Todo estaba listo.
Miré por la ventana del vehículo mientras nos dirigíamos hacia la región Aéra. Había escuchado historias fantásticas sobre el lugar; las grandes ventiscas que asaltaban a los habitantes o las magníficas formas en las que las nubes demostraban su presencia en el cielo. No esperaba poco del lugar, sin embargo no estábamos ahí para explorar, sino para ocultarnos y lamentablemente teníamos que estar listos para irnos de ahí en cualquier momento.
Era una pena... Me encantaría conocer más acerca de mis raíces por parte del don del viento. Al ser una Versi, de seguro cada célula de mi cuerpo se alborotaría al llegar a descubrir sus prácticas. Resoplé al mismo tiempo que miraba cómo Alastair alzaba una ceja, curioso.
-¿Todo bien?- preguntó mientras bajaba el volumen de la vieja radio.
-Es sólo que... a veces desearía poder ser una Versi en toda su plenitud... ¿Alguna vez has sentido algo parecido?- pareció meditar su respuesta antes de soltar el aire y mirar hacia el frente de la carretera.
-Cada día de mi vida desearía no tener que ocultarme.- dio por terminado el tema cuando subió el volumen de la radio, de nuevo.
Mientras más nos acercábamos, más nerviosa estaba. Pude apreciar las colinas, en el fondo y más cercanos a nosotros un gran lago se hacía presente, dándome una repentina tranquilidad. A lo lejos podías ver las viviendas, antiguas por su parecer y en el fondo se alzaba una estructura gigantesca, como algún tipo de castillo, probablemente deshabitado.
-¿Qué vamos a hacer?- pregunté mirando a Alastair de reojo. Mi estómago gruñó por lo bajo, recordándome que hacía casi un día que no comía.
-Busquemos un lugar para pasar la noche, vayamos a comer y tal vez podamos... Conocer el lugar- esto último lo dice desconfiado.
-Entiendo que no estamos aquí para "conocer el lugar"- digo acentuando las comillas con los dedos.
-Es cierto, sin embargo debemos familiarizarnos con la región, así nos será más fácil adaptarnos.- aparca en el hotel con mejor pinta y me pide que aguarde mientras él reserva una habitación.
Mientras regresa me pongo a mirar por la ventana, por enésima vez y me imagino mi nueva ida aquí. Deberíamos conseguir, sin duda, unos de esos atuendos con los que todos se pasean. Las mujeres llevaban vestidos largos, con doble capa de tela, una pegada al cuerpo y otra que parecía volar con el viento; los hombres llevaban pantalones largos de un material ligero y túnicas de manga larga que se aferraban a sus muñecas. Aunque todos usaban modelos y colores diferentes, un elemento que no faltaba en ningún habitante era la imponente capa, hecha con un grueso material, con la capucha cubriendo sus ojos.
-Bajemos las cosas.- con un respingo miro a Alastair que saca las bolsas del maletero y las sube a un carrito que le ofrece un hombre bajito.
Bajo mis bolsos y los coloco con cuidado sobre el carro. El hombre se lleva las maletas y lo seguimos hasta nuestra habitación. Por el camino me permito observar con cuidado cada detalle, cada vuelta para evitar perderme en un lugar tan grande. En tiempos pasados pareció ser un castillo, como varios que he visto en el camino hasta aquí, sin embargo este permanece intacto y ahora remodelado como hotel. Al llegar a la habitación, se detiene un minuto antes de sacar las llaves y entregarnos una a cada uno.
-Que disfruten su estancia,-dice antes de antes de postrarse en el marco de la puerta.- estamos contentos de estar a su servicio.- por fin termina y se va, sin decir más.
-Bien, supongo que puedes instalarte ahora.- dice Alastair y comienzo a tomar mis cosas.
La habitación en si es sencilla, pero tiene un ambiente hogareño que no puedo pasar desapercibido. A la izquierda me encuentro con dos camas pegadas a la pared y una pequeña mesa de noche separándolas; del lado contrario de la habitación hay un escritorio, con su silla, y a un lado estanterías y un pequeño armario con espacio suficiente para veinte prendas, a su lado hay cuatro cajones distribuidos entre la pared y la ventana, que tiene vista a la imponente montaña y sus lagos.
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La Descendiente
Science FictionExisten cuatro elementos: Fuego, Aire, Agua y Tierra. Esto puede llegar a ser más que un simple juego de secretos... Portada hecha por: @CottonStar Banner hecho por: @EditorialDemons