Rompiendo el azul con los dientes.

Afectos

AFECTOS...

Hay sentimientos que desafían cualquier tipo de ley escrita, que se mantienen en el tiempo incorruptibles como si la ausencia del otro los hubiera protegido en ámbar.

Sentimientos que rompen relojes, que pulverizan silencios, que permanecen impresos más allá de experiencias, de encuentros, de palabras de cariño... de caricias, de un breve roce con los dedos que es capaz de revolucionar por completo al ser que lo recibe.

Huracanes emocionales que lanzan por los aires en lo que dura un parpadeo cualquier malentendido, equivoco, conflicto no resuelto.

Son sentimientos que cuesta escribir porque se atascan en el ímpetu que uno le pone al tac tac de las teclas, que verbalizarlos supone también un reto pues discretos intentan mantenerse en el fondo de la garganta.

Sentimientos que se escriben con tinta invisible sobre nuestra piel, que se cobijan en la melancolía que nos invade en los días de lluvia.

Afectos innominados (o dedicados) que nos hacen un poco más libres. Impulsos sin etiquetas que nos recuerdan que seguimos vivos.