CUATRO

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- Hoseok -

Caminé hasta donde estaba Nam Joon y me despedí saliendo del lugar como si me corretearan para matarme. Pude ver la expresión de preocupación en el rostro de mi amigo, pero tenía la imperiosa necesidad de calmar un poco mis ánimos y mis pensamientos que estaban más revueltos que las piezas de un rompecabezas recién comprado.

Subí a mi auto y me marché a mi casa con la esperanza de resolver lo más posible este asunto. Durante mi corto transcurso no dejaba de recordar ese magnífico beso con el chico bonito. Tenía que olvidarlo definitivamente, si no lo hacía corría peligro mi integridad emocional. No estaba dispuesto a caer y hacer lo que nunca había hecho con otra persona. No le buscaría una segunda vez, yo no repetía, era una nueva conquista cada día, pero me torturaban las emociones que me provoco desde que le vi, me emocione como nunca cuando le vi buscándome y el detonante fue ese beso, joder que me dejo encandilado.

Abrí la puerta de mi apartamento y logré tirar mi cuerpo pesadamente en el sofá más cercano, me sentía agotado. ¡¡Diablos!! Si no había hecho otra cosa en el día, bueno a excepción de mi revolcada con esa chica, pero ya no tenía ganas de pensar nada, ni hacer nada, solo cerré mis ojos y dejé que llegara la mañana.

Cuando desperté me levante con un humor del carajo, lo bueno era que viva solo porque no tenía ganas de soportar a nadie tan temprano, me dolía todo porque tan idiota me quede dormido en la sala, me levante para ir a la cocina y sacar algo del frigorífico, tenía hambre, demasiada, vivía solo así que no había problema en cocinar mi desayuno, pero no conservaba nada en la nevera, solo algo de jugo y leche, tendría que salir a hacer mis compras, pero más tarde.

Termine por comer cereal y terminarme el jugo de naranja que tenía en mi pobre nevera. Aun después de dormir parecía un zombie pero al menos mi cabeza ya no estaba tan aturdida como ayer. Solo no quería recordar nada de ayer. Tomé una ducha corta y salí con mi cartera, mi celular y mis llaves para hacer mis compras.

Subí a mi auto y comencé a manejar directo al centro comercial, mientras que manejaba por una avenida principal pude ver como caminaba con prisa esa mata de cabellos rubios, no podía creer que la persona que no deseaba volver a ver en mi vida ahora se le diera por aparecer por todos lados.

Se veía algo cómico, caminaba rápido, su estilo algo desaliñado y con un montón de carpetas y un portafolio enorme, si no fuera como soy me detendría a ayudarlo, pero solo lo deje pasar y arranque cuando de nuevo las luces marcaron la señal de avance.

Llegue con calma al centro comercial mientras miraba todas las tiendas de ropa y productos electrónicos, entre al súper y me dedique a poner en mi carrito todos los víveres que necesitara en casa. Me llamo el director suplente de la empresa para avisarme que tenía que ir hoy a las cuatro de la tarde para hablar conmigo de un asunto importante.

Como me fastidiaba ir, pero no tenía mucho que hacer, bueno en realidad si, iba a ir al trabajo de Nam Joon a molestar un rato. Terminé mis compras y las subí al auto. Falta más o menos dos horas para ir la empresa.

La empresa de mi padre era de una marca de autos muy vendida en Corea y parte de Asia. Mi intención nunca fue hacerme cargo de esa empresa, pero estaba pensando seriamente en que tal vez ya era tiempo de poner los pies sobre el piso y ya no ser tan vago. Había hecho una carrera en administración de empresas como me lo exigió mi padre, pero nunca desde que me gradúe la puse en uso.

Así que al menos si decidía tomar el mando no sería un idiota sin saber nada, pero no, diablos ¡¡¿que me estaba pasando?!!!! ¿yo trabajando? No, tendría que hablar seriamente con Nam Joon.

Hábitos y Obsesión- BTS (VHOPE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora