Juego de Gemelos.

16

Sus manos vagaban por la desnuda piel del menor, dejando un rastro de caricias ardientes. Suaves gemidos eran escuchados por sus oídos y húmedos besos eran dados en su cuello. Haciéndole gemir.

Sentía como si estuviera en las profundidades del infierno, su cuerpo ardiendo a cada embestida que empujaba. Era su paraíso.

—Liam-m—

Aquel suave jadeo que escapó de sus labios lo hizo despertar de golpe.

—Maldicion.—Gruño sintiendo su entrepierna adolorida.

Cerró sus ojos sintiendo como los últimos rastros de sueño se iban, tal y como sentía como se iba su dignidad.

Era ya la tercera noche que uno de los muchos recuerdos de sus noches pasionales se colaban en su sueño.

Y aunque fuera algo vergonzoso que a su edad tuviera sueños húmedos, admitía que en cierto modo le gustaban esos recuerdos.

La tensión sexual lo estaba matando.

Acomodando su pijama en un intento de ocultar su erección, salió de su habitación en busca de su progenitora y su hijo.

Su ceño se frunció a cada paso que daba. Todo estaba demasiado silencioso, y eso no era normal. No cuando su madre estaba de visita.

Tomo una nota dejada estratégicamente en la isla de la cocina y sonrió un tanto aliviado.

"Sali con Connor a hacer algunas compras, volveremos a la hora del almuerzo.
Tu desayuno está en el microondas

Mamá"

Dejando la nota nuevamente sobre la isla, se dirigió al microondas en busca de su desayuno.

Netflix y la comida de su madre sonaba como un buen panorama para el.

Al fin y al cabo, Connor estaba con su madre ¿Que tanto podían hacer una abuela y su nieto en el centro comercial?

Nada que los metiera en problemas, al menos.

Y con ese último pensamiento el hombre se dirigió a la sala con su comida en la mano.

Aprovecharía su tiempo libre.

[...]

—¿Estas seguro de que es una buena idea?—Trisha pregunto a su otro nieto, quien no dudo en asentir.

—Si. Papá Liam se desmayaría si ve que llegó contigo. Hay que ir lento.—La mujer asintió entendiendo el punto de vista de su nieto.—Solo ve y habla con el. Connor me avisará cuando pueda entrar.—La mujer apago el motor y con un suspiro asintio.

—Entonces te veré adentró. Todo saldrá bien cariño.—Le dijo la mujer mientras besaba la frente del menor y bajaba del auto.

Luka se ocultó lo mejor posible y con disimulo miro por la ventana a su abuela, quien tocaba el timbre de la puerta.

Se ocultó del todo cuando su padre le abrio. Pasados los minutos, volvió a mirar, la mujer ya no estaba.

Ahora solo le quedaba esperar.

[...]

Liam sentía que su respiración le fallaría en cualquier momento. Trisha Malik estaba frente a él después de once años casi doce de no verla.

Maldición, sentía que entraría en pánico en cualquier momento. Si ella estaba aquí ¿eso significaba que Zayn también? ¡¿Su otro hijo estaba aquí también?! Oh Dios.

Liam se sintió mareado.

—Hola, Liam.—El castaño le regaló una temblorosa sonrisa y dando un paso al lado, la dejo pasar al interior de su casa.

"Por favor que Luka no despierte temprano, no hoy" Rogó mentalmente el castaño.

Guiando a la mujer, la invitó a tomar asiento en el sofá de su sala de estar.

—Yo-o...Bueno, si que es una sorpresa verla aquí, señora Malik.—Murmuro Liam, inseguro de como debía hablarle a la mujer que alguna vez fue su suegra.

No malinterpreten, la relación entre Liam y Trisha había sido fabulosa, y eso visto desde el punto de vista de ambos.

Pero eso ya fue hace años.

—Cariño, se que no nos veíamos hace mucho, pero creo ya pasamos la época de "señora Malik", además eres un hombre ahora, puedes llamarme Trisha. Con confianza.—Le dijo con una sonrisa, Liam sonrió levemente.

Seguía siendo igual de amorosa que siempre.

—Bueno-o.—Liam tartamudeo.—Eh. ¿A que debo tu visita Trisha? Más bien dicho ¿Como supiste donde vivía?—Le pregunto curioso el castaño sin entender aún del todo la situación.

—Digamos que un pajarito me dijo donde vivías. He venido porque quiero hablar de un tema un tanto delicado contigo.—Liam miro preocupado a la mujer.—Y creo que lo mejor es que tomes asiento.—El castaño con movimientos lentos se sentó frente a la mujer.

—Quiero que me escuches atentamente y te tomes esto de la forma más calmada posible.—Liam asintió ya asustado.

—¿Ocurrio-o algo con Connor?—Pregunto con un nudo en la garganta el hombre. Trisha negó con una suave sonrisa, calmando las preocupaciones de Liam.

—No le ha ocurrido nada malo, el junto con Zayn se mudaron. Creo que se podría decir que están mejor que nunca.—Liam mordió levemente su pulgar.—Liam. Zayn y Connor están viviendo hace ya varios meses aquí, en Meryland.—Le dijo la mujer.

Liam sintió como su aliento se atoraba y su corazón se detenía por milisegundos para comenzar a latir desbocado nuevamente.

—Ellos-s...Connor...Zayn.—La mujer asintió ante los tartamudeos del hombre.

Tomo entre sus manos la de Liam, logrando captar su atención.

—Si, Liam. Ellos están viviendo aquí y...—Liam miro desesperado a Trisha.

—¿Y que? Trisha por favor habla.—Dijo el hombre ya exasperado.

—Connor y Luka, son compañeros de clase. Liam, ellos se conocen.—El castaño negó sintiendose totalmente aturdido.

Esto no podía estar pasando.

—Eso no es verdad-d.—Murmuro Liam conmocionado.

Leves pisadas se escucharon acercarse al salón y Liam volteó su mirada.

Sus lágrimas se agolparon brutalmente en sus ojos y comenzaron a caer silenciosamente de sus lagrimales empapando sus mejillas.

Frente a él estaban sus dos hijos. Sus pequeños bebés ahora grandes.

Años soñando con verlos a los dos juntos y ahora está ocurriendo. Se sentía abrumado por el cúmulo de emociones.

—¿Connor-r?—Susurro Liam limpiando sus lágrimas, el menor sonrió y avanzo hacia su padre. Sorprendiendole.—¿Luka-a?—

—Hola papá.—Le sonrió el menor vestido con la ropa de chándal, Liam sintió su corazón en la garganta.

Mirando al preadolescente que se posaba frente a él, cubrió su boca.

Connor estuvo con el todo este tiempo.

—Oh por Dios.—Murmuro antes de romper en sollozos abrazando a su hijo fuertemente contra su cuerpo. Connor sonrió y abrazo  a su padre.

—Hola papá Liam.—Murmuro Connor y Liam río con las lagrimas aún escapando de sus ojos.

—Hola Connor.—Susurro sintiendo su corazón arder ante aquella bella sensación.

Sus hijos estaban con el, ambos en una misma habitación. Era el hombre más feliz del mundo en este momento.

De eso, no cabía duda.

¿Les gusto el reencuentro de los gemelos con Liam?

H&J