tomando un sorbo de su bebida.—Pero ya sé a dónde llevaré a Camz por la dichosa luna de miel.

—¿A dónde?— Preguntaron todas, queriendo saber obviamente la respuesta.

—A ustedes qué.

Luego de eso no hablaron más del tema, comenzaron hablar sobre los últimos videos que habían subido Camila y Lauren, comentando sobre la pedida de matrimonio en Disney.

Cuando ya eran las nueve de la noche Lauren había vuelto a su departamento, decidió ver televisión en su habitación mientras esperaba a su prometida.

Después de un rato Camila llegó, Lauren notó que la castaña estaba exhausta, ya que apenas tocó la cama se aferró a la ojiverde y se durmió en sus brazos.

—Te amo, Camz.— Murmuró la hispana mientras abrazaba a su prometida.—Te amo como nunca he amado a alguien.

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