El baile de graduación se acerca y Katie Gardner, presidenta de la sociedad de alumnos, es la encargada de organizarlo. Todo esta yendo perfectamente pero eso se acaba cuando Katie, por accidente, derrama parte de su almuerzo sobre la capitana de la...
Faltan 8 días para el baile y demasiados preparativos. Ahora sé porque Katie estaba tan estresada...
Katie
Desde hace dos días que no dejo de pensar en Katie. La forma en que se ríe, el color de sus ojos, como le cae el cabello por la espalda. Pero cada vez que estoy pensando en ella la cara de Mackenzie aparece y me hace sentir culpable.
¿Qué estoy haciendo?
Mackenzie es mi novia, siempre pensé que era muy feliz con ella, pero luego sucedió el incidente de la cafetería y todo empezó a cambiar. Jamás pensé que las cosas giraran de esta manera.
Al terminar las clases fui a los jardines donde sería el baile, Katie ya estaba ahí al igual que varios hombres más que estaban construyendo el escenario. Cuando me acerque a saludarla me sonrió, se veía tan hermosa.
—Hey, me alegra que llegaras, ir a comprar los manteles para las mesas, ¿vienes? —me pregunto mientras mantenía la misma sonrisa, ella quería que la acompañara
—Si, por supuesto—
—Genial, solo hay que esperar a que terminen con el escenario para irnos—asentí en respuesta
Les tomo cerca de dos horas más terminar con el escenario, en ese tiempo Katie y yo no hablamos lo que me dio tiempo de verla, es realmente hermosa.
Para cuando me di cuenta había pasado una hora y el escenario estaba listo, Katie les agradeció y ambos los acompañamos a la puerta.
—Espera aquí, iré por mis cosas—Katie regreso al jardín y en menos de dos minutos salió con una chaqueta y las llaves del auto en mano—Listo, vámonos
Fuimos a un almacén donde tenían cientos de manteles, todos de distintos colores, tamaños y formas. Las mesas del baile eran redondas así que esa es la forma que necesitaríamos para los manteles.
En el viaje en el auto habíamos decidido que los manteles serian de colores como morado o azul, los demás colores quedarían totalmente fuera de lugar.
Tardamos muy poco en escogerlos. Serian manteles de un tono de azul cuyo nombre no recuerdo sobre uno blanco. Se veían bien. A Katie le gustaron.
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Después de eso le dije a Katie si quería ir a comer algo antes de irnos a casa. Fuimos por un helado y al igual que las pizzas, fue genial. Hablamos de verdad. Me contó de su familia, yo de la mía. Y en algún momento nuestra conversación se desvió al baile.
—Y... ¿quién es tu pareja del baile Kit-kat? —se puso algo tensa
—No tengo pareja, Travis—No tengo pareja, Travis esas palabras seguían repitiéndose en mi cabeza
—¿En serio? —
—Si, no he tenido tiempo para eso—contestó algo incomoda—Tengo que terminar el baile
Después de eso decidí no presionarla. Terminamos nuestros helados y Katie me llevo a casa. Antes de bajarme del auto voltee para despedirme y casi la beso por accidente. Casi.
—Lo siento—fue lo único que logre decir
—No hay problema—ella no me miraba a los ojos
Baje del auto y camine hacia la puerta, Katie ya estaba fuera de mi vista, justo cuando puse mi mano en la perilla la puerta se abre y me muestra a un sonriente Connor
Santo Jesucristo Redentor
—Hola Travis, ¿cómo te fue? —Jamás había visto a mi hermano sonreír de esa forma y era espeluznante
—Hola Connor, me fue bien gracias, fuimos a escoger manteles—mi cara no podía ser más seria
—¿En serio? ¿Sólo eso? —me miraba como si supiera algo que yo no y eso no me agrada
—Si...
—Pues Katie le dijo a Miranda que me dijo a mí que llegaría algo tarde porque iría con Trav a comer helado
Para este preciso momento mi cara estaba más roja que un tomate y mi hermano me miraba muy sonriente mientras levantaba sus cejas sugestivamente. Comencé a subir a mi cuarto
—Te gusta ¿cierto? —me pregunto cuando ya iba a la mitad de la escalera, no me moleste en detenerme o girar para contestarle
