EPÍLOGO

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///Tiempo después///

Un año ha pasado, me miro en el espejo y veo aun incrédulo como mi vida a ido moldeándose hasta ser lo que hoy es, soy un hombre casado con el hombre más perfecto que la vida se encargó de darme. Le agradezco tanto a Jimin el haberme forzado ir esa noche a ese club.

Estaba terminando de preparar la cena mientras esperaba que llegara Hoseok del trabajo, ambos vivíamos en una casa cerca del centro, pero increíblemente no estaba tan lejos de mi cafetería favorita. Aun en las mañanas pasaba por mi café y Hoseok me acompañaba hasta el trabajo donde me dejaba y él iba a su empresa.

Pensaran que vivo rodeado de lujos y cosas por el estilo, pero no, luego de casarnos nos mudamos para tener un lugar donde comenzaría nuestra historia juntos, un lugar donde amarnos sin condiciones y pelearnos porque no. La casa era simple, con dos habitaciones, la nuestra era la más grande, un baño completo y otro en la planta baja, una sala, un comedor y el patio delantero que nos encargábamos de cuidar los fines de semana. Cuando nos mudamos ambos la decoramos con nuestro estilo así que a cualquier lugar que volteara se veía reflejada nuestra personalidad y como aun siendo diferentes en gustos, estos se combinaban perfectamente.

- ¡¡Ya volví!! - como si escuchara campanas corrí hasta saltar en sus brazos recibiéndolo lleno de apapachos y besos, éramos tan cursis, pero me encanta.

- ¡¡Mi gatito!! Te extrañe...mucho...demasiado - me cargo sobre su cadera y sujetando mi trasero para evitarme una caída

- También yo...- le bese con ansiedad, con necesidad, era más potente que la cafeína que ingería todos los días, no había momento en que me cansara de la droga que era para mí.

- Tae, luego podemos comer...- besaba mi mandíbula y mordía mi manzana de adán, sujetaba sus cabellos mientras me hundía en suspiros, su miembro lo sentía chocar con el mío que empezaba a desesperarse encerrado en mi ropa.

No importa cuántas veces nos habíamos entregado, a nuestros bajos instintos, siempre era tan excitante, tan cargado de lujuria y pasión como la primera vez que fundimos nuestros cuerpos hasta el amanecer.

Sus manos hábiles y suaves tomaron con fuerza mis caderas pegando nuestros cuerpos, me baje y quedando de pie comenzó a frotarse con mi entrepierna en un movimiento torturaste y lleno de placer. Mientras yo lo aprisionaba con mis brazos y dejaba más espacio libre en mi cuello que él podía marcar a su antojo.

En el camino a nuestra habitación chocamos con algunos muebles y con la mesa, con decir que no llegamos a nuestro dormitorio fue suficiente, me subió a la mesa, suerte que esta era de pino, bastante resistente, se abrió paso entre mis piernas y quito de una mi suéter y mi camisa rompiendo algunos o casi todos los botones de ella.

No me la quito solo la dejo abierta para poder tomar posesión de la piel de mi pecho y jugar con mis pezones, mis manos se colaron hasta su trasero hasta conseguir jalarlo y que su pelvis chocara con la mía, le desprendí de su saco y rompí con la misma fuerza su camisa, tampoco se la quite, era una escena bastante sexy, pero me calentaba verlo con esa camisa y su abdomen marcado me hacía temblar.

Con sus besos atacando mi cuello mis manos no se quedaron quitas y luego de desvestirlo le desprendí de su pantalón y de su bóxer, solo hizo un movimiento para quitárselos y botarlos a un lado, en algún momento él también me había despojado de mis pantalones, pero mi miembro seguía aprisionado en mi bóxer, sus manos solo se paseaban traviesas por encima de mi ropa, haciendo que me retorciera por mas contacto.

Le tome con fuerza de su camisa jalando y acercándolo a mi hasta que tuve sus labios en mi posesión, tome su miembro con rapidez dejándolo sorprendido por mi acto, pero no le solté, cuando gemía mientras le masturbaba solo mordía sus labios evitando que se separara de los míos. Le bese hasta que se corrió en mis manos y calle sus gemidos en mi boca.

Me bajo de la mesa y me giro, hasta agacharse y jugar con mi entrada, dejando algunas lamidas mientras me aferraba al filo de la mesa, mordía mis labios hasta casi hacerlos sangrar, rojos y rotos, se incorporó pegando todo su pecho a mi espalda y sus dedos dilatando mi entrada.

Besando mi nuca y cuando se le antojaba solo me mordía haciéndome llorar de placer, moví mis caderas hacia atrás para que sacara sus dedos y los remplazara con su miembro. Cuando al fin entro termine haciéndole algunos arañazos a la mesa y ni tarde ni perezoso, tomo mi miembro que masturbaba al son de sus embestidas.

Para prolongar nuestro orgasmo, salió de mi interior causando algo de enojo por la brusquedad con la que me volteo y volvió a entrar, pero ahora frente a frente y solo una de mis piernas estaba levantada hasta clavarse en su cadera y que pudiera llegar a mi interior con mayor facilidad.

Sus embestidas más profundas y prolongadas solo me decían que estaba a punto de llegar igual que yo, unos minutos más y mi semen quedo esparcido por mi abdomen y el de él, corriendo cuesta abajo por mis piernas, al igual que el que salía de mi entrada.

Se sujetó de la mesa mientras se recuperaba de aquel magnifico orgasmo y yo me prende de su cuello mientras dejaba besos más tiernos, llenos de amor, me abrazo por la cintura y volvió a besar mis labios hinchados, pero en iguales condiciones que los de él.

- La comida ya se ha de haber enfriado...y la mesa se arruino - le murmuraba aun pegado a su cuello, era uno de mis lugares favoritos y no solo cuando hacíamos el amor.

- La comida se puede calentar mi amor y bueno ahora podemos decir que hemos estrenado la mesa como se debe - dejo unos golpecitos en mi trasero mientras dejaba pequeños besos en mis mejillas.

Así era nuestra vida, una nueva vida juntos donde terminábamos comiéndonos primero y la comida siempre esperaba incluso hasta el día siguiente para ser comida. Pero independiente de estas magnificas sesiones luego de un largo día de trabajo, me sentía afortunado y pleno al tener a un hombre que se cruzó en mi camino, quede perdido peleando contra sus miedos y los míos, solo con un único propósito, poder amarnos como lo hacíamos y lo seguiríamos haciendo por mucho tiempo. 

Hábitos y Obsesión- BTS (VHOPE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora