En ocasiones las circunstancias de la vida nos llevan a tomar decisiones tanto "buenas" como malas, creyendo que estamos haciendo lo correcto, pues el miedo de lastimar a alguien que amamos diciéndole la verdad, le "ocasionaría un mal terrible". Aun...
Después de ese rato me pasaron a una habitación muy bonita en la parte de arriba del lugar.
El cuartito estaba adornada con frases muy significativas el cual una de ellas me llamo la atención...
"las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogaran os ríos (cantares 8:7)".
No sé pero esa frase me hacía sentir esperanzada. También habían flores de colores en un jarrón chico colocada en una mesita junto a un pequeño libro. Y se asomaba a una ventana donde podía entrar la luz. Una pequeña cama con un edredón delgado y una almohada muy suave. Me sentía en casa.
No sabía que el Pastor Madison vivía en el templo con su esposa Adelinne. Sin duda era una mujer muy amable y gentil, pero con autoridad, con carácter. Además de ser muy bonita. Me dijeron que no tenían hijos, pero que eso no los detenía en la obra del Señor. Me contaron que tenían a un muchacho el cual amaban demasiado como aun hijo. Pero Dios lo quiso antes en su Reino junto con su esposa.
Me lo contaban como algo normal de la vida. Era extraño no notar tristeza en ellos, solo sonreían. Supongo que fue el tiempo.
Pasaban los días, ellos me trataban muy bien. Siempre se la pasaban orando, en las salidas y entradas de algún lugar, en las comidas o cenas, en las mañanas y noches, antes de dormir... cuando leen la biblia... yo trato de entender pero solo veo muchas letras, lo veia como un libro normal. Sin embargo ellos lo toman con delicadeza, cada hoja la voltean con sumo cuidado como si fuera a romperse, la tratan como un regalo irremplazable, con amor.
A mí me obsequiaron la que estaba en la mesita. A decir verdad estaba muy bonita. Era mediana, de color verde claro y naranja y tenia unas hojas enmarcadas. Me gusto.
Me enseñaron a leerla y a interpretarla. Tenía tantas palabras de amor, de aliento de paz y de perdón. La que más me gustaba de las citas fue la primera que leí, al entra a la habitación. Sin lugar a duda era una palabra de amor y esperanza, porque sentía que volvería a ver a Aidan.
Dicen que Dios es amor. Que el escucha todas tus necesidades y te cumple sus promesas. Pero sobre todo que el ama. Su amor es grande y promete siempre estar a tu lado aun cuando todos te han abandonado.
"Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá (Salmos 27:10)".
Me hace sentir amada y segura...
Ya había sufrido mucho en cuestiones del amor, y en todo sentido, "seguro él no me dejara en el altar como McLean. Je ".
Ni me dejara como mis padres.
Darme la oportunidad de ser feliz nuevamente sería lo ideal. Si esta decisión va a ayudar a mi vida para dar otro giro a algo bueno, habría que intentarlo ¿no? Total, que puedo perder. ... Y si....Perdi.
Acepte nuevamente al amor... acepte a Cristo en mi corazón...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
