Slipping Away ( Christopher Velez y tu)

capítulo 9: "Descubriendo el pasado"

Ya era de mañana. Te despiertas por la luz solar dando en tu rostro. Al abrir los ojos te sobresaltas haciendo despertar a Chris que al abrir los ojos también se sobresalta. Jade estaba sentada frente a ustedes, con las piernas cruzadas y calcetín a su lado. La niña llevaba una sonrisa que Chris conocía bien, era la de "hice una travesura o los encontré infraganti"

-Oh, buen día Jade.- Le dices sentándote.

-Buen día profe.- Te dice aun sonriendo.

-¿De qué te ríes?- Le pregunta Chris sonriendo.

-¿Yo? De nada ¿Tú te estas riendo calcetín?- Dice Jade mirando al perro.- Calcetín tampoco se ríe.

Miras el reloj que se encontraba en la pared junto a la tv.

-Vaya, que tarde, ya debería irme.- Dices tomando tu ropa que habías dejado secando al fuego de la chimenea. -¿Dónde puedo vestirme?

-Junto a la puerta de la cocina está el baño de visitas.

-Gracias.- Y te diriges hacia allá. Chris y Jade se paran y te ven desde la puerta.

-¿La amas?

-¿Qué te importa niña? Son cosas de grandes.- Le dijo en medio de una risa sin poder creer las preguntas de su hija.

-Es sólo una pregunta. Yo la quiero. Creo que mamá la guio hacia nosotros para cuidarnos, como mamá es un ángel puede hacerlo ¿No, papi?

-¿Sabes qué mi niña? Estoy de acuerdo contigo- Le dice Chris con una sonrisa.- Ahora ven, vamos a vestirte así alcanzamos a ______ a su casa.- Tomándola en brazos y subiendo las escaleras.

...

Chris y Jade te invitaron a desayunar fuera. Van a un lugar nuevo llamado "Green Apple", el cual quedaba a unas dos cuadras del estudio de danza.

Esa mañana Katy debía ir al estudio a arreglar el tema de los pagos, impuestos y facturas. Iba en su auto escuchando música y cantando cuando te ve con Chris bajando del mismo auto hamacando a Jade.

Katy odiaba admitirlo pero en ese momento te envidiaba; no por estar con Chris sino por estar con alguien. Ella jamás tuvo una relación seria. Siempre parecía esas chicas superadas que su lema es "Las chicas solo quieren divertirse". Pero, realmente, era todo lo contrario. Temía enamorarse, le tenía miedo a los hombres.

Esa escena la partió en mil pedazos. Así como tú ella también tenía secretos.

Llega al estudio y baja del auto, aun pensando. Luego de levantar las persianas y acomodarse, abre uno de los cajones de su escritorio, el cual siempre mantenía cerrado. Saca un pequeño paquete y se dirige al baño, ya en él, suelta el contenido del paquete sobre la mesada del baño, toma su licencia y amontona la sustancia en una línea y la expira.

Los efectos surgieron de inmediato. Hace meses que no lo hacía así que su cuerpo y mente reaccionó de inmediato.

En su mente había miles de pensamientos. Buscaba dejar de pensar pero fue todo lo contrario comenzó a pensar y pensar. Pensaba en su pasado en Estados Unidos, en su madre, prostituta y drogadicta. En como su padre se llevó a Malcolm a Europa y a ella la dejo ahí, sola, padeciendo.

Las lágrimas brotaban de a borbotones. Y lo recordó. Recordó a aquel hombre, a su padrastro número siete. Era como si volviera a sentir sus nalgadas, las golpizas, su fuerte aroma a alcohol. En su mente retumbaban esas frases "Eres una putita como tu madre", "Mira que grande estas, como te crecieron las tetas".

Recordó a ese demonio entrando a su cuarto en la noche. 10 años "Tranquila, es solo un besito"; 13 años "Como crecieron tus pechos, que suaves son"; 15 años "No te resistas puta, abre bien las piernas".