Amistades

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- Eso quiere decir que ciertas criaturas que en la tierra creemos que no son reales realmente si existen?.- pregunte confundida

- Exacto.- afirmo Aure mientras veía embelesado todo lo que se encontraba a su alrededor

- ¿Un momento?- pidió Damian-. Lo que pensé haber visto, y por lo cual todos pensaron que estaba loco cuando apenas tenia 5 años, ¿No era producto de mi imaginación? .- pregunto dudoso Damian

Flashback

- Hola Dami.- le dijo la pequeña y extraña criatura a un desconsolado niño que estaba tumbado a la esquina de un tobogán

- ¡Alejate de mi! .- le grito eufórico con un mar de lágrimas que caían de la cara del lindo chiquillo.

- Dami ¿ Que es lo que te sucede campeón?

- ¡Yo, ya no quiero ser mas tu amigo Gri! .- Se hizo bola recogiendo sus piernas al pecho y colocando su cabeza en las pequeñas rodillas.

- No digas esas cosas yo estoy aquí para ti, te quiero ayudar.- hablo con voz temblorosa y quebradiza la pequeña criatura.

- Ya dejame solo Grilli, por favor.

se notaba en la la voz del pobre párvulo, que todo lo que decía, le estaba Quebrantando en mil pedazos el diminuto corazón que apenas logra tener un niño de tan corta edad, pero que es tan Grande que no puede ser comparado con el corazón de ningún adulto.

- ¿Eso es lo que realmente quieres Dami?.

- ¡ Si Gri! ¡ ya dejame solo por favor¡ ¡No aparezcas más!

Las lágrimas del niño podían hacer llorar a cualquiera que lo viera de esa forma. Cosa que no fue excepción con aquella criatura con la que Damian había entablado un fuerte amistad. Ya que esta comenzó a sollozar mientras que sus lágrimas empezaban a salir sin parar.

- Esta bien Dami, ya me voy querido amigo. - hablo la criatura con un dolor incomparable, esperando a que su compañero lo detuviera. Pero esto nunca paso, por lo tanto Grilli se acercó a al joven para darle un liguero beso en su frente he irse de ahí haciendo caso omiso a sus ordenes.

Fin de Flashback

- ¿ Que Creíste haber visto ?.- pregunto Karim

- Tenia un amigo que se llamaba Grilli y siempre iba a visitarme era pequeño un un tanto extraño pero era mi mejor amigo a los 5 años.

- Jajajajaja.- rio fuertemente Karim.- Estas hablando de Gri, el tonto y cariñoso Gri.

- ¿Lo conoces?

- Claro, es el fiel compañero de tu madre.

- ¿De mi madre?

- ¿ Eso fue lo que dije no?

- wow ¿entonces volveré ver a mi amigo?. - pregunto Damian extremadamente feliz.

- Si no nos matan antes...

- Tenemos que irnos.- musitó Dionwe mientras veía a su alrededor.

- ¿Y ahora donde vamos?. Pregunte

- Tenemos que dirigirnos a el portal a Ningok, pero antes tenemos que pasar por donde mi amigo para que nos explique lo que sucedió fuera del tren contigo Adara.

Lo mire preguntándome si ellos lograron escuchar y entender que fue lo que ese aquella cosa.

- Ustedes dos tienen que pasar desapercibidos.- nos dijo Aure lanzandonos a Damian y a mi unas capuchas negras.- coloquense las capuchas y vayan de bajo perfil.

Asentimos con la cabeza, hicimos lo que nos demando y como acto seguido nos encontramos caminando atrás de el.

Luego de varios minutos caminando, logramos allegar a algo parecido a una choza. Esta era algo pequeña y hecha de troncos de arboles.

- Aquí es.- dijo Dionwe mientras que los demás nos encontrábamos observando la pequeña choza.

Dionwe se acerco y con su puño dio dos leves golpes a la puerta. Esta se abrió dejando ver a un señor un tanto gordo, barbón y desaliñado, traía puesto unos lentes de orma redonda con uno de sus cristales quebrados.

- ¡ hey ! ¡Dionwe! ¿Que te trae por aquí?. Hablo con un extraño acento y extendiendo los brazos para darle fuerte abrazo a Dionwe.

- Tenemos una situación y necesitamos de tu ayuda.-Dijo Aure

- ¡Pasen, pasen!

Entramos a la humilde choza que estaba llena de libros por todas partes, tenía una alfombra que cubría todo el suelo y las paredes eran de un color cobrizo.

- No quiero fingir que no están pero ¿Quienes son ellos?

- Son los Vástagos de los reyes de Ningok.

A aquel hombre se le exaltaron tanto los ojos que creí que se le iban a salir, su mandíbula estaba tan abierta que mi puño podía caber en su boca, pero he de decir que su expresión me dio risa.

- ¿ A que se debe este placer?

Dionwe le contó todo lo que estaba sucediendo a aquel hombre, y le pregunto sobre el individuo del tren. Por lo que el rechoncho señor nos contó que se llaman observadores, los cuales son solo recipientes de un ser maligno que puede controlarlos a su merced. Si cualquier individuo respira el humo blanco emanado por el o muere o se convierte en su esclavo, según existen algunos mitos donde pueden hacer que los observadores vuelvan a ser como eran en un principio, pero son solo mitos.

Yo le conté sobre lo que me dijo aquel observador " te conozco dragul meu" y lo que me respondió fue que al igual que la mayoría de los habitantes de alta sociedad en Ningok hay criaturas que pueden hablar diferentes idiomas a la perfección, como lo hace este ser maligno.

Que lo que me quiso decir es " te conozco querida" ya que dragul meu significa querida o cariño en rumano. Y aunque eso parecía sorprendente lo que le preocupaba era el no saber de donde me conoce y porque uso esa terminología ya que era alarmante que tal ser como este conozca a la heredera ser rey Oriol y lo haya expresado de forma tan directa.

- Ahora quiero regalarte esto Alis...

Karim tumbo un libro interrumpiendo lo que decia el hombre, el cual luego comenzó a hablar nervioso.

- A... A... Adara.- me estiro la mano con una piedra brillante pero de color dorado.- Y para ti Damian te tengo esta.- dijo dándole otra piedra a Damian la cual era igual de brillante que la mía pero pero la diferencia era que su color es plateado.

- Gracias señor... ¿Me puede decir su nombre? Me temo que Adara y yo no lo sabemos aun.

- Venez, mi nombre es Venez y estoy a sus servicio para cualquier duda que tengan.

- Entonces muchas gracias señor Venez.- Damian se hacerlo a el y le dio la mano.

- Es hora de irnos.- musitó Karim.

- Es cierto.- dijo Aure.

- ¿Adonde irán ahora?.- pregunto Venez.

- A Ningok.- respondió Dionwe.

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