I'm not the only one. ||Harry||

Una ultima vez

Harry

De un momento a otro solo vi mi puño estamparse contra la pared.

Grite del dolor, mi puño estaba rojo y no podía abrirla, posiblemente estaba fracturada.

No puede más y salí de la casa, subí a mi auto y deje que las lágrimas salieran, me sentía terrible, o más bien me sentía como un asesino.

Nunca la había visto tan mal como la vi hoy, su mirada tan dura conmigo, eso me dolía pero yo me lo había ganado, el culpable de todo era yo y nadie más.

Pero esto no se iba a quedar así.

Conduje con mi mano bien hasta el hospital primero, mis sospechas eran ciertas si me había fracturado la mano, me enyesaron la mano y enseguida salí del hospital fui a mi auto y mi siguiente parada era Kendall.

Me baje en su edifico y el recepcionista me conocía así que solo tome el elevador con dirección a su apartamento.

-"¡Osito!"--. Grito emocionada al verme y corrió hasta mi.

La detuve con mi mano enyesada.

-"¿Por que lo hiciste Kendall?"--. Pregunté tranquilo.

Me miró confusa.

-"No te hagas Kendall"--. Me estaba empezando a irritar.

-"Es que osito no se..."--. La interrumpí.

-"¡Le mandaste fotos a mi esposa de nosotros!"---. Grite, ya estaba irritado.

Me miró unos segundos.

-"¿Por que haría eso?"--. Preguntó ofendida.

-"Tal vez por qué querías dejar de ser la otra, la que solo sirve para sexo"--. Dije con voz dura.

-"Harry lo que estás diciendo me duele"--. Dijo tocándose el pecho.

-"Y a mi me duele más haber perdido a la mujer de mi vida"--. La mire de arriba a abajo .-"Por algo con tan poco cerebro como tú"--. La mire con desprecio y di la vuelta dispuesto a marcharme.

-"Pues eso no es lo que decías antes"--. Me gritó.

Apreté el botón del elevador. Y este se abrió entre y me di la media vuelta.

-"Te quería coger, solo eso, ya madura por favor"--. Cerré las puertas y escuche que empezó a gritar.

Esto me hacía sentir mejor, pero no tanto como quisiera, lo único que me haría sentir bien en este momento era Isabella pero ya no se puede.

2 meses después

Isabella

Ya habían pasado 2 meses desde que le pedí a Harry el divorcio y nada a cambiado, excepto el echo de que ya no vivimos juntos.

No le pedí nada de sus vienes, podía solventarme por mis gastos de mi trabajo en el cual me va muy bien.

Todos mis amigos me preguntan que si lo extraño y siempre mi respuesta es la misma: "aveces uno tiene que hacer lo que tiene que hacer por su bienestar".

Realmente no sé qué quieren que diga, me acabo de separar del hombre que amo hace más de 10 años, del hombre del cual estuve enamorada  desde mi adolescencia y con el que me case, con el hombre que veía mi futuro en el que abría hijos y nietos; por supuesto que lo extraño y lo amo pero también me amo a mi misma y no puedo seguir en una relación así.

Hoy era el día en el que iríamos a firmar el divorcio u después de eso había planeado pasar una temporada en la casa de mis padres en un pueblito de Francia.

Me arregle normal, llevaba unos jeans negros con una blusa de color blanco y mis converse, no sentía la necesidad de arreglarme ni las ganas. Esto era un funeral, el funeral de mi matrimonio.

Recibí una llamada, locamente tenía la idea de que era Harry diciéndome que no nos divorciáramos o que todo había sido una broma que se salió de control. Pero eso era demasiado bueno para ser real.

Así que conteste.

-"Hola Louis"--. Dije normal.

-"Hey preciosa, ¿como amaneciste"--. Siempre con su voz animada.

Quería responder pero no pude, no podía responder a esa pregunta.

-"No se"--. Fue lo único que dije antes de romper en llanto.

-"No llores, voy en camino muñeca no te muevas de ahí"--. Colgó.

Hice lo que me dijo, no me moví del sofá hasta después de 10 minutos que escuche el timbre y era el.

-"¿Que tienes muñequita?"--. Me tomo por las mejillas limpiando mis mejillas.

-"Hoy firmamos el divorcio"--. Dije volviendo a romper más en llanto, solo sentí que sus brazos me enrollaron.

Nos quedamos así sin decir nada hasta que pare de llorar, por qué tal parecía que me había quedado sin ellas.

-"¿Quieres que te acompañe?"--. Preguntó separándose de mi.

Solo asentí con la cabeza.

Sus ojos azules miraban los míos, tenía unos ojos preciosos una mirada tierna hacia mi.

-"Sabes que siempre estaré para ti"--. Sin decir más beso mi frente.

Quería creer en lo que me decía pero eso ya me lo habían dicho antes y me hirieron.