Yuuri miró las flores que acababa de pisotear. No se había dado cuenta a tiempo, pero había pasado corriendo sobre ellas. ¿Cómo iba a saber que aquellas flores las había plantado una poderosa hechicera? Había estado jugando toda la tarde con su amigo del bosque, Pichit, un hermoso kitsune negro y sin querer había pisado las flores de la hechicera.
Pichit, que era de pies ligeros, no había tocado ninguna, siendo su naturaleza proteger la flora y fauna del bosque, le era completamente normal evitar pisarlas. Pero Yuuri no había corrido con tanta suerte, él las había pisado y la hechicera había aparecido segundos más tarde, furiosa por el suceso.
La maldición de la mujer lo había alcanzado en la espalda y lo había dejado inconsciente por lo que fue Pichit el que escuchó lo que la hechicera tenía que decir.
—De ahora en adelante, su vida estará ligada a esas flores, mientras florezcan seguirá con vida, pero no podrá alejarse de ellas. Deberá protegerlas, si permite que alguien las pise o las corte, morirá.
Y con eso la hechicera desapareció hecha una furia.
Pichit se había encargado de decirle lo que había sucedido cuando despertó y ese fue uno de los días más tristes para Yuuri.
Con pesar descubrieron que lo más lejos que podía estar de las flores era hasta donde la nieve cubría el tope de la montaña, Yuuri no volvería a disfrutar de la brisa fresca de la primavera o del calor del verano.
Siendo que no podía escapar de la cima de la montaña, Yuuri terminó construyendo una especie de templo donde podía esconderse y a la vez vigilar las flores. Las rodeó de un hermoso jardín donde solo las flores y plantas de invierno podían sobrevivir. Pichit le brindaba calor en su forma de kitsune, pero poco a poco fue llevándole piezas de ropa más abrigadoras.
Con el tiempo Yuuri se fue acostumbrando a su nuevo hogar y algunas veces volvía a jugar con Pichit, aunque siempre le hacía recordar cómo había llegado a ese lugar. Por eso Pichit prefería traerle libros para leer o pinturas pues al youkai le gustaba pintar.
Cada día que pasaba la vida de Yuuri se volvía un poco más monótona y con el tiempo se dio cuenta de que no envejecía. Se había dicho a sí mismo que cuando deseara morir simplemente iría y pisotearía el jardín y se consolaba pensando que la hechicera no le había dado una maldición, sino que le había regalado el saber cuándo moriría.
Todo parecía que jamás cambiaría hasta que una tarde, un hombre subió a la cima de la montaña, un cazador de cabellos grises y ojos azules cuya habilidad con el arco y la flecha eran incomparables.
Quiso también el infortunio que aquel cazador llegara a descubrir a Yuuri, quien se había quedado muy quieto, tomado por sorpresa mientras caminaba por entre la espesura del bosque.
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Snowdrops (Victuuri)
FanfictionLos personajes de Yuri on Ice no me pertenecen. Se dice que existe un bosque en una montaña donde vive un cazador que pasa sus días intentando atrapar a un youkai que vive en la cima helada de la montaña. Dicho youkai está confinado al frío de la n...