Una semana había pasado ya, la condición de Lena era peor de lo que se esperaba. Sufría de fiebres altas y escalofríos casi todos los días, su tos era cada vez más frecuente, incluso había llegado a toser algo de sangre.
Kara había pedido vacaciones en CATCO, las cuales Snapper accedió a darle solo por el hecho de que la empresa se las debía. Kara estaba el mayor tiempo que podía con Lena, hacia un par de excepciones cuando la ciudad realmente necesitaba a Supergirl, de ahí en fuera, se las arregló para estar las 24 horas en el DEO, al lado de Lena.
Un nuevo día llegó. Kara despertó temprano y fue a su apartamento para tomar una rápida ducha, cambiar sus ropas y regresar rápidamente al DEO como era ya su rutina.
Entró directamente al laboratorio de su hermana, Lena seguía en aquella camilla con un suero inyectado a cada brazo, su piel estaba pálida, sus labios de un tono casi blanco y su expresión era de total cansancio. Kara tomó una pequeña bandeja y la llenó con agua tibia, se acercó a Lena y con un paño empezó a refrescar su frente, tratando de disminuir su fiebre.
Lena se encontraba con los ojos cerrados, sin embargo, se encontraba despierta
-Gracias..-Susurró mientras abría de a poco sus ojos
-No tienes nada que agradecerme, estoy aquí para ti- Kara esbozó una de sus mejores sonrisas, por su parte, Lena luchaba día y noche contra ese virus, y a pesar de su condición no dejaba de mostrar una sonrisa, mucho menos si Kara era la acreedora de ella.
-Sabes aún tengo la intriga, quiero conocerte..
-Pensé que nos habíamos venido conociendo desde hace un tiempo
-Me refiero a quien eres en realidad, quiero saber quien es Kara, no Kara Danvers, tu verdadera identidad
Kara dejó la bandeja y el paño en una de las mesillas del laboratorio, tomo un banco y se sentó al lado de Lena
-Mi historia no es tan interesante como has de pensar
-Todo lo tenga que ver contigo es interesante para mi..- dijo Lena mientras provocaba un sonrojo en Kara, ante tal reacción una sonrisa se formo en el rostro de Lena
-Mi verdadero nombre es Kara Zor-El, soy la última hija de Krypton, a diferencia de Superman yo viví mi niñez entera ahí, tengo recuerdos claros de mi familia, del planeta y bueno, de todo lo que vivi allí
Lena escuchaba con atención, como era su costumbre, tenia los ojos clavados en la rubia
-Mi padre Zor-El, era uno de los más grandes científicos en Krypton y mi madre Alura Zor-El era la jueza de mayor poder, ambos eran parte importante en la democracia de Krypton ayudaron a crear un mejor ambiente para preservar la vida justa en mi planeta, aunque últimamente me he encontrado con que hicieron cosas de las que no vale la pena recordar
-Al menos tienes una buena visión de tus padres- La mirada de Lena expresaba tristeza, Kara entrelazó su mano con la de ella en muestra de apoyo, ese gesto se estaba haciendo mucho más común de lo que ellas pensaban
-Krypton tenia muchos materiales radiactivos en su núcleo, estos empezaron a estar inestables, lo que terminó por destruir el planeta, antes de eso mis padres me pusieron en una nave, y me mandaron a la tierra con el objetivo de proteger a mi primo. Mi nave se desvió por la explosión y terminé atrapada en la zona fantasma
-¿Zona fantasma?
-Es un lugar donde el tiempo no pasa, haciendo cuentas estuve ahí al rededor de veinticuatro años
Lena la miró asombrada- ¿Entonces cuantos años tendrías en realidad?- Preguntó con una sonrisa
-Al rededor de cuarenta y tres- Contesto apenada

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Incógnita
FanficNo son mujeres comunes. Por un lado esta la dueña de una renombrada empresa, por el otro, una súper mujer que puede cargar un camión con una mano. Mujeres especiales merecen una historia especial, una historia con una gran incógnita sin resolver. E...