Incógnita

Capítulo 42

-Tenemos que salir de aquí antes de que venga una segunda ola de guardias- Swan se separó del abrazo familiar para regresar a su papel en batalla.

-Ya conozco el interior del DEO puedo teletransportarnos hasta allí sin problema.

-Vayan ustedes- Lena se acercó a la familia- Hay algo que debo hacer antes de salir.

-¿Y tu como saldrás? Puedo regresar pero sería arriesgado si no se exactamente donde estas

-No te preocupes por mi, en cuanto termine de instalar esto en la sala de mando saldré de la nave, aunque no será tan discreto- Dijo mientras les mostraba un dispositivo rectangular de no más de 5 cm de largo compuesto de metal y con un pequeño led de luz roja en la esquina.

-Bien entonces, debemos salir. Pondremos a Henry a salvo y ayudaremos abajo.

Lena asintió antes de que los tres desaparecieran en una nube color violeta. Al escuchar los trotes característicos de los guardias decidió moverse, no podía quedarse así de expuesta.

...

El cielo se estaba cubriendo con nubes y la negrura de la noche. Sin embargo, lo que realmente importaba era lo que pasaba bajo este.

Con los ciudadanos de National City alejándose continuamente de la zona de batalla y las calles llenas con las consecuencias de la confrontación entre héroes y soldados la escena era digna de un llamado Apocalipsis. 

Cuerpos de enemigos adornando las calles, sangre en las paredes y en las banquetas, inocentes caídos. 

Había personas que no se habían querido quedar con las manos cruzadas mientras veían como otros peleaban por ellos, no mientras su ciudad estaba siendo tomada por alienígenas malvados y el terror se difundía entre las calles. Habían querido proteger a sus familias, sus propiedades y a su ciudad, por lo cual se habían decidido por arriesgar sus vidas y salir en combate junto a tantos.

Una verdadera unión se llevaba a cabo en las calles a pesar del mal escenario, héroes y pueblo luchando mano a mano con un mismo objetivo, proteger su hogar.

En el aire es donde se hallaba la mayor esperanza de los ciudadanos. Rojo y azul combatiendo contra el culpable de todo ese caos.

A pesar de no haber compartido muchos combates en la antigüedad, los hijos de Krypton podían complementarse de buena manera. Defendiendo siempre todos los flancos posibles y buscando el momento perfecto para un ataque.

Y lo más importante, levantándose después de cada caída, sin rendirse después de cada impacto.

El cielo negro se iluminó con el choque de los rayos Omega y la visión calorífica de Kara. Superman se hallaba en el suelo después de haber sido golpeado directamente por los mismos rayos.

Ningún contendiente bajaba la guardia ni parecía desistir. La acumulación de energía que estaban creando era bastante peligrosa y Kara lo sabía perfectamente. Si continuaba con aquello por demasiado tiempo podía crear un efecto muy similar al de la bomba atómica, cosa que prefería evitar. Sin añadir que descargaría sus células Kriptonianas.

Un movimiento, rapido y preciso le permitió romper el choque de energías y salir de su posición antes de que alguna tragedia sucediese. Gracias al apagón que había sucedido en la ciudad, la poca luz que quedaba era gracias a la luna y los pocos edificios que tenían su propio generador, cosa que le dio buena ventaja para poder escabullirse entre los edificios y darle la vuelta a las cosas.

Darkseid simplemente se quedó quieto en el lugar donde se hallaba, alerta en todos sus sentidos. Adaptandose a la poca luz, buscaba otras formas de ubicar a la chica de acero.