SIETE

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- Taehyung -

Era viernes por lo que me encontraba bastante feliz, pronto, dentro de dos semanas comenzarían mis vacaciones y podría descansar mejor, últimamente me desvelaba muchísimo. Tenía mucho trabajo porque me habían ascendido de puesto, pero eso en vez de aligerarme la carga de trabajo resultaba con más responsabilidades.

Independientemente no había día que no fuera en busca de aquel desconocido que todo el tiempo me hacía suspirar y fantasear, pero me estaba cansando, me cansaba de solo verlo llegar, de solo poder contemplarlo a la distancia, me desesperaba cada vez de sentir esta obsesión por él y no poder saciarla de alguna manera.

Así que tome el valor necesario y hoy en la noche me acercaría a el de alguna manera, sabia la manera en como interactuaba, incluso sabia su bebida favorita, lo tenía todo planeado.

Llegue puntual al lugar, eran alrededor de las ocho pm, el ambiente apenas iba levantándose, por lo tanto, estaba regularmente lleno. Esta vez no me quede en el lugar de siempre, fui directo a la zona V.I.P donde tuve que pagar cierta cantidad. De inmediato ubique la mesa donde siempre se sentaba, pero era obvio que no era el único que esperaba por él.

Al menos en el lugar ya había tres chicas con cortos vestidos y grandes escotes esperando a que alguna de ellas fuera la elegida de esta noche. Me acerque con cautela pensando bien lo que iba a hacer.

- Hola chico bonito ¿Te podemos ayudar en algo? - me hablo una de ellas sin negar el obvio coqueteo que me enviaba

- No...pero necesito un favor, verán mi novio está por llegar y quiero darle una sorpresa, no le he visto desde que me fui a estudiar al extranjero y esta es la mesa en la que siempre nos sentábamos cuando veníamos juntos - las tres se quedaron pensando si irse o no

- No te preocupes lindura, es muy emocionante que vayan a encontrarse, bueno te dejamos el lugar...vámonos - se levantaron y bajaron hasta la pista de baile perdiendo entre la gente.

Me quede sentando esperando por mi "novio". Le pedí a uno de los meseros que trajera dos copas de vino tinto con agua mineral y jugo de arándano. Era lo que el siempre pedía. Todo el tiempo el mesero que le atendía venia hasta la barra a pedir aquella bebida.

Pasando unos minutos mientras observaba la vista que tenía desde esta mesa, sentí la presencia de alguien a mi lado, seguía de pie, pero tenía idea de quien era. Mi mirada se posó en sus oscuros orbes tratando de averiguar lo que trataban de ocultar.

Todo fue pasando en un cómodo silencio, me recorrí para que él se sentara a mi lado, pensaba que al menos todo iba llenado bien, porque aún no había salido corriendo como la última vez que lo tuve cerca.

El mesero llego con las copas de vino y las dejo en frente de los dos, luego se retiró. Me quede observando cada reacción de él, claramente estaba sorprendido, por un momento dude de lo que hacía, pero no me doblegue ante mi miedo, mis deseos se agrandaban con cada segundo teniéndolo cerca y me invadían miles de emociones.

- Hola extraño...- le hable de forma segura, tenía que mostrar seguridad, ante todo

- Hola chico rubio...- mis ojos mantenían contacto con los contrarios

- Deberías relajarte - me levante tomando una de las copas de vino y le di un trago, camine despacio hasta quedar detrás de él y susurre a la altura de su oído - No te haré nada...- deje que mi cálido aliento rozara por aquella zona

Me separe y camine hasta quedar en frente de él viendo como la gente disfrutaba de la noche conociéndose entre roces y alcohol. Mi rostro giro hasta dar con el suyo, seguía sentado, pero le notaba más tranquilo.

- Pensaras que estoy loco, pero te diré algo...- me acerque con paso lento hasta quedar sentado a su lado - Desde aquella vez, desde aquella vez que me besaste me fue imposible quitar de mi las múltiples sensaciones que me dejaste y sobre todo la gran duda del porque huiste, así que...esto es simple tienes dos opciones irte y dejarme en claro que he perdido la cabeza o terminar con el beso que me robaste - bien me sentía más nervioso pero quería una respuesta, ya no quería seguir así, viniendo cada noche, sabiendo que él se iba con cualquier mujer, sin saber qué hacer con este gusto que le tenía a un completo extraño, pero el extraño que causaba estragos en mi corazón y no me dejaba dormir. Solo podía vivir con las enormes ansias de verlo de nuevo.

Mirabas sus orbes cada vez más brillantes y negras como la noche, me tenía colgado de un fino hilo, sentía que pronto me soltaría y no sabría cuando me golpearía contra el duro piso. De forma rápida, casi como si no hubiera pasado, me tenía presionado contra el respaldo de mi asiento, presionando con fiereza sus labios contra los míos, me estaba besando, solté un gemido que no pude callar cuando sus labios mordieron los míos, casi los podía sentir sangrar, nuestros rostros se movían con sincronía, su nariz rozaba con la mía y podía sentir su agitada respiración, mientras mis manos tomaban con desespero su nuca y enterraba mis dedos en su cabello. Se separó solo unos segundos para tomar aire, me había dejado sin aliento pero antes de poderme recuperar volvió a tomarme preso, su lengua invadía con impaciencia mi cavidad buscando a la mía y poderla enredar, mientras jugaba y acariciaba mi lengua una de sus manos se paseaba por mi cuello con frenesí, bajaba hasta una de mis clavículas y paseaba con suavidad sus yemas por mi piel causando que mi piel se erizara.

Sin alejarse demasiado poso sus suaves labios en mi barbilla, debajo de mi boca, dentando cortos besos, bajaba con lentitud disfrutando cada beso, llego más abajo de mi barbilla y depositando más caricias con sus labios, llego hasta mi cuello, mordiendo con suavidad mi piel, yo no estaba haciendo nada más que dejar caricias en sus cabellos. Se quedó pegado a mi cuello por unos instantes, dejándome sentir su agitada respiración y su nariz pegada a la zona.

Podía sentir el calor recorriendo mi rostro, podía adivinar que estaba sonrojado, mordía mis labios porque toda la emoción que sentía no podía liberarla de la manera que quería, por un lado, quería gritar y por otro lado quería llorar.

- Me rindo...- su cuerpo ahora casi encima de mí, sus manos se aceraron a mi cintura mientras se apegaba más a mí y dejaba su rostro escondido en mi cuello. Mi corazón estaba a punto de estallar, se movía como si lo sacudiera un terremoto con sus palabras, las cuales si no terminaba de entender quería darles algún significado.

- Kim Taehyung...- solo pude dejar que mis labios soltaran mi nombre

- Jung Hoseok...- al fin pude saber el nombre de aquel extraño que tanto me gustaba y ahora lo tenía más que confirmado, me encantaba. 

Hábitos y Obsesión- BTS (VHOPE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora