Parte I- La visita

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Un fuerte azote hizo que la puerta principal se cerrara, siendo la oscuridad quien daba la bienvenida a su invitado cotidiano.

Que ese estrepitoso sonido se escuchara en el recinto no era algo que importara, una vida solitaria yacía entre aquellas paredes desde hacía muchos años atrás, desde una corta edad el huésped había decidido confinarse en aquella soledad que ahora lo abrigaba de la copiosa lluvia que se cernía por todo Seúl.

El suspiro cansino del mayor de los Chwe rompió el silencio en que se envolvía aquella casa, para después ser acompañado por el golpe de su mochila contra el suelo de madera.

Era aún el segundo día de una semana, sin embargo el castaño solo deseaba que acabara, que se borrara simplemente del calendario, o se dejase caer en un profundo sueño que solo lo hiciera despertar con el termino de todo el sufrimiento que sentía en ese momento.

Cinco zancadas fueron suficientes para llegar al segundo piso y así rápidamente colarse en su habitación, no había necesidad de encender las luces, la oscuridad ya se había hecho su fiel acompañante y gracias a ello también había desarrollado una sensibilidad a la luz, siéndole incomodo estar en lugares con mucha luminosidad, por eso es que tuvo la "increíble" idea de conseguir un puesto en la tienda de conveniencias de la avenida central de Seúl.

Cerró la puerta de su habitación, esta vez con delicadeza, y dejó caer su cabeza en un gesto abatido.

El día no había sido para nada bueno, comenzando por que tuvo que soportar la reprimenda de su jefe por una pequeña equivocación en los estadísticos mensuales de la tienda, añadido a eso, una torre de latas de soda habían caído sobre él, dejando su espalda y cabeza muy adolorida durante el resto del día, y para cerrar con broche de oro, aquel día no había recibido noticia alguna de sus padres que se encontraban a miles de kilómetros, cada quien por su lado, ninguno de los dos, aun siendo el día en que se memoraban diecinueve años en que le dieron vida, años que solo deseaba que se detuvieran y no corrieran más.

Poco le importaba ahora que restaran solo dos horas para que culmine aquel día que se suponía tenía que ser especial para toda persona, atrás había quedado los abrazos efusivos y los saludos sinceros, esa fecha había dejado de ser su favorita desde hace cinco años donde toda la ilusión se perdió y la realidad tenía que golpear su rostro de manera estrepitosa cuando su familia comenzó a desmoronarse en un corto lapso de tiempo, donde las personas que más quería se fueron yendo, sin decir más, llegando poco a poco a un punto en que ya nada interesaba, poco interesaba que ahora su cabeza empezara a punzar de manera agresiva debido a los recuerdos, que sus manos ahora se tornaran temblorosas por el frío que calaba aquella delgada camiseta húmeda que aún llevaba puesta, aún menos le interesaba que su cama se encontrara a tres pasos suyos, y a pesar de ello automáticamente se dirigiera a paso lento hacia aquella esquina de su habitación, esa que era la más oscura y donde sentía que podía refugiarse, se deslizó lentamente por el tapizado de la pared hasta hacer contacto con el suelo, las piernas extendidas sobre el alfombrado, y la tristeza aglomerándose en forma de cristalinas lágrimas en las comisuras de sus ojos.

Eran años conteniendo una tristeza que solo podía expresarlo para él mismo, un pesar que jalaba y tiraba de cada espacio de él para hacerlo caer en donde ahora se encontraba, sumergiéndose en sus entrañas e invadiéndolo cual virus letal que solo apagaba poco a poco su joven alma.

Y fue ahí donde se dio licencia para abrirse, para soltar aquello que había acumulado por semana, meses, años, evocando de manera automática todo recuerdo de aquellos momentos que en el fondo deseaba que regresara, donde podía sentir el calor de alguien que lo estime, y lo atesore por como es, dejaba escapar esa amargura que ahora se traducía en tristeza y desolación de un joven que necesitaba de una compañía a pesar de la soledad en que se sumergió, algo que lo rescatara de ese hoyo.

Guardián [ Verkwan ]Where stories live. Discover now