Bruno se encontraba sentado en el interior de la sala junto con Madison y Aidan. El ambiente se tornaba un poco tenso debido al silencio en el interior a causa de la discusión que habían tenido anteriormente, así que ni uno de los dos era capaz de entablar conversación.-Bueno hijo, dime ¿Como has estado?, ¿Como vas con lo de tu padre? -Pregunto Madison tratando de romper la tención provocado por ambos.
-Todo bien, sabe – Dibujo una sonrisa – Hace tanto tiempo que no convivo con el que me es placentera su conversación. Aunque debo confesar que me sigue costando estar con él.
- Te entiendo, hijo. Pero veras que poco a poco su relación ira cada día mejor, solo hay que seguir orando por eso – Bruno solo sonrió.
-Y tu madre… ¿Cómo esta ella?
-Ya mejor, el medicamento y los cuidados le han estado ayudando bastante, sabe.
- ¿De verdad? ¡Gloria Dios! – Dijo sorprendido –¡Eso me alegra! Vez que él es bueno, jamás abandona a los que le buscan de corazón.
-Si, lo sé… Aunque, la realidad es que no estoy tan centrado en él como sabrá, y lo siento – Menciono un poco afligido.
-No te preocupes hijo, todo a su tiempo – Menciono mientras ponía su mano en su hombro para reconfortarlo –Mientras ese anhelo este en tu corazón, Dios hará lo demás. Ten fe. Primero Dios todo acabe pronto.
-Si, eso espero – Menciono pensante – Que acabe pronto.
- ¿Quieres algo de beber, Bruno? -Menciono al fin Aidan con tono serio.
-No, así estoy bien, gracias.
-Bien iré a la cocina, permiso -Menciono levantándose de su lugar en dirección a la cocina.
-Hijo, el dijo que no -Comento creyendo que el se iba por la incomodidad, la cual era un poco incierta.
-Le recomiendo pasar más tiempo con él, Pastor -Menciono serio -Cuando él dice: “No gracias”, es porque se está muriendo de hambre.
Madison lo observo por un momento y Bruno solo sonrió avergonzado, ya que era cierto lo dicho por su amigo. El Pastor se impresiono y rió por dentro, ya que era inusual conocer a personas que se supieran perfectamente los gestos o costumbres con solo hacer o decir unas palabras.
Mientras Aidan se encontraba en la cocina, el Pastor y Bruno seguían entablando conversación. Había cierta inquietud en el que no quería pasar por alto.
-Dime hijo, con lo que paso con Tanner ¿Es cierto? -Menciono intrigado.
-Aidan le dijo sobre el cambio ¿Verdad?
-Lo hizo hijo y debo decir que a mí también me tomo por sorpresa -Dijo afligido – Hijo si es por el dinero…
-No es por eso – Aclaro cortante –Tengo mis motivos y discúlpeme si sueno muy tajante.
-No puedo obligarte a decirme algo que tu no quieres. Respeto eso, solo que… - Su tono empezó a sonar preocupado – Tanner es una persona por la cual hay que tener cuidado. Lo conozco desde que la madre de Aidan lo presento como novio de Gina. Cambio radicalmente desde que su padre le dejo las acciones. El dinero lo cegó, se volvió altivo y egocéntrico.
- ¿Entonces él no era así? – Pregunto con duda.-No – Afirmo –Cambio bastante desde aquel día.
- ¿Aquel día?
-Se le hablo muchas veces acerca del Reino de Dios cuando era a un joven, pero… nunca quiso aceptar. Solo una vez fue con Sophie al Templo, pero al conocer a Adrien, bueno las cosas no fueron nada bien – Menciono afligido.
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Lazos de Amor
EspiritualEn ocasiones las circunstancias de la vida nos llevan a tomar decisiones tanto "buenas" como malas, creyendo que estamos haciendo lo correcto, pues el miedo de lastimar a alguien que amamos diciéndole la verdad, le "ocasionaría un mal terrible". Aun...