Ningok

Alisa

Me desperté un poco agitada, La Luz me pegaba en los ojos y no me dejaba ver, los cerré de nuevo dejando que el sueño me invadiera cada vez más.

Estaba luchando para despertar y me di cuenta que mientras más luchaba más cansada me sentía, así que decidí dejar de luchar y solo quedarme acostada con el viento tocando mi rostro. Me encontraba confundida no sabía dónde estaba ni que pasaba.

Aún con los ojos cerrados empecé a escuchar a lo lejos el sonido de unos pájaros, intente concentrarme para tratar de identificar que especie eran, pero todo se volvió un esfuerzo sin éxito, no sabía que eran, de hecho, me hizo dudar si realmente eran pájaros ya que el sonido no era el tradicional.

Aunque el silbido que emitían era realmente majestuoso, me quede escuchando y luego otro sonido apareció, era como un tarareo que rápidamente se convirtió en la melodía de una voz, probablemente emitida por una mujer y aunque no podía entender lo que decía me gustaba, me quede escuchándola un rato más y de la nada todo ruido a mi alrededor desapareció.

Intente abrir lo ojos pero la luz de hace un rato provoco que me dolieran, por lo que tuve que parpadear un par de veces hasta que con dificulta logre abrirlos para mirar a mi entorno, me encontraba en un prado. El cielo tenía unos tonos de amarillos, naranjas y rojos, había un sol muy brillante pero no era caluroso ni quemaba, en cambio se sentía una gran frescura en el ambiente, el viento soplaba y poco a poco se iba intensificando.

Me sentía muy confundida, comencé a caminar sin rumbo específico pero todo se veía absolutamente igual sin importar a donde mirara, aunque indudablemente era hermoso.

A lo lejos visualice un árbol con una especie de frutos que no pude reconocer, camine hacia este y con cada paso que daba el hambre me invadía cada vez más.

Había una voz en mi cabeza que decía que comiera de ese fruto, al llegar empecé a escalar el enorme árbol para intentar agarrar una de ellas. Cuando ya estaba montada en una rama me estire para alcanzar la que estaba mas cerca, pero de la nada escucho la voz de una niña que me decía

- Alisa que estás haciendo?

Me moví un poco con cuidado de no caerme, mire hacia abajo y puede observar a una niña muy hermosa, era de tez blanca, el cabello rubio y largo, con algunos mechones ondulados y destellos dorados, tenía los ojos violetas, "un color extraño para una persona" pensé, tenía puesto un jumpsui blanco con decoraciones doradas al igual que su pulsera y collar.

La mire detenidamente un poco extrañada ya que si la mirabas bien se parecía un poco a las fotos que tengo de niña pero con la diferencia de que mis ojos son de un tono azul, aunque en el izquierdo tengo heterocromia parcial, por lo tanto parte el es azul y la otra entre un tono de verde y amarillo.

- hola.- me dice la niña sacándome de mis pensamientos .- ¿Qué estás haciendo ahí?

- Emm... yo... .- las palabras no salían de mi boca como quería, aunque realmente no sé qué hacía ahí.- creo que intentaba agarrar esta fruta.

- No lo hagas.- su voz era realmente agradable y tenía un poco de dulzura en ella.

- ¿Por que?

- No es buena, mi mama no me deja venir por aquí, dice que esto puede ser peligroso, pero aveces me escapo y vengo, aunque es peligroso puede ser muy tranquilo y agradable.

- Me aclaró un poco la garganta-. ¿Y donde estamos?

- No te puedo decir Alisa

- ¿Por que no?

- No puedo mencionarlo, aunque no sé que haces aquí.

Yo tampoco sabía que hacía aquí, no podía recordar que hacía antes de esto, solo se que tenia una pequeña incomodidad en mi estomago que me decía que algo andaba mal.

-Deberías bajar de ahí.

Mire a la niña detenidamente, aun tenía hambre y esa fruta se veía deliciosa. Sin que lograra verme agarre una y la guarde entre mi ropa y baje del árbol con cuidado de no caerme.

Al ya estar abajo la niña se me acerca y me sujeta el brazo en un fuerte abrazo.

-Siempre quise verte en persona Alisa.

Su acción me dejo algo confundida y lo que dijo me saco de contexto, por lo que decidí preguntar.

- ¿Me conoces? Pequeña, creo que te estas confundiendo de persona.

- No estoy confundida, se que eres tu.

- Pero no me llamo Alisa.

- Se supone que no te debería decir así, pero tu nombre siempre me a parecido hermoso. ¿Sabes? ni siquiera debí hacercarme a ti.

- ¿Por qué no me puedes decir nada?

- No puedo decirte eso tampoco, pero si quieres te puedo llevar con mi madre para que te explique todo, estará emocionada de verte.

Acepte la propuesta de la pequeña y comenzamos a caminar, ella me sujetaba la mano con una enorme sonrisa. Mi cabeza empezaba a doler y unos leves destellos de recuerdos pasaron por mi mente sin un orden en especifico, lo que pude deducir de ellos fue que estaba con Damian en un lugar extraño donde se estaba despidiendo de mi, luego una luz blanca y una voz que decía algo que no logre entender.

Seguíamos caminando por el hermoso prado pero a unos pocos metros de mi una especie de circulo negro empezó a aparecer para mostrar adentro de él una escena donde Damian estaba discutiendo con un hombre que tenía  una daga plateada en su mano amenazándolo con ella, y al momento que el sujeto le dice algo con cara de burla, Damian estampa con enorme furia un puñetazo en su cara.

Solté un grito ahogado al ver cuando el hombre se acerca a Damian para punzar su daga en él, pero justo en el momento que la daga estuvo cerca de Damian el circulo desapareció en un especie de humo espeso.

La niña me miro preocupada sujetando con fuerza mi mano.

- Eso no es bueno, hay que apurarnos. no te preocupes Alis.

Después de caminar unos cuantos metros más nos encontramos con una puerta muy contorneada en la mitad de la nada. Salimos de ese lugar para encontrarnos en una habitación blanca con muchas decoraciones doradas, en una esquina se encontraba una mujer sentada en una silla de grandes ornamentos, ella miraba en dirección hacia la chiquilla con cara de desaprobación, alzo la vista hacia mi y su expresión cambio en cuestión de segundos de desaprobación a furia y de furia a confusión.

- ¡Liana! ¿Explicarme que hace ella aquí?

-Maa -ji, te juro que no lo se, la encontré ahí adentro.

- ¡Sabes que no tienes permitido entrar ahí!.- dijo la mujer muy alterada pero sin perder la compostura.

- Lo se, pero si no fuera entrado ella se come el fruto del árbol.

La mujer mira con gran autoridad a la niña pidiéndole que se le acerque para luego verme detenidamente.

- Hola Adara.

- Hola...

- Nedrik.

- ¿Nedrik? ¿Mamá?

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Nota: Como ya se dijo en uno de los capítulos anteriores, los habitantes de alta sociedad de Ningok pueden hablar diferentes idiomas, por lo que algunas veces verán palabras que no conozcan ya que estarán en otros idiomas. Ejemplo: "Maa-ji" significa "Madre" en hindú.

No se preocupen si en algún momento se colocan palabras en otro idioma y no las entienden, durante el capitulo se explicará o de lo contrario siempre encontraran el significado al final del capitulo.