Un gesto amable

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Regreso a mi casa corriendo, sabía era una maniobra cobarde y que Deku me odiaría por ello, pero no podía con mi culpabilidad. De momento huir era lo mejor.

Para colmo de males, no podía salir como estaba y había tenido que robarle un polerón. Y ahora, corriendo hacia mi casa, dudo en cómo demonios voy a devolvérselo, o siquiera plantarle cara otra vez.

Esta vez sí que la he
cagado en grande.

Llego en tiempo record a mi casa y corro a la ducha, golpeando la pared de esta frustrado, enojado, culpable...

Salgo mucho más despejado y voy a mi habitación, encontrándome aún con esa nefasta imagen en el computador.

Una perversión.
La que acabo de hacer realidad.

Me siento en la silla del pc y miro la imagen. Los segundos pasan y sigo ahí, con mi teclado quemado y el mouse en el suelo, recordando todo lo que había pasado en tan pocas horas.

Tomo el mouse, el que increíblemente a pesar de parecer muerto aún tenía esa luz parpadeante. Lo conecto y aún funciona.
Me dedico a deslizar la rueda del aparato y revisar el resto de las imágenes mientras mis ojos aprecian desorbitados la cantidad descomunal de material.

Sin darme cuenta, termino horas pegado al computador, entrando en un mundo totalmente desconocido para mi.

«Joder, algunas imágenes son demasiado tiernas», pienso soltando un suspiro y sintiéndome como un completo estúpido al enternecerme por ver a Izuku como un corderito. Los zapatos y el color del pelaje le delatan «Maldición, qué adorable.»

Medito si hacer o no una carpeta. Era algo peligroso, pues estos cabrones que tengo por amigos claramente no conocen lo que es la privacidad.

Aunque...
podía ponerle otro nombre.

Aún algo dudoso opto por crearla, pero desde la tableta, la que uso menos y nadie husmea. Le coloco por nombre imágenes, dentro de ella paisajes, dentro de la que ya... Ok, se entiende creo; escribo "personal". Ya que sonaba demasiado tentador, rápidamente lo cambio a "respaldo".

Y continuó mi navegación, guardando todas las fotos que me gustaran, las que eran casi todas en las que me veo "dominante".

Hay algunas donde salgo en una indecorosa posición, la que nunca en la vida permitiría.

A pesar de empezar a sentirme un completo enfermo depravado, pues mi búsqueda no tenía filtro alguno, continúo navegando y comenzando a familiarizarme con ciertos términos.

No había que ser un genio para adivinar lo básico del acto sexual entre hombres, había solo un agujero por donde podría meterlo, el culo.

Luego de una larga y analítica lectura, bastante más gráfica de lo que pensé, pude entender que básicamente había un uke y un seme. El seme se lo metía al uke luego de una especie de "preparación".

Después de ver el acto en sí de manera bastante gráfica, me quedó claro que quería ser el seme.

Era todo bastante extraño, pero la internet era por suerte bastante ilustrativa, dándome una idea clara de lo que debía hacer para provocarle placer. Se veía doloroso, pero al menos en imágenes el uke parecía disfrutarlo, y bastante.

«Me pregunto qué cara habrá puesto Izuku la primera vez que vió esto. Seguramente se asqueó.», pienso desanimado, recordando que acaba de llorar y probablemente me odia tanto que no me hablará nunca más.

►Estúpida Red Social◄ [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora