Media: Aniron, por Enya
Víctor se acercó a las mujeres que reían alrededor del fuego con paso decidido. La de cabellos negros fue la primera en verlo. Sus ojos de un púrpura oscuro lo observaron con fascinación y sus mejillas se sonrojaron al tiempo que sonreía en su dirección. El cazador sonrió de vuelta dejándola con la cabeza en las nubes. La segunda en verlo fue la pelirroja, con sus ojos azules intensos y grandes. Esa no tuvo ningún reparo en mostrarse interesada, recibiendo la misma sonrisa de parte del hombre. La última en verlo y la más ebria, fue la de cabellos castaños. Parecía ser la mayor de las tres y al verlo se levantó de su lugar y se tiró sobre él, abrazándolo por la cintura.
—Acabo de atrapar a mi hombre, ¿cómo te llamas, guapo? —exclamó. Fue arrancada de encima de Víctor por las otras dos que comenzaron a discutir y a darse manotazos no muy efectivos pues también estaban ebrias. Víctor se hincó sobre la nieve en una rodilla, al estilo príncipe de cuentos y les pidió suavemente que dejaran de lastimarse entre ellas.
—Preciosas gacelas de mi corazón, ¿cómo es que tengo el privilegio de ver a tan hermosas jóvenes reunidas frente al fuego en un día tan frío? Mi nombre es Víctor.
Las mujeres se emocionaron con su gesto y sus palabras.
—Jugamos a las apuestas. Juega con nosotros.
Víctor sintió que su cuerpo obedecía la orden que aquella mujer le había dado y fue a sentarse frente al fuego. Conocía el juego, pero estaba seguro de que aquellas mujeres no iban a jugar honestamente.
—¿Podrían decirme sus nombres? Vengo de muy lejos y no conozco a las deidades locales.
Las mujeres se destornillaron de la risa y Pichit aprovechó para acercarse más a Víctor por la espalda sin ser visto.
—¿Deidades? Tan solo somos aprendices de la magia. Hechiceras.
—Brujas.
—Adivinas —todo aquel teatro evitó que ellas dijeran sus nombres.
—Pero son tan hermosas que pensé...
—Sabes usar muy bien tus palabras. Me pregunto si también sabes usar tu suerte. Si pierdes, tendrás que bailar para nosotras. ¿Qué te parece?
—¿Solo bailar?
—Bailar... sobre el hielo.
—Pero no sé bailar sobre el hielo.
—Te hechizaré para que puedas hacerlo.
—¿Y si yo gano? —preguntó sin amilanarse.
—Te concederemos una petición.
—¿Cualquier petición?
—Siempre que esté a nuestro alcance.
Pichit estuvo a punto de morder a Víctor para que no hiciera ningún trato con las mujeres, pero el peliplateado ya había aceptado. Desde un principio fue evidente que Víctor no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo.
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Snowdrops (Victuuri)
FanfictionLos personajes de Yuri on Ice no me pertenecen. Se dice que existe un bosque en una montaña donde vive un cazador que pasa sus días intentando atrapar a un youkai que vive en la cima helada de la montaña. Dicho youkai está confinado al frío de la n...