Niñe-Mascota.
Una niñera... ¡eso era absurdo! Ellos jamás contratarían a una desconocida para que cuidase a su hermoso copito ¡era imperdonable! con la gran cantidad de secuestros y robo de infantes, no señor ¡nunca lo harían, primero muertos!
Esa fue la decisión de los padres de Milo, por desgracia el permiso de maternidad de Degel expiro y lo desease o no tendría que regresar a trabajar. Kardia le propuso que dejara el trabajo por un par de años hasta que Mystoria entrara al jardín, como lo había hecho con Milo, pero la idea fue desechada casi de inmediato, si bien no necesitaban el dinero, la carrera de Degel se encontraba en buen momento y al francés le encantaba dar clases, dejarlo sería muy difícil para él. Pero no dudaba en hacerlo si era necesario, Mystoria era primero. Por fortuna para el francés esta hermosa pareja contaba con un apoyo extra...los abuelos.
Y como es costumbre, en especial en esta y la anterior década, los abuelos son uno de los motores que ayudan en el crecimiento de los infantes. Krest era un músico con tiempo libre y Zaphiri un militar retirado...con el mismo tiempo libre. Por lo que no dudaron en ofrecerse a cuidar al pequeño bebe. Con el problema resuelto Degel pudo regresar a la universidad tranquilamente, gracias a Dios por su solidaria familia.
Pero si de verdad creen que solo los abuelos representan esta ayuda, déjenme decir que están equivocados, en varias ocasiones la responsabilidad puede recaer en un Tío, Tía o hermano mayor(de edad) y en algunas ocasiones... en las mascotas. Esos seres peludos y sonrientes que nos hacen sentir bien y nos regalan genuinas muestras de afecto sin esperar nada a cambio, sí, esas bolas de trucos también llegan a ser excelentes niñeras, tan cariñosas y sobreprotectoras como un familiar, ya que ellas, también son nuestra familia.
-aquí tienes, le toca su mamila a las ocho, diez, doce, y dos, Kardia y Milo lo recogerán a las tres, cuando Milo salga de la escuela, tienes suficientes pañales, su juguete favorito y ropa, en ocasiones duerme y no despierta hasta su siguiente mamila y...
-Degel, se cómo cuidarlo, ya vete, es tarde y tienes que ir a trabajar.
-está bien...adiós amor, pórtate bien.
El peliverde le dio un tierno beso y se marchó corriendo, se le hizo tarde porque Milo no quería que se llevara a su hermanito, el pequeño lo quería llevar a la escuela y mostrarle a sus amigos, asegurado que él lo cuidaría, por desgracia en su escuela no había guardería.
Sonriente, Krest tomo a su nieto y se encamino a la sala, con Pancho tras ellos. Los ojos azules del nene estaban clavados en su persona, el chiquillo jugaba con sus manitas, meciéndolas y llenando de baba sus pulgares, se había quitado los guantecitos y la gorra, ya que no le gustaba estar tan abrigado.
Le cargo por un rato, mientras bebía un poco de té y leía un libro infantil, a diferencia de Milo, Mystoria era muy tranquilo, escuchaba atentamente lo que su abuelo leía en voz alta y mantenía la mirada fija en las páginas, balbuceando algo cuando una palabra le sonaba muy rara, palabras que Krest no tardaba en explicar de la mejor manera, de verdad todo lo opuesto a Milo cuando era bebe; el pequeño bicho por lo general balbuceaba como loco y le exigía el libro para intentar leer... ¡ay que días! que rápido había crecido su bichito.
Después de un rato decidió que era momento de tocar, ya lo había alimentado y cambiado, el nene dormía plácidamente en sus brazos, Fue a su estudio y lo recostó en un pequeño Moisés que había comprado, después se dedicó a tocar su hermoso piano.
La música despertó al infante, pero este no empezó a llorar ya que la melodía le encantaba, subía y bajaba las manitas imitando las notas.
"mmm, ya se despertó"