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La campana sonó dando el inicio de almuerzo, todos los niños salieron disparados hacía el comedor con estómagos hambrientos. Largas vacaciones habían hecho olvidar cuan fastidioso podría ser el inicio de clases, pero un par, en particular, no salieron. Luka y Connor quedaron sentados en los pupitres en espera de un mal juego.

-¡Eres igual a mí!- la histeria salió a flote cuando dijeron la misma frase.

Luka frunció el ceño sin comprender bien la situación, se puso de pie para rodear al niño. Asechandolo como una presa, no había duda, tenían el mismo tono de cabello y ojos, los detalles de sus rostros eran perfectos comenzado asustarlos.

-¿Por qué somos idénticos?- Connor gruñó, ¿Qué clase de pregunta era esa?.

-No sé, tal vez te copiaste de mí- Luka alzó una ceja ante el sarcasmo del otro.

-No me copie, no seas tonto.

-Entonces no hagas preguntas como esa, es obvio que no sé la respuesta- sí, ambos tenían el mismo carácter, poca tolerancia.

Bueno, al menos no eran sentimentales como Liam.

-Vale, tal vez no me copie de ti, eres mucho más diferente a mí- Luka lo señaló con el dedo, avanzando a Connor. -Tienes un mal corte de cabello, tu piel es muy pálida y estas muy delgado ¿Acaso no comes?.

Connor bufó, ¿Acababa de insultarlo?

-Disculpa pero yo no tengo un mal corte, mi cabello creció y se riza, no acostumbro salir al sol por lo cual estoy más palido, y bueno, no es mi culpa que tú estés gordo- Connor tomó su mochila y salió del salón, no iba a quedarse allí con ese niño mimado.

Connor se sentó sobre el césped cerca de la área de juegos para los más pequeños del instituto, vació su mochila de la cual cayeron un par de cuadernos y colores, su almuerzo y la manzana verde rodó sobre las libretas.

Sacó el sándwich de la envoltura e hizo una mueca al oler el atún con mayonesa. Zayn había olvidado que odia el atún, debió cambiar los almuerzos. Mordió la fruta cuando miró unos tenis negros, tan limpios y nuevos.

-¿Qué quieres?- preguntó Connor limpiando el jugo de manzana que escurría por sus comisuras.

Luka hizo una mueca de asco.

-Nada, solo vine a comer es hora del almuerzo- Luka se puso frente al castaño, sacó su almuerzo de la mochila. Emparedado de pollo, fruta picada, yogurt de avena y jugo de naranja era el almuerzo que Liam preparó para él. -¿Qué?

- Tu almuerzo se mira delicioso- babeó Connor.

Luka rió, era su objetivo presumir su comida. Acercó los emparedados en triángulo y le ofreció uno a su gemelo.

-Toma uno, papá hace el mejor pollo- Connor no dudó, él no comería el sándwich de atún, aparte de detestarlo era alérgico.

Luka y Connor comieron bajo la sombra de las nubes, dándose sonrisas gracias a Liam y su buen pollo. No volvieron a decir nada al respecto de su parentesco, solo hablaron de las vacaciones y el mal gusto que tenía Connor por su ropa.

Connor podría parecer un niño vago con pantalones desgastados y blusas holgadas por tantas lavadas, Zayn lo mantenía en lujos y buena vida llena de vídeo juegos y grandes pantallas. Pero no podía hacer nada con el gusto de su hijo, no le molestaba de igual manera, si Connor se sentía cómodo así no iba por que cambiarlo.

Era claramente todo lo contrario a Luka, quien siempre vestía de manera pulcra y limpia. Sin contar que vestía con bastante estilo. Ventajas de que su padre fuera un gran diseñador de ropa.

Juego de Gemelos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora