No son mujeres comunes. Por un lado esta la dueña de una renombrada empresa, por el otro, una súper mujer que puede cargar un camión con una mano.
Mujeres especiales merecen una historia especial, una historia con una gran incógnita sin resolver.
E...
Los días pasaban, cada uno mejor que el anterior. La relación de Lena y Kara florecía al paso del tiempo. Encontraban en la otra la felicidad que necesitaban, el cariño y el apoyo que buscaban sin siquiera saberlo. Se sentían como en su hogar.
Algo difícil de encontrar, o más bien, alguien con quien compartir. A pesar de no haber gritado al mundo entero la relación que habían comenzado, puesto que solo se necesitaban la una a la otra para disfrutar de esa hermosa relación que se habían otorgado.
Cada mañana tomaba un tono diferente al encontrarse con un detalle de la otra, un rosa en la ventana, una nota sobre el escritorio, en ocasiones un simple mensaje las hacia sentir más vivas.
Aunque siempre las cosas mejoraban cuando se tenían frente a frente, cuando sus manos se rozaban o sus labios hacían contacto. El erizar de sus pieles ante una simple caricia y el calor que las abordaba cuando el momento iba un poco más allá de lo que podían controlar.
Cada pequeño gesto era especial, y este no era una excepción.
Antes de partir a CATCO, Kara recibió un mensaje de Lena
-"Detrás de tu puerta"
Es todo lo que allí decía, sin esperar un momento más se aventuro a abrir la puerta de su apartamento.
Entonces lo encontró. Tras su puerta, colocado en el suelo, se encontraba un bouquet de Dalias en color rosa junto a un pequeño papel.
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-" Tu me hablaste muchas veces mediante este lenguaje tan poco conocido. Ahora es mi turno para utilizarlo.
¿Sabes lo que esta creación de la naturaleza significa?"
Una sonrisa iluminó el rostro de Kara, pues sabia perfectamente lo que esta flor significaba. Entró nuevamente a su apartamento y tomó su celular.
-"Voy a intentar hacerte siempre feliz"
Entonces colocó su regalo en un florero con agua y adornó su sala.
Guardó su celular y salió rumbo a su trabajo, como cada mañana.
...
Lena inició su jornada puntualmente, como era su costumbre. Ultimamente llegaba de mejor humor a su trabajo, siempre con una brillante sonrisa en el rostro, algo que sus empleados no habían dejado pasar por alto.
Un rapido saludo a su secretaria y se dispuso a continuar con el trabajo que tenia acumulado.
Después de un tiempo de estar trabajando y minutos después de haberle mandado un mensaje a su bella novia, su teléfono vibro, avisándole de la entrada de un mensaje.
-"Voy a intentar hacerte siempre feliz"
Nuevamente una brillante sonrisa iluminó su rostro, sin embargo, decidió no contestar y mejor ir a verla un poco más tarde.
