Capítulo 41

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Recorrían los pasillos uno tras otro, con la mayor discreción posible. Afuera de la nave una guerra tenía lugar y la mayoría de sus soldados se hallaban allí, sin embargo, dentro la nave no se hallaba descuidada.

Rondas de guardias recorrían las zonas que les habían sido asignadas. Sin duda, alguien como Darkseid no cometería el error de dejar vulnerable lo que fungía como su centro de mando o aún más importante, su medio de escape.

Al menos dos alas de la nave ya llevaban recorridas y el objeto seguía sin detenerse. Un par de pasillos más y el objeto se detuvo, simplemente cayó al suelo en el mismo estado en el que se había encontrado antes de rociarle con la poción.

Un pasillo que casualmente no tenía una guardia y que terminaba como callejón. Frente a ellas solo había tres paredes, nada más.

-¿Segura de que funcionó?- Dijo la rubia mientras se concentraba en las paredes a su alrededor buscando alguna anomalía.

-Llevo décadas aprendiendo y practicando magia, he hecho esta pócima más de mil veces sin ningún error. Si, estoy segura de que funcionó Swan.- Regina guardó la bufanda de su hijo y comenzó a observar la zona.

Al analizar la situación en la que se encontraban y hacer una lista de diversas probabilidades, Lena se acercó a la pared del fondo. Con su mano palpó con cuidado la zona. Al no encontrar un interruptor o alguna especie de apertura, se decidió por dar unos pequeño golpes, cosa que le confirmo que había algo detrás, pues el leve sonido de eco lo delató.

-Tiene que estar aquí detrás.- Llamó la atención de sus compañeras quien inmediatamente se posaron a su lado. Volvió a dar los leves toquidos para confirmar sus sospechas.- Pero no encuentro algún interruptor manual. Probablemente debe de ser alguna especie de acceso por voz o un comando en especial.

-¿Puedes romperlo?

La dureza del material no parecía ser extrema, bastante dura si, pero Ada que no se arreglase con un poco mas de fuerza.

-Puedo hacerlo, pero hay un problema. Dos realmente. No sabemos que hay ahí detrás, puede que tenga alguna especie de medida de seguridad mortal.

-Podríamos crear una barrera mágica al instante en el que derribes el muro para protegernos de cualquier amenaza- Regina formuló rápidamente.

-Podría funcionar, el otro problema es el ruido. Puedo derribarlo pero llamará mucho la atención, no creo que tengamos más de un par de minutos hasta que lleguen los soldados.

-Escuchen esto es lo que haremos. Lena, derriba el muro. Regina pondrá la barrera ante cualquier ataque del interior mientras yo las cubro ante los guardias.

Ambas morenas asintieron y se colocaron en sus posiciones. 

-¿Lista?- Cuestionó Lena a Regina, obteniendo una afirmación de su parte.

Entonces lo hizo y como era de esperarse, el sonido de sus nudillos aplicando tanta fuerza para hacer crujir el metal fue estrepitoso. Un golpe dado con cada mano había debilitado ya la estructura, un movimiento más y tendrían una entrada.

El metal cayó hacia el lado contrario de donde se encontraban. Inmediatamente, Regina se encargó de colocar la barrera de protección. Justo a tiempo, pues rayos Omega chocaron en contra de esta.

Los guardias comenzaron a llegar a sus espaldas, sin duda el ruido los había alertado, además de una pequeña alarma silenciosa que no sabían que habían activado al derribar aquella pared.

Mientras los rayos Omega comenzaban a perder fuerza, Emma y Lena se concentraron en derribar a los guardias. Al rededor de diez guardias habían acudido inmediatamente, sin embargo, entre golpes con super fuerza y técnica incomparable, a la par de años de experiencia en luchas peculiares y el uso de magia no habían dado problema alguno para controlar la situación.

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