Capítulo Tres.

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Son alrededor de las tres de la mañana y no he podido dormir ni un minuto. Supongo que es debido a la conmoción que me provocó aquel encuentro en el bosque con el chico que literalmente, me secuestró. Y que me mostró que estaba equivocada respecto a lo que creía. Y más que equivocada respecto a los Supervisores.

A pesar de que lo que él me dijo sonó muy convincente, existe una alta posibilidad de que no sea quien pretende ser. Ojalá mis instintos no se equivoquen.

A pesar de que soy incapaz de siquiera cerrar los ojos, me quedo profundamente dormida. Mañana será un nuevo día y podré olvidar que todo esto paso...

...

ALASTAIR

Me levanto lo más temprano que puedo. Durante toda la noche no pude pensar en otra cosa más que en Sprie. A parte de mi, ella es la única que conoce mi secreto, y no voy a permitir que eso cambie. No puede decirselo a nadie más, y aunque pareció entender lo complicado y confidencial que era el asunto, sigue habiendo la posibilidad de que lo comente con alguien que ella considere de confianza. Sería fatal que lo hiciera.

Desde que llegué ayer por la mañana a la comunidad Fotiá en la que al parecer vive Sprie, todo me pareció muy tranquilo. No elevaban mucho la voz, todo estaba sereno, parecía un pueblo alemán.

Encontré a la chica en el jardín de su casa con una expresión serena, parecía muy tranquila. Claro, hasta que me vio.

Al principio sólo parecía estar embobada mirándome, pero con una expresión de incredulidad.

- Tú - gritó mientras me señalaba- ¿Qué demonios haces aquí? Y sobretodo ¿Cómo rayos me encontraste?- dijo con un tono de notable enfado.- No recuerdo haberte dado el permiso de visitarme, ni mi dirección.
Pero... ¿Sabes qué? Haré como si esto nunca hubiera pasado. Sólo vete y absolutamente todo estará bien.

-Sprie...- en mi mente hay un debate.

¿La invitas a salir? Eres estúpido, debiste pensar algo mejor.

Parece que se lo piensa durante un instante.

-¿Acaso estás loco? Por supuesto que no acepto ¿Por qué debería confiar en ti?- su tono de voz iba aumentando paulatinamente - Sigo cuerda.

-Vale, pero baja la voz. Lo único que vas a lograr con esos gritos es, además de romperme los tímpanos que todo el vecindario se entere de mi presencia.

-Bien. No pienso ir a ningún lado contigo- Aquello lo dijo en susurros que evidentemente eran una burla hacia mi comentario- Antes preferiría... Bueno, no tengo muy claro que es lo que preferiría antes de salir a cualquier lado contigo, pero el punto es que no voy a poner mi vida en riesgo por cualquier estupidez.

¿Poner su vida en riesgo? No pude evitarlo y solté una sonora carcajada.

Me fulminó con la mirada.

-Mira, entiendo perfectamente que no me tengas confianza, digo, me acabas de conocer... Pero déjame conocerte ¿Me concedes el honor? Escucha, solo quiero protegernos-. Ella parece pensarlo, por unos segundos, y cuando está lista para dar su respuesta se acerca a mí oído y me susurra suavemente.

-Pasa por mi a las 6, y sé puntual. No me gusta esperar-.

〰➰〰

SPRIE

Estoy a unas cuantas horas del encuentro que tal vez cambie mi vida y mi punto de vista.

Haré las preguntas que necesite y responderé las que me haga Alastair, pero eso será todo. No pienso seguir relacionandome con él. Podría ser peligroso.

Acepté reunirme con él, pero no tenía previstas las mentiras que tendría que decir para poder llegar a mi hogar a altas horas de la noche. No estoy segura de cuanto tiempo podría demorar en llegar, pero me queda claro que no será temprano. Pienso aclarar absolutamente todas mis dudas en la "reunión", pero no estoy segura de poder contestar todas las de Alastair.

El chico llegó puntual por mí. A las 6 en punto estaba tocando a la puerta de mi casa, una gran estupidez, considerando que mis padres podrían haber abierto. Por suerte abrí yo.

Me llevó a un café, en la región Neró. Era agradable, tan solo unos pocos clientes y la comida era muy buena. Alastair conocía el nombre de la mesera, era Meredith, eso creo.

-Sprie, ¿Puedo preguntarte algo?-. Lo miré fijamente durante unos segundos, tratando de decidir cuál sería mi respuesta.
-¿Eso cuenta como una pregunta?-. ¡Bien! Buena elección: ni muy interesada, ni muy despreocupada. Tan solo me regaló una pequeña risa, algo así como tu dinero los días de fiesta: llega y se va.

-Sabes a lo que me refiero...- Se puso serio- Mira, seré franco. Yo tengo información que estoy seguro que no te será indiferente en lo absoluto. Y viceversa. Así que...

Opté por interrumpirlo.

-¿Cuál es el punto?- pregunté con una expresión de fastidio.

-El punto es que yo tengo información que te será útil, al igual que la información que tu me proporciones me será útil a mí. Y que nada de lo que diga puede salir de aquí. Debes comprometerte a no comentar lo que te diré con nadie. ¿Lo prometes?

Asiento con la cabeza. He entendido a la perfección que no debo de jugar con esto. Esta es una situación de vida o muerte, cualquier movimiento en falso y ambos podríamos salir heridos. Incluso puede llegar a terceros.

-¿Y qué quieres saber con exactitud, Alastair?-. Presiento que debo tomar una situación precavida en este asunto. No voy a dejar que piense que puede amenazarme, o incluso que piense que le tengo miedo.

-Bien... ¿Confías en mí? Puedo serte de gran ayuda Sprie, pero debes dejarme ayudarte y no escapar-. Lo miro a los ojos un momento, pero su mirada es tan profunda. Es como si te hubieran tirado al mar por la noche. Sientes la desesperación de salir de ahí y no volver más.

-Debo de tenerte confianza. Supongo que eres un método de salvación-. miro mi café, permanece intacto en la taza roja. Ya no humea como hace unos minutos, pero aún así me atrevo a tomarlo con ambas manos y dar un gran trago. Me concentro en la situación. Alastair me mira con esos ojos azules, ahora no me mira con curiosidad, sino con necesidad. Necesidad de escapar de sus problemas, de que lo ayude a escapar de ellos. Porque me he convertido en el principal.Y ahora siento que ya no soy simplemente Sprie: la chica Versi que vive en un secreto. Ahora parece que él me pide más, que me convierta en algo más, pero no sé qué puedo hacer. 

-Alastair, yo...-. En estos momentos el café, la cuchara, el azucarero o hasta Meredith, parecen más atractivos que la opción de levantar la vista y dar la cara. Aún así, levanto la barbilla y finjo fortaleza.-No estoy segura de ser lo que necesites, sólo podría traerte aún más problemas. Pero aquí voy a estar. Puedes confiar conmigo, siempre-.

  〰➰〰 

Hola hola! Bien, con mucho amor, aquí está el tercer capítulo.  

LORDE, BENDITA SEAS

Vocabulario:

Fotiá: controlan el fuego

Neró: controlan el agua.

Aerás: controlan el aire (duh)

Ginas: controlan la tierra.

Besos! Marina.

La DescendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora