Hábitos y Obsesión- BTS (VHOPE)

TRES

- Taehyung -

Mientras terminaba de revisar que todo quedara en buenas condiciones dentro de mi apartamento, tocaron el timbre, por última vez solté un pesado suspiro, sabia quién era y a que venía. Desde que Jimin fue a molestar pidiendo que le acompañara a ese club que hasta el momento no sabía ni donde era, ni como se llamaba y me preguntaba porque molestarme a mi si tiene novio. Fui con paso lento luego de apagar la luz de la cocina, donde me encontraba y a caminé atravesando la sala hasta llegar a la puerta y dejar pasar a mi querido amigo.

- Llegas antes ¡¡wauuu!! te ves muy bien - le invite a pasar en lo que terminaba de ir por mis llaves y mi cartera.

- Tú también te ves bien, siempre lo he dicho el rubio te hace ver muy bien - me miraba analizando mi aspecto esa noche, pero vaya solo me había cambiado de atuendo, no me había esmerado en nada.

- ¡¡Oh vamos!! sé que te gusta mi rubio porque hay una cierta personita de cabellera rubia que te tiene en las nubes y por cierto ¿porque no te acompaña el al club? - le vi sonreír al instante como poseso, él se alucinaba con solo mencionarle a su novio

- Si irá, pero nos alcanzará en el club, lo que pasa es que está ocupado trabajando, pero me lo prometió - si era lógico, por qué no lo pensé

- Bueno ya está todo en orden vayamos antes de que me arrepienta - abro la puerta y nos dirigimos a la planta baja para subir a su auto.

Cuando llegamos el ambiente se sentía tan animado, las luces jugando en el aire daban el aspecto perfecto de diversión nocturna, luces azules y rojas daban un ambiente más ardiente al lugar. Todas las personas que pasaban frente a mis ojos llevaban algún contacto físico mientras hablaban o bailaban, otras personas con menos pudor se besaban desaforadamente en el fondo del lugar.

- Tae iré a pedir nuestros tragos ahorita te llamo!!! - me grito un poco al oído, lo cual era bastante natural por que la música electrónica resonaba por todo el lugar

- ¡¡Claro!! - mi mirada se volvió a clavar en el mar de gente que estaba a unos pocos metros enfrente de mí, bailando, unos de manera divertida y muy alivianados de sus problemas, otros bailaban con movimientos insinuantes y claro algunos otros rayaban en lo indecente.

Pero me deje llevar por un cuerpo en medio de todo ese mar, era como ver la luna reflejaba sobre el oscuro mar, era ardiente como el infierno, sus movimientos me dejaron con estragos en mi interior, poco a poco me hundía en esa presencia, pero no fue eso lo que saco mi alma del cuerpo, su rostro era como ver el rocío de la mañana caer sobre mi cara, era tan fresco, brillante con una de esas sonrisas que matan.

No pude quitar vista de esa cara, esos ojos tan cautivadores, no era una mujer con lindas piernas, con buenos pechos o una figura con curvas, nada de eso, era un hermoso hombre con un cuerpo ardiente y que haría perder la razón de cualquiera.

Mi cuerpo se estremeció hasta el más recóndito lugar cuando sus ojos, llenos de fuego me miraron, como si se conectaran sin ningún impedimento los mire más de cerca mientras sentía que caía a un vacío, solo sentía que caía y caía, pero nada me detenía, absolutamente nada me detenía.

Sin importar si fueron horas o segundos termine por romper ese contacto casi mágico cuando Jimin grito mi nombre, solo pude darle una tímida sonrisa porque mi cuerpo no podía reaccionar de ninguna otra manera y me dirigí hasta donde Jimin me esperaba con mi bebida.

- ¿Que tal este lugar? Esta muy interesante espero que llegue pronto mi amorcito para bailar con él, ¿no te molesta verdad? - diablos sabía que lo haría, pero para que me trajo entonces.

- Jimin entonces si ibas a pasar toda la noche con Suga hyung para que me trajiste - no quería enojarme, pero tenía un motivo

- No te enojes Tae pero sabes que necesito a Suga como necesito respirar, pero la razón por la que te traje es para que te diviertas, que conozcas gente, que socialices y que dejes aun lado tu rutina, creerme esa belleza que posees no durara por siempre, eres hermoso con una personalidad única, con buen trabajo, pero debes relajarte, darte tu tiempo y disfrutar un poco ¿si? - me dio un abrazo por los hombros.

- Espero que no intentes nada con mi novio...Taehyung - parecía hasta sacado de película, ahí estaba el rubio novio de Jimin, un poco receloso por el abrazo que me dio su Jimin.

- Claro que no hyung...no seas tan celoso - le sonreí, pero mientras Jimin se encargaba de comerse los labios de Suga, mi mirada de inmediato comenzó a buscar con algo de desesperación a ese hombre sacado de un sueño, lo vi en la parte de arriba en el área V.I.P acompañado de varias chicas a su al rededor y un joven platinado a su lado.

- Hyung...-voltee a preguntar algo a Suga hyung, pero el solo me hizo una seña con la mano para decirme que no lo fastidiara mientras besaba sediento los labios de Jimin. Solo rodee los ojos y mi mirada fue de nuevo a ese chico, pero me extraño ya no verlo en su mesa.

Me levante con calma de mi asiento y deje mi bebida en la barra, esos dos no se iban a soltar hasta dentro de un rato, así que no me preocupe en irme de su lado por lo mientras. Quería encontrar de nuevo esos ojos, que me vieran y me recorrieran como yo lo había hecho cuando lo vi.

Le busque entre la gente por toda la pista de baile, pero no había rastro alguno, me pensé un poco si ir al baño, para llegar a los baños tenías que pasar por un pasillo corto que estaba a oscuras y doblar a la derecha para llegar a estos.

Me quede viendo el pasillo que solo se alumbraba hasta la parte final a causa de las personas que entraban o salían de los sanitarios. Me encaminé hasta los baños, pero me detuve a mitad del pasillo, reflexionando lo que estaba haciendo, yo estaba buscando como un acosador a un chico que solo había visto una vez y que me había dejado descontrolado.

¿Estaba haciendo lo correcto? Qué tal si era un hombre casado, o un mafioso que se encargaba de robar órganos a personas ingenuas como yo. Miles de preguntas me hacía mientras seguí caminando a paso lento hasta llegar a la puerta del baño para hombres, empuje con mi mano la puerta y entre, de inmediato vi el recinto ocupado por algunos jóvenes que venían a liberar sus vejigas del alcohol que consumían. Entre en uno de los cubículos y también hice mis necesidades. Salí de este y me acerqué a los lavabos para lavar mis manos. Terminé y me dirigí a la puerta del baño dando un empujón y salir. Pero me quede estático cuando a mitad del pasillo estaba ese hombre recargado mirando al piso. Caminé sin prisa por el pasillo hasta llegar a su altura, decidí que no debía de darle tanta importancia a un chico como él.

No lo conocía así que la posible atracción que sentía por el tal vez solo fue de momento, pase a su lado, pero no me permitió avanzar más, su mano que segundos antes se encontraba dentro de su pantalón ahora sujetaba con delicadeza mi brazo, me miro con esa mirada oscura y salvaje, enseguida me estampo en la pared contraria de donde estaba recargado mientras se acercaba con rapidez a mi juntando su cuerpo con rudeza al mío para enseguida besarme.

Quede en blanco enseguida, pero una corriente eléctrica me recorrió y se acentúo en mi parte baja, besar a un extraño era una sensación bastante excitante. Nunca lo había hecho, pero esta noche cada vez me sorprendía más. Sus labios eran suaves, pero me besaban sediento, me despabile y enrede mis brazos en su cuello mientras le devolvía el beso. El ambiente influía mucho en como el beso se iba tornando, vamos, estar en un lugar angosto, con un desconocido poseyendo tus labios como si no hubiera mañana excitaba hasta la última célula de mi cuerpo, ya mañana podría arrepentirme.

- Hoseok -

Y ahí estaba mi exquisita presa entre mis brazos, mientras mordía esos labios, mientras recorría con fervor su tersa piel, era irresistible y quería que durara por horas este momento. Mi joven corderito había caído ante mis pies y lo gozaba como nunca.

¿Por qué? No lo sé, solo sabía que este joven delicado y con un aura celestial me tenía atrapado, hipnotizado y con una creciente excitación. Algo me decía que debía llevármelo con calma, aunque mi otra mitad me decía que había enloquecido, que debería cogérmelo de una vez y quitarme esa sed que me provocaba.

No sabíaqué hacer, él podría brindarme el mejor sexo que nunca había tenido, pero algoque nunca había hecho era querer verlo de nuevo, poder besarlo de nuevo, esto,sin embargo, aunque me gusto me aterro. Le solté abruptamente y me alejé de él.