¿Que te gusta quien?

10.2K 889 172
                                    

No sabía cómo explicarle a los demás lo que había ocurrido esa mañana. Al despertar escucho un montón de risas entre las chicas de Slytherin mientras preguntaban y gritaban quién sabe qué tantas cosas. Severus salió de su habitación ya formalmente vestido con el uniforme de su casa, al ver cómo de repente todo el mundo se le había quedado viendo dudo un poco hasta que vio a su rubio amigo.

-Debes ver esto-sentenció Malfoy mientras guiaba consigo a su amigo hasta la mesa de centro de la sala común. Allí cubriendo casi la mitad de la mesa se encontraba un gran ramo de rosas rojas, lirios y laureles con una nota que decía: para Snivellus.

Su rostro se tornó sombrío, no quería ni podía dar explicaciones a nadie, además para que esa cosa llegara allí alguien debió de haber ayudado al pulgoso para meter tremenda monstruosidad a la sala. No importaba cómo lo viera eso era sin duda humillante. Se las pagaría por ello.

-¿Las envía el saco de pulgas?-pregunto el rubio mientras miraba las flores en la mesa, pensando en cómo deshacerse de ellas.

-Eso creo-contestó mientras seguía su camino rumbo a la biblioteca, si había un lugar tranquilo donde pudiera pensar sería allí. Ese no era momento ni lugar para recordar lo que recién había acontecido, no pensó cuando volvió a besar a Black mucho menos cuando le retó a demostrar su amor no debía de importarle lo que sintiera ese remedo de perro o eso es lo que él creía pues tanto años haciéndole la vida imposible no se olvidaban de la noche a la mañana o en ese caso en un mes.

En su camino a la biblioteca golpeo levemente el hombro de Remus Lupin se espantó levemente al ver su rostro pero contrario a como hubiese reaccionado antes este se disculpó y siguió sin camino. Atónito el castaño decidió buscar respuestas con la única persona que podía dárselas en ese momento, no creía que fuese mera coincidencia que la misma mañana que Sirius se mostraba algo preocupado Severus fuera "amable" algo estaba mal con esos dos.

Se dirigió rumbo a las mazmorras de Slytherin esperando encontrar allí cerca a Malfoy y que este le diera respuestas, como se suponía que serían amigos era momento de intentar acercar más su relación y qué mejor que hablando de amigos en común.

-Hola Lucius, oye acabo de ver a Severus y se ve algo extraño ¿sabes qué le pasa?-preguntó algo nervioso al no ver la sonrisa que el rubio usualmente le dedicaba.

-Hablemos en un lugar más privado-le dijo mientras comenzaba a moverse rumbo a la torre Este de la escuela, donde se encontraban antiguas habitaciones abandonadas, Lupin pronto se puso nervioso al darse cuenta de que era más difícil estar tranquilamente con el "enemigo" de lo que él esperaba.

Al llegar a una gran habitación el rubio abrió la puerta e invitó al Licántropo a entrar, una vez dentro prendió las velas con un movimiento de su varita, eso sorprendió nuevamente al castaño mientras veía la fina habitación que poseía una cama, dos sillones, varios muebles repletos de libros y un hermoso ventanal. No sabía si su compañía lo hacía a propósito pero nuevamente se le erizo la piel al ver como el rubio sellaba la habitación con un encantamiento.

-Este lugar lo encontramos hace un par de años, yo mismo me encargue de la decoración para que pudiéramos irnos y relajarnos en un buen ambiente-le dijo analizando el rostro de duda que poseía su nuevo amigo-normalmente es Severus el que está aquí, claro cuando se escondía de ti y tus idiotas amigos...-suspiro un poco al ver la mueca que tenía Lupin-bueno, no tan idiotas-rectifico.

-Vamos, ya dejamos de molestar a Severus y quiero que las cosas sigan así, por eso decidimos acercarnos más a ustedes-le contestó mientras sonreía ligeramente, esperaba que este le creyera su no muy pequeña mentira.

-Podrías decirme ¿Por qué tremendo cambio?-preguntó insistente mientras se le acercaba peligrosamente. Era extraño pero le gustaba intimidar al castaño de ese modo.

Era solo una broma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora