Rompiendo el azul con los dientes.

FRUSTRACIÓN

FRUSTRACIÓN...

De la explosión de color que aparece

en una inesperada primavera.

De la hoguera que se enciende cuando ya ni existen brasas,

del tímido calor que abraza y calma

cuando uno vive acostumbrado al frío.

De las ventanas que se abren,

de las puertas que se arrancan con las manos,

de las flores que renacen en las orillas del camino,

tímidas y diminutas bajo la grava.

Del arcoíris que asoma a través de un cielo

en el que la lluvia ha sido un constante largometraje,

una infinita espera mientras el actor principal

hacía pruebas de vestuario.

De la ilusión, del buscado sentimiento,

del experimento que supone abrir una presa

y dejar que el agua ruede valle abajo

buscando campos, empapando tierras...

Pero también de la decepción de no ver en sus ojos

nada que iguale. De la frustración de ser consciente

de como el cemento

con las nuevas experiencias se amalgama.

Y sentir como el agua y el aceite se distancian

en un vaso que rebosa cuando la indiferencia

decide instalarse en el cristal...

De sentir que eres pasta de papel

con facilidad para deshacerse...

De que se alternen en la melodía

silencios que no aparecen en la partitura

y notas desafinadas con las que nadie contaba.

De lo que se calla por vergüenza.

De lo que la razón entiende pero el corazón rechaza.

De la enfermedad que grita el alma

y adormece al cuerpo sano.

Del insomnio mantenido mientras que el otro se limita

a dejar que pase el tiempo por si viene alguna luciérnaga

y sus horas se llenan de mariposas sin alas.

Ser lluvia que moje pero no cale...

(no hay aceptación posible)