Cap. 37 CAMBIO DE PLANES

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Bruno había decidido salir de su despacho. Ya eran las 5:40 de la tarde y tenía que arreglar las cosas con Aidan. Así que lo demás lo dejo de lado.
Cruzo por el pasillo pasando de largo la oficina principal de Tanner. Al estar bajando los escalones una voz ronca lo detuvo.

- ¡Fossati! -Menciono Tanner desde lo alto -Ven a mi oficina.

Bruno dudo un instante. Rara vez lo llamaba, siendo Aidan quien le informara de todos los acuerdos o pendientes de la empresa. Pero accedió a ello y regreso. Cruzo por el pasillo y abrió la puerta sigilosamente.

- ¿Necesita algo? -Pregunto curioso estando al umbral del lugar.

-Toma asiento -dijo Tanner seriamente mientras se encontraba mirando por la ventana. Llevando a su boca una pequeña pastilla blanca, al parecer un antidepresivo.

Bruno lo noto, pero no le tomo importancia. Así que tomo asiento. Miro el lugar como si nunca hubiese entrado y se dio cuenta de una cámara de seguridad que tenía Tanner en una de las esquinas de la oficina. De momento se inmuto, pero trato de disimular logrando tener éxito. Ya se imaginaba lo que le venía.

- ¿Quieres algo de beber? Tengo de todo -Menciono interrumpiendo su pensar momentánea.

-No gracias, no bebo -dijo extrañado.
- ¿Esta seguro? -mencionó no muy convencido.

-La realidad es que no me agrada el olor a alcohol –Menciono serio -No lo tolero. Me dan náuseas y luego…

-Bien -Menciono Tanner ignorando el comentario.

-Un tabaco -ofreció.

-Soy asmático -Dijo indudablemente - ¿Por qué me llamo? Dudo mucho que se trate solo de una invitación a beber o fumar -dijo Bruno cauteloso.

-Eres inteligente muchacho -dijo tonando asiento frente a él.

Bruno se encogió de hombros en señal de lo obvio - ¿Qué puedo decir? Mis padres me hicieron.

Un pequeño ruido salió de la voz de Tanner. Al parecer le ocasiono gracia lo que le había dicho.

-Te he observado Fossati -Dijo entrelazando sus manos -Demasiado. Y he llegado a una conclusión.

- ¿Me dará un aumento? -Dijo sarcástico.

A Bruno no le importaba con quien se encontraba, el actuaba como siempre. Era algo que a Aidan siempre le molestaba por no tomar todo enserio.

-Mejor que eso -Se recostó sobre el respaldar de su silla -Supongo que Villalba te comento sobre la oferta que le hice hace poco.

-Si lo hizo. Le dije que yo en su lugar lo aceptaría. Nadie puede ser tan tonto como para rechazar algo tan magno, más si se trata de la persona que lo ha criado desde niño -Dijo hábil.

- ¿Sabes si lo hará? -Pregunto inquisitivo.

-La verdad no lo veo tan convencido. Desde su visita a Fresno ha tenido cambios radicales. Así que… No lo sé.

Tanner cambio de semblante a uno más sombrío, pero después se tranquilizó enseguida.

-Y dime ¿Qué te pareció ese lugar? Me imagino que te convencieron.

-Si habla de la iglesia, aburrido… -Menciono persuasivo - ¿Usted puede creer que ellos pierden el tiempo de esa forma, cuando en realidad podrían estar produciendo no sé, dinero y gastándolo a su antojo? Pero no, prefieren derrocharlo como la arena del mar, es absurdo. Dando al pobre como si tuviéramos la culpa de que Dios se haya olvidado de ellos ¿O qué opina? -menciono fingiendo fastidio -Eso no es lo mío.

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