8: Desempacando de una vez.

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Anavi narra:

No es que no me haya gustado estar con Josa y pablo. Pero prefiero ver cuerpos femeninos en la noche, que ver cuerpos masculinos. Y eso que crecí con mi hermano mayor. Lo mismo puedo ver en la mirada de rabia de Dalia. Está enojada, porque no quiere estar con Josa y Pablo.

Y lo peor de todo, fue que cuando entramos a la habitación, solo tenía dos camas matrimoniales. ¿Cómo vamos a dormir así?

- Yo duermo con Anavi, en esta cama- dice Dalia. Arrojándome a la cama junto a ella.

- Entonces nosotros dormimos con Bárbara ¿Cierto?- dice Josa, con una sonrisa malvada.

- Si.- digo.

- ¿Qué? No, yo quiero dormir con ustedes dos.- dice Bárbara.

- Lo siento Barb- ese es el apodo de Bárbara- es muy tarde.

Ella empieza a hacer pucheros y golpear a Josa y a Pablo mientras ellos se ríen.

Cuando me acuesto de forma correcta en la cama, logro ver que los colores de las sabanas son hermosos. Luego veo la cortina que nos separa de algo. Me levanto de la cama, caminó hasta ella y la abro. Cuando logro ver es una terraza, abro la puerta plegable y contemplo el mar azul de la playa. Aún el sol está y se puede ver la gente nadando. 


Siento pasos detrás de mí y luego veo a Dalia y a los demás a mi lado. Contemplan la vista mientras yo lo hago. Desde aquí arriba, la gente de abajo se ve tan feliz y amable. Me da ganas de tirarme desde aquí y nadar por el océano.

Pero no, tengo que estar aquí, con Josa y Pablo intentando ordenar mi ropa sin que vean mi ropa interior. Vuelvo a entrar a la habitación y me siento en la cama, esperando a que los hombres del hotel lleguen con mis maletas. Y parezco vidente, porque cuando lo pensé, justo llegaron y tocaron la puerta tres veces exactamente.


Abro la puerta inmediatamente y veo que los chicos vuelven a la habitación y cierran la puerta plegable.

Luego de abrir la puerta me encuentro con los hombres y cuatro carritos con muchas maletas. Me encuentro desconcertada hasta que encuentro la mía justo en el tercer carrito. Solo que yo tenía otra maleta, y estaba en el primer carrito. Los hombres me ayudaron a sacarla. Sonrío de forma agradecida y meto mis maletas en la habitación. Las pongo encima de la cama. Y veo que los chicos aún intentan encontrar las suyas. 


Dalia entra a la habitación con dos maletas grandes igualmente y las deja en la cama. Intento ver en donde vamos a meter nuestra ropa y encuentro una puerta enorme de caoba. La abro y encuentro un armario con espacio suficiente, o tal vez hasta de sobra para meter los cinco nuestra ropa.


- Oigan, vean el armario- les digo a los chicos. Ellos se acercan a mí y sonríen al ver el enorme armario.

- Parece el armario de las Kardashians.- dice Dalia. Yo río.

- Tal vez, pero creo que el de Kim es más grande que la habitación completa.- digo.

- Bueno, si.- dice ella.

- ¿Empezamos?- dice Pablo.

- Sí, pero primero tenemos que dividirnos la partes. ¿No creen?- ofrezco. Ya que si esté mes solo vamos a tener el desorden de ropa, yo nunca voy a saber dónde está mi ropa interior. Sí, estoy preocupada por mi ropa interior, y no me avergüenzo.

- Bien, ustedes tres tendrán la parte de atrás, y nosotros la parte de adelante. ¿Les parece?- dice Josa.

- Si, por mi está bien.- dice Bárbara.- Con tal de no compartir armario con ustedes. Ya realmente compartir cama me parece pasado de la raya.

- No tenemos la culpa, no hablaste antes de tiempo- dice Josa, riéndose. Bárbara lo golpea en el brazo y Pablo se ríe ahora.

- Bueno. Empecemos entonces.- digo. Saliendo del armario.

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Luego de varios minutos, tal vez una hora o media hora. Finalizamos el orden de nuestro armario, fue bastante esfuerzo el que pusimos. Pero al menos puedo encontrar mi ropa interior fácilmente.

- ¡Quedo muy bien!- dice Pablo.

- Si, al menos ordenado.- dice Dalia, con media sonrisa. Me rió antes su comentario.

 - Oigan, chicas, bajen a comprar algunas bebidas. Si quieren, obviamente.- dice Josa. Ofreciéndonos billetes para ir a comprarlos abajo.


- Pero, bebidas como cuales.- dice Dalia.

- Soda, refresco. Nada de alcohol hasta ahora.- dice Josa.

- Bien. ¿Vamos tu y yo?- me pregunta Dalia.

- Claro.

Gracias por leer, de verdad, si les gusto no olviden votar. Cada capítulo lo hago con cariño  para cada uno de los lectores. Espero que los entretenga. 



Hermanitos. (TERMINADA)Where stories live. Discover now