Another Man🧸𝙉𝘾𝙏

Dongs and the Old Friend

Dong Young seguía sentado en el taburete con la cabeza sobre la barra, al parecer seria una noche aburrida debido a que nadie le parecía atractivo.

-Pense que ya no venias a estos lugares.

Levanto la cabeza al reconocer esa voz, sabia perfectamente de quien se trataba.

-Decidí regresar.

-¿Tu novio te dejo? Es una lastima, era el único capaz de estirarte la correa, tal vez se dio cuenta de que no vales la pena.

El menor lo había dejado de escuchar, su mente se encontraba concentrada en aquel recuerdo. Porque en algún momento, Dong Young se sintió amado, ahora solo podía mirar hacia atrás y desear estar entre los brazos de aquel chico de nuevo. Si tan solo pudiera verlo una vez mas seria totalmente feliz.

El castaño se acerco a su rostro y tomo con rudeza su barbilla sacándolo de sus pensamientos.

-¿Que quieres Yuta?

-¿Me estas escuchando?-vio al castaño mojarse los labios. Podia reconocer esa mirada llena de ira, no le gustaba ser ignorado-No importa-se relajo-¿Que te parece si salimos de aquí?

Dong Young miro a Kun tras la barra, le dedico una mirada divertida mientras este solo negaba una y otra vez con la cabeza. Bebió de su cerveza.

-No lo se, aun es temprano y estoy seguro de que podría encontrar algo mejor, ¿No lo crees?

-Fuiste el ultimo con el que estuve, no he podido encontrar a alguien que lo haga tan bien como tu.-le estaba suplicando, de no ser porque se encontraba demasiado cerca de su rostro habría reído fuertemente hasta llegar a las lagrimas. ¿A quien engañaba?

Yuta era similar a el. Solo buscaba una aventura, Dong Young sabia que estuvo con mujeres, hombres, y cuanta persona se le cruzara, realmente no importaba el sexo ni la edad.

-No te creo.

-Vamos Dongs, por los buenos tiempos.

De esa manera termino en el departamento de Yuta. 

Al entrar lo empujo ligeramente para caer sobre el viejo sofá en su sala. Paso sus labios por  su cuello dándole pequeñas mordidas mientras sus manos apretaban su trasero con fuerza. Dejo salir un par de gemidos antes de que le diera  la vuelta para posicionarse sobre su cadera, podría ser doloroso pero sabia que el japones prefería que fuese de esa manera. 

-Dongs, te extrañe.-gimió en su oído para después regresar sus labios al cuello.

"No me extrañas a mi, solo extrañas lo que te hago sentir", pensó. En ese momento hizo un gran esfuerzo por contener las lagrimas que amenazaban por salir. "Solo una persona me extraña, pero ahora el no esta"

Dejo sus pensamientos de lado cuando Yuta tomo su lóbulo entre sus dientes.

Movió la cabeza hacia atrás lo que le dio libre acceso a su cuello, era sensible a cualquier tacto en el por lo que sin cuidado, gimió una y otra vez su nombre. 

Levanto su cuerpo y lo dejo caer sin piedad sobre la cadera del otro, incluso bajo la ropa podía sentir el gran bulto. 

Yuta se puso de pie para dejar el sofá, sus manos tomaban con fuerza la estrecha cintura del menor y este enrosco sus piernas alrededor de su cadera mientras seguía besando sus labios con fiereza. 

Terminaron desnudos sobre la cama del japones, jadeando por los movimientos de cadera, las mordidas, rasguños y marcas eran prueba de la rudeza con la que hacían todo. Lo mas placentero era que no habían sentimientos de por medio.

Yuta trago saliva debido al placer que le estaba otorgando la mano de Dong Young sobre su miembro. Coloco un preservativo sobre el para después introducirlo en su boca y lamerlo desde la base hasta la punta. Hace tiempo no hacia eso, por lo que sus movimientos eran torpes. 

La grande mano del mayor empujo su cabeza por la nuca, después de un par de minutos lo escucho jadear con mas fuerza y sintió sus caderas empujar con fuerza.

-Me vengo, Dongs.-aviso.

Dejo su miembro y  su entrada quedo expuesta ante el mayor. Cuando este introducio su miembro gimió por el dolor, no se tomo la molestia de lubricarlo un poco antes de hacer eso.

Sus movimientos eran fuertes y rudos, Dong Young no sentía placer. Cuando el mayor se corrió dentro de el se dejo caer mientras aun jadeaba. 

Dejo la cama y entro al baño, el aun no estaba satisfecho. Pero si adolorido.

Cuando se corrió en su mano decidió que había tenido suficiente por lo que se dio un baño.

Sabia donde estaba todo, ya que no era la primera vez que se encontraba en ese lugar. Dejo que el agua caliente saliera haciendo que cada musculo de su cuerpo se relajara. 

Lloro en silencio. 

A pesar de sentir las caricias, a pesar de estar acompañado, seguía sientiendose solo.

Quería que ese dolor en su pecho desapareciera y pensó que lo mejor seria tratar de remplazarlo con amor de otros.

 Salio del baño ya vestido, de su chaqueta saco una cajetilla de cigarrillos y encendió uno. El humo apestaba toda la habitación, rió al recordar cuando en casa de sus abuelos solía toser por aquel aroma que ahora lo volvía loco.

-Es el peor sexo que me has dado Yuta, me lastimaste.

-¿De verdad? Porque yo lo disfrute mucho.

Cuando termino de fumar, dejo el departamento y salio a la calle siendo golpeado por el frió viento. Se abrazo a si mismo y camino sin rumbo alguno.