Give Me A Reason To Start Again (Oliver Sykes Y Tu) [TERMINADA]

Capítulo 20

Mi padre ve con furia a Oliver, detrás de él esta Alan que tiene la misma expresión.
— ¡aléjate de mi hija, desgraciado! —grita rojo del enojo.

—Austin, déjame explicarte. Por favor. —dice Oliver, tratando de guardar la calma.

Como puede, se envuelve en la sábana, toma del piso su ropa y se cambia rápidamente.

— ¿explicarme qué? ¿Qué abusaste de mi hija todo este tiempo? Confié en ti maldito.

—en ningún momento forcé a_____. Siempre fue consensual. Ella es todo para mí, Austin. —dice con desesperación.

Solo bastaron que esas palabras salieran de sus labios, para que mi padre se abalanzara contra él, tomándolo del cuello y estrellándolo contra la pared.

Rápidamente copio la acción de Oliver y me visto velozmente.

Con desesperación trato de detener a mi padre, que golpea una y otra vez a Oliver, el primer puñetazo va directo a su labio, otro a su ojo, no para y lo peor es que Oliver no hace nada para detenerlo.

Alan me toma de la cintura impidiéndome siquiera acercarme.

—suéltame, maldita sea. —grito tratando de zafarme.

—déjame Alan, lo va a matar. —lloro. —papá, ya déjalo, te lo suplico. —le grito, pero está fuera de sí.

Pateo a Alan en la espinilla y gime de dolor, aprovecho para zafarme de su agarre y corro hacia mi padre, Oliver esta prácticamente inconsciente, si sigue de pie es porque mi padre lo tiene agarrado de la camisa.

Tomo a mi padre del brazo y de la cintura fuertemente. Pero mi fuerza contra la suya es prácticamente nula.

— ¡déjalo ya! ¡Lo vas a matar! —grito histérica.

Pero lo único que consigo es un golpe de su parte, que me deja en el suelo, un mareo se apodera de mi cuerpo y mi visión se nubla un poco.

Mi padre ante su acción se detiene y esta vez Oliver reacciona con furia, por un momento desconozco sus cálidos ojos.

—con ella no te metas imbécil. Podrás matarme si quieres, pero a ella no le tocas ni un pelo. —grita Oliver, para después empujar a mi padre y darle un puñetazo en la boca.

Oliver como puede se agacha a mi lado y toma mi mano con fuerza dándome un pequeño beso en la frente.

—todo estará bien, mi vida. —dice dándome una leve sonrisa tranquilizadora.

Su cara está repleta de golpes, su nariz está sangrando, al igual que su labio.

Me doy cuenta que mi padre ya no interviene, porque él y Alan hablan con unas personas, no se quienes sean, espero que no sea lo que estoy pensando.

Lo último que veo es como unos policías se acercan a Oliver, lo alejan de mí y se lo llevan.

No sé en qué momento Alan les llamo.

—te amo, _______. Nunca lo olvides. —grita forcejeando con los oficiales y es lo último que escucho salir de sus labios.

Hasta que la oscuridad me arrastra.

(...)

Abro los ojos lentamente, ya que esa pequeña acción es trabajosa. Parpadeo un par de veces hasta que mi vista se aclara.

Un ruido molesto se hace presente, un olor como a antiséptico penetra mis fosas nasales, es obvio que estoy en un cuarto de hospital.

Todo lo que paso, mi padre golpeando a Oliver, los oficiales llevándoselo, todo viene como avalancha a mi cabeza.

Una terrible desesperación y un terror me invaden. Me incorporo de la cama, debo irme de aquí, necesito ver a Oliver, aclarar que el jamás me forzó a nada. Todo fue un error, mi padre no debió de haberse enterado así. No entiendo ni siquiera como lo hizo.

A mi lado esta Vic y Andy, ambos están dormidos en unas incomodas sillas.

Me levanto de la cama, pero mis piernas flaquean y caigo, despertándolos.

Ambos asustados de verme en el suelo, me levantan volviéndome a acomodar en la cama.

—necesitas descansar, pequeña. Estás muy débil—dice Vic acariciando mi pelo.

Niego rápidamente. —necesito buscar a Oliver, aclarar todo. No puedo permitir que lo lleven a prisión. —lloro.

Ambos me ven con mucha preocupación.

—tranquilízate, linda. Pasaste por un momento traumático, _________. Estas confundida. —dice tranquilamente Andy.

—tío Andy, por favor necesito verlo. Yo lo amo, él no me obligó a nada, necesito explicarles.

—Andy tiene razón, ahora estas muy confundida y es normal cuando pasaste por un trauma así. El doctor dijo que podrías pasar por algo parecido al síndrome de Estocolmo, pero veras que todo se ira aclarando en tu mente, poco a poco. —dice Vic, sonriendo leve.

— ¿síndrome de Estocolmo? —rio amargamente.

—sí, cuando la...victima crea digamos un lazo con su agresor. Estuviste a solas casi dos meses con ese bastardo, no quiero ni imaginar por todo lo que tuviste que pasar. — aprieta su mandíbula con fuerza.

—joder, se lo que es. Solo escuchen como pasaron las cosas por favor.

Ellos asienten, no muy convencidos.

—La verdad es que siempre estuve enamorada de él, jamás creí que el pudiera corresponderme. —sonrió involuntariamente al recordar todo lo que hemos vivido. —durante el tour estuvimos saliendo, hasta que nos hicimos novios, no queríamos separarnos así que se ofreció a estar conmigo mientras mi padre estaba de gira por Europa. Claro que tenía pensado decirle a mi padre en algún momento, pero todo salió mal, se supone que faltaban dos semanas para que su tour terminara, íbamos a esperar a que por lo menos a que cumpliera 16.

Ambos se ven sorprendidos con mis palabras.

—te creo. —dice Vic, tomando mi mano fuertemente. —lo único que sé es que alguien le mando una fotografía a tu padre, donde estas con Oliver. Así que él y Alan tomaron el primer vuelo y al llegar...tú sabes el resto.

—tu padre está en este momento esperando el juicio de Oliver, estuviste más de 24 horas inconsciente, Austin nos pidió que te cuidáramos. —dice Andy.

— ¿juicio? —pregunto con miedo.

—___________, aunque tu hayas estado de acuerdo, no deja de ser un delito, eres menor de edad y digamos que si la diferencia de edad no fuera tanta quizá no sería tan grave, pero lo es.

Lagrimas salen sin parar de mis ojos. — ¿y exactamente de que lo acusan? —pregunto con miedo.

—violación y estupro. —contesta Vic, sin siquiera verme a los ojos.

— ¿y de cuánto es la condena? —pregunto con miedo, con pánico.

—no quiero mentirte, _________. De 4 a 6...años. —Contesta Andy, tomando mi mano con fuerza.

Culpabilidad, enojo, miedo, tristeza y desesperación es lo que siento.

Yo lo condene a esto.

Todo es mi culpa.