Navidades (parte 1).

38.5K 1.2K 89
                                    

Hoy es viernes 21 de diciembre. El día de navidad hace dos meses que está con Eric. Sí, saliendo, una relación… ¿raro verdad? Sí. Ella también lo cree. Ese día fue maravilloso… salieron a tomar algo, el regalo una caja con cien papeles, en cada uno escribió un motivo por el cual le gustaba Ruth, y en el papel 101 escribió: “Ruth Gómez-Quintana, ¿me darás ahora una oportunidad o tengo que subir hasta el cielo para bajarte la luna?”. Claramente ella acepto, y desde entonces todo va genial, todo menos una cosa… Oli, Effy y Lucía. Llevan dos meses de mentiras y ocultándoles cosas, apenas han quedado los cuatro juntos un par de veces… pero las cosas son como son, nadie la hace sentir como él, y si quieren estar juntos debe ser en secreto. Además le ha venido genial estar con Eric, se ha comenzado a llevar muy bien con Effy, incluso han quedado una mañana para desayunar. La verdad, están saliendo juntos pero apenas han quedado estos dos meses… sus padres apenas han tenido trabajo y han estado mucho en casa, después los exámenes, le encanta estar con él, pero debe estudiar, no es un curso fácil. Y ha sacado un nueve en matemáticas, eso sí que no se lo esperaba… hoy empiezan las vacaciones de navidad, que ya está al caer, y tampoco sabe si podrá verlo mucho. Hace unas pocas horas que lo ha visto y ya lo echa de menos, es increíble como depende de él en estos momentos. Lo ha pasado mal, su padre no podía soportar que su hija y un Durán fueran amigos, i supiera de verdad lo que son… aunque ni siquiera ella sabe bien lo que son. Llevan dos meses juntos y jamás se han dicho un “te quiero”, solo “me gustas”, “eres genial”, etc. Pero… ¿ella lo quiere? Y si lo quiere, ¿debe decirlo ella primero? ¡No! ¡Tiene que decirlo él! Él es el chico malo del pueblo que se ha tirado a medio instituto, solo de pensarlo le dan arcadas… ¿por qué tiene que ser todo tan difícil? ¿Por qué tenía que gustarle un Durán? ¿Por qué Sam es tan idiota? ¿Y por qué no para de llamarla? Ahí está otra vez el maldito móvil sonando con el nombre del chico escrito. De verdad que pesado… ¿y si se lo coge? Total…

-¿Qué quieres?

-¡Ruth!

-No, tu abuela.

-Venga anda… no seas borde, que solo quiero hablar contigo… ¿puedo pasarme por ahí esta tarde?

-¡Sííí! ¡Claro que sí! ¡Y trae drogas y nos montamos una rave en mi casa!

-Ruth, por favor, créeme que no te voy a pedir para volver ni nada de eso, enserio. Dame una oportunidad por favor, por todo lo vivido.

-Eso ha sonado muuuuy cursi, Samuel Martínez.

-Ya sabes como soy, venga va… ¿puedo? 

-En media hora quiero que estés aquí, sino te abre tu madre.

-Hecho.

Cuelga el teléfono y baja abajo a ver si hay alguien en casa. Llega a la cocina y ve a sus padres tomando un café frente la televisión. 

-Mamá, papá. Sam va a venir ahora a casa, ¿vale? Le abrís vosotros y le hacéis pasar que yo voy a poner la música alta.

-¿Has dicho Sam? ¿Habéis vuelto? ¡Cuánto me alegro Ruth!

-Para el carro mamá, viene a pedirme disculpas por todo, no voy a volver con él ni de coña, además ya tengo otro… - se corta a mitad de la frase… ¡casi lo suelta todo!

-¿Otro qué Ruth? – pregunta su padre.

-Otro… otro tipo de intereses antes que los chicos, como las estúpidas y matemáticas.

Se gira satisfecha después de guiñarle un ojo a su padre y se dirige a su cuarto. Unos minutos más tarde un mensaje llega a su móvil, es Eric: “Sorpresa”. Antes de que pueda reaccionar Eric entra al cuarto de la chica que se sobresalta y antes de que el chico pueda decir algo, echa el pestillo de su cuarto.

The Outsider. (El rebelde)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora